Asfixia

Asfixia
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Concepto:Cuando deja de fluir oxígeno a los pulmones, por una obstrucción en la garganta o tráquea

Asfixia. Es la interrupción del paso de aire a los pulmones. Es provocada por diferentes causas, como una inmersión con inhalación de agua, diversas intoxicaciones o la presencia de cuerpos extraños

Causas

Entre las causas de asfixia se encuentran el ahogamiento, el envenenamiento por gases, la sobredosis de narcóticos, la electrocución, la obstrucción de las vías respiratorias por cuerpos extraños y la estrangulación. Para evitar un daño cerebral irreparable al detenerse la oxigenación tisular, se debe instaurar inmediatamente algún tipo de respiración artificial. La mayoría de las personas mueren cuatro a seis minutos después de la parada respiratoria si no se les ventila de forma artificial.

  • Inmersión.
  • Electrocución.
  • Aspiración de vómitos.
  • Obstrucción de las vías respiratorias, causada por cuerpos extraños o alimentos.
  • Inhalación de gases tóxicos.
  • Intoxicaciones con sustancias venenosas.
  • Desplazamiento hacia atrás de la lengua.
  • Inflamación de los tejidos que rodean las vías respiratorias, como ocurre en ciertos procesos infecciosos o alérgicos.
  • Aplastamiento de la nariz o lesiones en la boca provocadas por golpes o accidentes.

Síntomas

Los síntomas de la asfixia dependen de la intensidad de la causa que la provoca. Si existe alguna obstrucción, los músculos que participan en el proceso de la respiración actuarán de forma más vigorosa. Así, por ejemplo, los músculos del cuello se pondrán en tensión intentando liberar el bloqueo. Al mismo tiempo, la respiración se hará dificultosa y ruidosa, y aparecerá una espuma rosada o roja entre los labios del asfixiado. Otros síntomas son el gradual incremento de la coloración azul de la piel y una respiración cada vez más profunda y rápida. Y cuando las condiciones que provocan las asfixia se mantienen durante cierto tiempo, el paciente suele quedar inconsciente. Si se detiene la respiración, puede producirse la muerte o lesiones irreversibles en el cerebro debidas a la falta de oxígeno.

Primeros auxilios

Asfixia causada por cuerpos extraños

Es fundamental actuar con rapidez, ya que si la falta de oxígeno se prolonga durante más de cinco minutos puede ocasionar la muerte o daños cerebrales irreversibles. Si la persona afectada tose con debilidad o respira con dificultad, hay que actuar de inmediato. En primer lugar, conviene inspeccionar la boca y la garganta con un dedo y extraer, en su caso, el cuerpo extraño que impide el paso del aire. Si el afectado es un niño pequeño, conviene sujetarlo por los tobillos y ponerlo boca abajo, golpeando su espalda con el fin de intentar desalojar la obstrucción. Si el accidentado es un adulto, se le hará sentar y se le inclinará hacia delante, con la cabeza entre las rodillas. Es conveniente, además, darle varias palmadas fuertes sobre la espalda. Si el afectado está consciente, debe sujetársele desde atrás, pasando el brazo con la mano cerrada alrededor de la parte superior del estómago.

Colocar la otra mano sobre el puño y presionar fuerte y bruscamente hacia dentro y arriba por debajo del esternón. Esta acción tiene por objeto producir un aumento de presión del aire contenido en los pulmones, el cual al salir empujará hacia el exterior el cuerpo extraño que obstruya la vía respiratoria. En algún caso esta presión puede dañar los órganos internos, por lo cual es necesario visitar al médico tras el primer auxilio. En caso de que la persona que padece asfixia esté inconsciente se le debe acostar de lado y golpear fuertemente con la palma de la mano sobre la espalda a la altura de los omóplatos. Si ninguna de estas medidas diera resultado, debe iniciarse una respiración artificial boca a boca. Si la obstrucción fuera causada por la propia lengua, hay que colocar a la persona afectada de espaldas, extender su cabeza hacia atrás y desplazar su mandíbula hacia delante. No se debe manipular la lengua.

Respiración artificial boca a boca

El método más sencillo y eficaz para efectuar la respiración artificial consiste en introducir aire dentro de los pulmones de la persona que padece asfixia, generalmente como consecuencia de un accidente. Para ello se procede del siguiente modo: Acostar al paciente en el suelo, de espaldas. Asegurar la parte posterior del cuello, inclinar la cabeza hacia atrás y tirar de la mandíbula hacia delante y arriba. Pasar el dedo por todo el interior de la boca del paciente para verificar que no hay nada que obstruya la garganta. Retirar, en su caso, la dentadura postiza. Apretar las aletas de la nariz para mantenerlas cerradas. Hacer una profunda inspiración y ceñir, con los labios, la boca del sujeto. Soplar con fuerza. Apartar la boca. Si el pecho no desciende a medida que se exhala el aire, debe buscarse nuevamente el objeto que obstruye las vías respiratorias dentro de la boca de la persona afectada. Hacer cuatro insuflaciones y comprobar los latidos del corazón. Tal vez sea necesario aplicar al mismo tiempo un masaje cardíaco. Continuar introduciendo aire por la boca del afectado, al ritmo de una vez cada cinco segundos, hasta que se restablezca la respiración natural.

Como actuar

Se han diseñado muchas formas de respiración artificial. La más práctica para la reanimación de urgencia es el procedimiento boca a boca: el reanimador sopla aire a presión en la boca de la víctima para llenarle los pulmones. Antes de ello, debe retirarse cualquier cuerpo extraño que obstruya las vías respiratorias. La cabeza de la víctima debe ser inclinada hacia atrás para evitar que la caída de la lengua obstruya la laringe; una mano mientras con la otra se empuja hacia atrás la frente. El reanimador obtura los orificios nasales pinzándolos con los dedos, inspira profundamente, aplica su boca a la de la víctima, y sopla con fuerza hasta ver llenarse el tórax; después retira su boca y proceso debe repetirse 12 veces por minuto en un adulto y 20 veces por minuto en un niño. Si las vías respiratorias no están despejadas, debe comprobarse la posición de la cabeza de la víctima. Si todavía no se consigue permeabilidad se rota el cuerpo hacia la posición de decúbito lateral y se golpea entre los omóplatos para desatascar los bronquios. Después se vuelve a la respiración boca a boca. Si todavía no se consigue, se realiza la maniobra de Heimlich. Ésta es una técnica que se ha desarrollado en los últimos años para tratar a los médico estadounidense Henry Jay Heimlich, se llama maniobra de Heimlich o “abrazo de oso”, y consiste en la aplicación súbita de una presión sobre el abdomen de la víctima.

El aumento de presión abdominal comprime el diafragma, éste a los pulmones, que expulsan aire a alta velocidad y presión, despejando las vías respiratorias. La maniobra se realiza situándose tras el paciente, rodeando su cintura con los brazos y entrelazando las manos, situando éstas entre el ombligo y la caja torácica, y presionando fuerte y de forma brusca hacia atrás y hacia arriba. Si la víctima está en posición horizontal, se presiona sobre el abdomen con la mano. Debe evitarse presionar sobre las costillas, pues se pueden romper, sobre todo en niños y ancianos. Una vez iniciada, la respiración artificial no debe suspenderse hasta que el enfermo empiece a respirar por sí solo o un médico diagnostique la muerte del paciente. Cuando el paciente empieza a respirar espontáneamente no debe ser desatendido: puede detenerse de nuevo la respiración de forma súbita o presentarse irregularidades respiratorias. En casos de ahogamiento siempre hay que intentar la respiración artificial, incluso aunque el paciente haya presentado signos de muerte durante varios minutos. Se han descrito varios casos de pacientes sumergidos durante más de media hora, cianóticos y sin posibilidades de reanimación, que respondieron a los primeros intentos del socorrista.

Fuentes