Ataque al cuartel de Jamaica de Yateras

Ataque al cuartel de Jamaica de Yateras
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Ataque de las fuerzas revolucionarias contra el cuartel de la Guardia Rural del poblado de Jamaica de Yateras.
Fecha:12 de abril de 1958


Ataque al cuartel de Jamaica de Yateras. El 12 de abril de 1958, fuerzas del Ejército Rebelde, bajo el mando directo del comandante Efigenio Ameijeiras, atacaron el cuartel del poblado de Jamaica de Yateras.

Localización

El pueblo de Jamaica de Yateras, en esa fecha era perteneciente a la antigua provincia de Oriente, y hoy es la cabecera del municipio Manuel Tames, de la provincia Guantánamo. Era una posición estratégica en una región de relieve montañoso, que ha sido una zona de acontecimientos históricos. En 1871 Jamaica fue atacada y tomada por fuerzas al mando de Antonio Maceo. En esta ocasión el ejército español tuvo grandes bajas, mientras que el ejército Libertador obtuvo pertrechos y municiones, así como víveres y vestuarios. En 1958 los campesinos de esas montañas se dedicaban fundamentalmente a la producción de café.

Contexto

En 1958 el Comandante en Jefe Fidel Castro, siguiendo su concepción estratégica de ampliar los frentes de guerra, decidió extender la lucha guerrillera más allá de la Sierra Maestra. Con ese fin ascendió a comandantes a los entonces ya veteranos capitanes Raúl Castro y Juan Almeida con la misión de organizar y dirigir el Segundo y Tercer Frentes al mando de las columnas 6 Frank País y 3 Santiago de Cuba respectivamente. Raúl, al mando de 54 combatientes partió el 1ro de marzo hasta llegar al norte de San Luis, donde el 11 de marzo proclamó oficialmente abierto el II Frente, que debía cubrir el territorio de Mayarí hasta Baracoa.

En contacto con el comandante René Ramos Latour (Daniel), jefe nacional de acción del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el comandante Raúl Castro, decidió organizar la Operación Omega, que comprendía numerosas acciones del ejército rebelde en apoyo a la huelga nacional convocada para el 9 de abril de 1958.

Como parte del plan de acciones Raúl decidió el ataque simultáneo a los cuarteles del ejército de la dictadura en Imías, Caimanera, Jamaica y Soledad con la misión de derrotar al enemigo en esas posiciones y capturar una determinada cantidad de armas que fortalecerían considerablemente el incipiente Segundo Frente Oriental. En realidad, el día 9 solo se pudo atacar a Imias, y el resto de las acciones se efectuaron pocos días después.

Raúl designó al comandante Efigenio Ameijeiras Delgado y a los capitanes Félix Pena y Manuel Fajardo Sotomayor para que atacaran el cuartel de Jamaica. Efigenio mandaba una escuadra, y Pena y Fajardo iban al frente de las Compañía E y D, respectivamente.

El cuartel se encontraba en la carretera de Guantánamo a Jamaica. Antes de llegar al poblado había una curva y dos lomas, de inmediato un puente y después el poblado; el río corría por detrás del cuartel enemigo.

Desarrollo

El capitán Félix Pena recibió en el poblado de Puriales de Caujerí la orden de partir hacia Felicidad de Yateras con los hombres más experimentados y mejor armados y allí ponerse bajo las órdenes de Efigenio Ameijeiras. Llegaron temprano en la mañana del 12 y Pena se presentó ante Ameijeiras que junto al capitán Fajardo lo esperaban. Efigenio les explicó a ambos la misión a cumplir: el ataque al cuartel de Jamaica.

Efigenio mandó a colocar dos emboscadas: la primera situada en la carretera de Jamaica a Guantánamo después del entronque que conducía al central Esperanza, con el teniente Gerardo Reyes (Yayo) al frente; la segunda a la salida de Jamaica en el camino que conducía a Romelié (Héctor Infante), con el teniente Francisco Montiel como responsable. La caravana rebelde bajó de Felicidad de Yateras, el camino estaba en malas condiciones por las distintas lluvias y el fango dificultaba los movimientos.

El plan de ataque fue que Ameijeiras atacaría por el frente del cuartel, Fajardo por su flanco derecho y Pena por la retaguardia. Fajardo y sus combatientes entraron por la carretera de Guantánamo Jamaica. Los combatientes de la Compañía D de Fajardo entraron por el pequeño puente y se dirigieron al flanco derecho del cuartel.

La misión del grupo dirigido por Pena era situarse por el fondo de la instalación, ubicar sus hombres y esperar a que Efigenio comenzara el ataque. Antes de llegar a su posición, fue necesario atravesar el río, que estaba crecido y el agua daba a la altura del pecho. Toda la operación se realizó sin novedad. La noche estaba oscura. Pena distribuyó el personal y logró acercarse a unos 25 metros del cuartel.

Aproximadamente a las 11:30 de la noche, al acercarse Efigenio con sus hombres, fueron descubiertos por el enemigo, que abrió fuego sobre ellos. Este ordenó a su personal que no respondiera el fuego para poder aproximarse más al cuartel cuando Pena atacara por la retaguardia y así resultó; ya a 20 pasos del cuartel abrió fuego, lo que hizo que los guardias concentraran el poder de sus armas sobre su posición. El combate entre ambas partes se hacía cada vez más intenso. A viva voz Efigenio conminaba al enemigo para que se rindiera, el que, pasado corto tiempo, disparaba muy poco.

Mientras, en la emboscada dirigida por Yayo Reyes, alrededor de la 1:30 de la madrugada, divisaron el refuerzo enemigo. La caravana enemiga se detuvo a 100 metros de la emboscada y muchos guardias se desmontaron de los camiones negándose a avanzar mientras le exponían a su superior que era lógico que hubiera una emboscada allí. El teniente Martínez los maltrató de palabra y montó en su jeep, cruzó la emboscada y regresó luego junto a los suyos, gritando “¡Ahí no hay nadie!, y los guardias montaron en los camiones.

Los camiones avanzaron a 25 metros uno del otro, cuando ya pasaban Yayo hizo fuego sobre el primer camión, siendo secundado por todos sus hombres. Tomás Nordet disparó un M26 que estalló dentro del camión atacado y del resto de los camiones comenzaron a hacer descargas contra la posición rebelde. Los soldados se lanzaron de los vehículos y tomaron posiciones.

De la Compañía D cayeron tres combatientes: el sargento Lorenzo Boicet Antoine, los soldados Américo Delis Hernández, quien sirvió de práctico a Efigenio, y Reynaldo Góngora Lara, cuyos cadáveres fueron profanados por el enemigo.

Por la escasez de parque, sobre todo en los fusiles la orden de retirada tuvo que anticiparse. Las bajas del ejército entre muertos y heridos pasaron de 20.

Fuentes

  • Arcadio Ríos. Hechos y personajes de la Historia de Cuba. Recopilación Bibliográfica. La Habana, 2015. 320 p.
  • Belarmino Castilla. Segundo Frente Oriental Frank País. Un Estado revolucionario dentro de otro. Revista Bohemia. La Habana, 8 de marzo de 2013.Págs. 12-13.