Atresia esofágica

Atresia esofágica
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Atresia esofágica: Es un trastorno del aparato digestivo, en el cual el esófago no se desarrolla apropiadamente. Constituye una de las patologías malformativas de tratamiento quirúrgico mas frecuentemente observada en las unidades de cuidados intensivos neonatales. Se define como la interrupción de la luz esofágica con o sin comunicación con la vía aérea. Si bien es una malformación del aparato digestivo, debe incluirse dentro de las malformaciones congénitas que condicionan el cuadro de dificultad respiratoria. Por ser una embriopatía, se manifiesta en un elevado porcentaje asociada a otras malformaciones como las cardíacas, musculoesqueléticas, anorectales y genitourinarias.

Causas

La atresia esofágica es anomalía congénita, lo cual significa que ocurre antes del nacimiento, y existen varios tipos de ella. En la mayoría de los casos, la parte superior del esófago termina y no se conecta con su parte inferior ni con el estómago. El extremo superior del segmento inferior del esófago se conecta a la tráquea, una conexión llamada fístula traqueoesofágica (FTE). Algunos bebés con FTE también presentarán otros problemas, como trastornos cardíacos u otros trastornos del tubo digestivo.

Otros tipos de atresia esofágica involucran el estrechamiento del esófago y también pueden estar asociados con otras anomalías congénitas.

La atresia esofágica ocurre en aproximadamente 1 de cada 4,000 nacimientos.

Tipos de Atresia de Esófago

Un tipo de atresia esofágica.

Pueden identificarse cinco tipos anatomopatológicos de AE(clasificación de Ladd y de Gross). Utilizaremos la clasificación de Ladd para dividirlas en tipos I, II, III, IV Y V. Si bien la tipo V o fístula en H aislada no es en realidad una AE se incluye de todas formas dentro de la clasificación.

Tipo I

Es la AE sin fístula o “atresia pura” no existiendo comunicación con la vía aérea. Representa el 5% de los casos y es la segunda en frecuencia. Es de fácil diagnóstico en el embarazo ya que cursa con polihidramnios y ausencia de imagen gástrica en las ecografías prenatales. Al nacer estos pacientes presentan abdomen excavado por falta de pasaje de aire al intestino. Resulta dificultoso además realizar en estos pacientes una anastomosis primaria debido a que en la mayoría de los casos ambos cabos se encuentran muy separados entre si. Estos casos de cabos distantes o long gap se resuelven por etapas a conforme se produce el crecimiento del niño.

Tipo II

Es una forma muy rara de AE representando del 1 al 3% de los casos. Existe una fístula desde el cabo superior del esófago a la tráquea cervical. No hay pasaje de aire al intestino y se comporta como long gap ya que generalmente los cabos se encuentran muy separados.

Se observa en más del 90% de los casos siendo este tipo utilizado comúnmente como sinónimo de AE. Presenta una bolsa esofágica superior ciega y una comunicación entre el extremo distal esofágico y la tráquea (fístula traqueoesofágica) generalmente ubicada a escasos centímetros de la carina. La distancia entre los dos fondos de saco por lo general es inferior a dos o tres vértebras aunque en el 30% de los casos existe long gap. En las ecografías prenatales se puede observar una cámara gástrica normal debido al pasaje de aire a los intestinos. En estos pacientes el reflujo gastroesofágico puede ser lesivo para los pulmones produciendo neumonías químicas y luego sobreinfección bacteriana. La coexistencia con atresia duodenal, intestinal o malformaciones anorectales, constituyen un cuadro de urgencia, ya que el gran flujo de aire desviado hacia el sistema digestivo a través de la fístula provoca distensión abdominal severa e incluso perforación intestinal.

Tipo III

Se observa en más del 90% de los casos siendo este tipo utilizado comúnmente como sinónimo de AE. Presenta una bolsa esofágica superior ciega y una comunicación entre el extremo distal esofágico y la tráquea (fístula traqueoesofágica) generalmente ubicada a escasos centímetros de la carina. La distancia entre los dos fondos de saco por lo general es inferior a dos o tres vértebras aunque en el 30% de los casos existe long gap. En las ecografías prenatales se puede observar una cámara gástrica normal debido al pasaje de aire a los intestinos. En estos pacientes el reflujo gastroesofágico puede ser lesivo para los pulmones produciendo neumonías químicas y luego sobreinfección bacteriana. La coexistencia con atresia duodenal, intestinal o malformaciones anorectales, constituyen un cuadro de urgencia, ya que el gran flujo de aire desviado hacia el sistema digestivo a través de la fístula provoca distensión abdominal severa e incluso perforación intestinal.

Tipo IV

Presenta fístulas en ambos cabos esofágicos y su observación es poco frecuente. Este tipo de atresia representa el 2% de los casos. La fístula superior a veces se encuentra por accidente cuando se efectúa la corrección de la fístula inferior, pasando en muchos casos inadvertida por el cirujano.

Tipo V

En estos pacientes se presenta el esófago permeable con una fístula traqueoesofágica generalmente de ubicación cervical o torácica alta. En general el diagnóstico se realiza en la infancia ya que los síntomas aparecen en este período.

Síntomas

  • Coloración azulada de la piel (cianosis) con el intento de alimentación.
  • Tos, náuseas y asfixia con el intento de alimentación.
  • Babeo.
  • Alimentación deficiente.

Pruebas y exámenes

Antes del nacimiento, una ecografía realizada en la madre embarazada puede mostrar presencia de líquido amniótico excesivo, lo cual puede ser un signo de atresia esofágica u otra obstrucción del tubo digestivo.

El trastorno generalmente se detecta poco después del nacimiento cuando se alimenta al bebé y éste tose, se ahoga y se torna de color azul. Tan pronto como se sospecha el diagnóstico, se debe tratar de pasar una sonda pequeña de alimentación a través de la boca o de la nariz hasta el estómago. Esta sonda no logra hacer todo este recorrido hasta el estómago si el bebé padece atresia esofágica.

Una radiografía del esófago revela una bolsa llena de aire y la presencia de aire en el estómago y el intestino. Si se ha introducido una sonda de alimentación, ésta aparecerá enrollada en la parte superior del esófago.

Tratamiento

La atresia esofágica se considera una emergencia quirúrgica. La cirugía para reparar el esófago se debe llevar a cabo rápidamente después de que el bebé se ha estabilizado, de manera que no se presente daño a sus pulmones y que se le pueda alimentar.

Antes de la cirugía, no se debe alimentar al niño por vía oral y se deben tomar las precauciones necesarias para evitar la broncoaspiración con secreciones.

Diagnóstico

En el periodo pre-natal la AE puede ser sospechada en aquellos casos en que se presente polihidramnios materno. Esta característica se encuentra presente únicamente en las AE Tipo I y en los casos en que la fístula está obturada o es de muy pequeño calibre. Además en la ecografía fetal no se visualizará la cámara gástrica como consecuencia de la falta de flujo hacia el aparato digestivo.

En la sala de partos es bastante sencillo realizar un diagnóstico presuntivo ante la imposibilidad de progresar una sonda de aspiración hasta el estómago. Este procedimiento se realizará en forma suave y con una sonda de goma con su extremo distal blando para evitar lesiones traumáticas en la retrofaringe lo que podría dar como resultado un diagnóstico erróneo de AE.

Sin embargo la confirmación diagnóstica debe efectuarse a través de una radiografía toracoabdominal introduciendo una sonda radioopaca en la bolsa superior, o de un tubo endotraqueal en caso de no contar con ella. También pueden instilarse de 2 a 3 ml de material de contraste hidrosoluble isoosmolar en la bolsa superior con control radioscópico. Este procedimiento no se recomienda realizarlo de rutina y debe ser realizado únicamente por el cirujano.

Por último, el diagnóstico preoperatorio deberá realizarse a través de endoscopía lo que permitirá al cirujano tener la certeza de la ubicación de la fístula y la distancia a la cual se encuentran ambos cabos esofágicos.

Posibles complicaciones

El bebé puede inhalar saliva y otras secreciones hacia los pulmones, causando neumonía por aspiración, asfixia y posiblemente la muerte.

Otras complicaciones pueden abarcar:

  • Problemas en la alimentación.
  • Reflujo (regurgitación repetitiva del alimento desde el estómago) después de la cirugía.
  • Estrechamiento (estenosis) del esófago debido a cicatrización a causa de la cirugía.

La prematuridad puede complicar la afección.

Fuente

Véase también