Aurelio de la Vega

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Aurelio de la Vega
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Datos generales
Nombre real:De la Vega Saavedra, Aurelio
Fecha de nacimiento:28 de noviembre de 1925
ciudad de La Habana,
República de Cuba Bandera de Cuba
Fecha de fallecimiento:12 de febrero de 2022 (96 años)
ciudad de Northridge,
distrito de Los Ángeles,
estado de California,
Estados Unidos Bandera de los Estados Unidos de América
Ocupación:compositor, ensayista, conferencista, poeta y profesor universitario

Aurelio de la Vega (La Habana, 28 de noviembre de 1925 - Los Ángeles, 12 de febrero de 2022) fue un compositor, ensayista, conferencista, poeta y profesor universitario cubano expatriado en Estados Unidos.[1]

Escribió numerosas obras en muchas formas y medios y, desde principios de la década de 1960, fue una fuerza activa en la escena musical de Estados Unidos. Muchas de sus composiciones están publicadas y grabadas, y la mayoría de ellas se tocan constantemente a nivel nacional e internacional.

Su música y sus ideas estéticas han sido comentadas y analizadas en libros, periódicos y críticas de todo Estados Unidos y América Latina.

En 1978 fue galardonado con el codiciado Premio Friedheim del Kennedy Center for the Performing Arts, Washington, D.C. Ha sido nominado cuatro veces al Premio Grammy Latino, tres veces a la “mejor composición clásica contemporánea” y una vez al “mejor álbum clásico”.

Fue decano de la Facultad de Música de la Universidad de Oriente.

Síntesis biográfica

Estudió en La Habana armonía, contrapunto y análisis musical con el profesor vienés Fritz Kramer.

En 1947, con 21 años, se trasladó a la ciudad de Los Ángeles (California), donde fue alumno de composición de Arnold Schönberg y Ernst Toch.

En 1950 regresó a Cuba, donde fue decano de la Facultad de Música de la Universidad de Oriente (Santiago de Cuba).

Entre 1953 y 1957 impartió conferencias en Estados Unidos, México, Puerto Rico y Venezuela.

En 1959 se estableció en Los Ángeles, y allí trabajó como profesor de composición en San Fernando Valley State College (Universidad Estatal del Valle de San Fernando, hoy nombrada California State University) en la ciudad de Northridge.

Profesionalismo desmedido

Su musicalidad y vasto dominio técnico sobre los materiales y recursos que emplea, le dan a sus obras un original y preciso acabado. Su música se caracteriza por un profundo concepto, un libre discurrir y una expresión poética henchida de dinámica emotiva. Según Gerard Béhague, después de una filiación temprana al posimpresionismo y al romanticismo modernista del compositor polaco Karol Szymanowsky, como se aprecia en el ciclo de canciones La fuente infinita (de 1944); en los primeros años de los años 1950, De la Vega giró hacia un lenguaje cromático combinado con un poderoso impulso rítmico; también desarrolló ciertas inquietudes técnicas que iban a seguir siendo importantes para él, en particular un estilo virtuosístico de escritura para los instrumentos tradicionales, con una fuerte base de los principios estructurales.

Aunque proclamó su oposición al nacionalismo musical, utilizó melodías y rasgos típicos cubanos en algunas de sus obras iniciales, como la Leyenda del Ariel criollo (1953), para violonchelo y piano. Junto al cromatismo, De la Vega fue el primer compositor cubano que cultivó el atonalismo, aunque con bastante independencia de criterio, como en Elegía, para orquesta de cuerdas (1954), y Divertimento, para violín, violonchelo, piano y orquesta de cuerdas (1956).

En 1957 comenzó a desarrollar un estilo dodecafónico no convencional, con el Cuarteto de cuerdas in memoriam Alban Berg.

A partir de los años sesenta abandonó gradualmente el serialismo y comenzó a valerse de los medios electrónicos, las formas abiertas, los procedimientos aleatorios y las partituras gráficas. Una de las primeras obras que señalan tal dirección es Structures, para piano y cuarteto de cuerdas (1962), en la que utiliza el serialismo en tres de sus movimientos, y estructuras improvisatorias en otros dos.

La pieza electrónica temprana Vectors (1963), fue seguida por Segments, para violín y piano (1964), y Variants, para piano (1964).

En 1964 compuso Interpolation, para clarinete solo con o sin elementos de sonido pregrabado. Los recursos instrumentales exigidos para estas obras incluyen vibrato microtonal para violín, clusters y diversos tipos de manipulación de las cuerdas del piano y uso de las llaves del clarinete como fuente sonora. Además, Interpolation requiere de diferentes formas de posiciones de la embocadura, el bajar una nota sin hacerla sonar, emplear sonidos de soplo sin nota específica, y hasta el uso de una sordina especialmente inventada para el clarinete. Sin embargo con ninguna otra pieza ha tenido De la Vega tanto éxito ―en términos de combinaciones de color expresivo y organización estructural― como Tangents, para trompeta y los mismos sonidos pregrabados (1973), en la que explora los timbres y los aspectos expresivos de los instrumentos solos, en un diálogo con los sonidos electrónicos.

Ambas son piezas virtuosísticas que cubren los registros más extremos de los instrumentos y exigen muchas formas distintas de articulaciones, ataques y fraseo, y tanto en las partes instrumentales como en las electrónicas se presentan y desarrollan elementos motívicos. En Tangents esos motivos poseen el carácter de expresiones abruptas y exclamatorias, cuya expresividad emana fundamentalmente del cromatismo y de la amplitud del ámbito sonoro.

La evolución estética de Aurelio de la Vega va de la influencia de Alban Berg a la música de vanguardia, pero su definida y flexible personalidad, su necesidad de expresión propia, caracterizada por un profundo concepto de su labor creadora, lo conducen a un libre discurrir sobre los materiales y recursos que emplea en sus obras.

Fallecimiento

De la Vega falleció el 12 de febrero de 2022, a los 96 años, en la ciudad de Northridge, un suburbio a 41 km al noroeste del centro de la ciudad de Los Ángeles.[2]

Obras

Piano

  • 1943: Sarabande;
  • 1943: Canción sin palabras;
  • 1944: Cuatro preludios;
  • 1944: Tema y variaciones;
  • 1945: Toccata y sonata
  • 1947: Rondó en mi bemol
  • 1953: Epigrama
  • 1956: Danza lenta
  • 1957: Minuet.

Voz y piano

Música de cámara

  • 1945: Dos movimientos para cuarteto de cuerdas: “Introducción” y “Aria”;
  • 1946: Tríptico, para orquesta de cuerdas;
  • 1947: La muerte de pan, para violín y piano;
  • 1949: Trío, para violín, violonchelo y piano: “Allegro”, “Andante”y “Allegretto”;
  • 1949: Soliloquio, para viola y piano,
  • 1950: Trío, para piano, violín y violonchelo
  • 1950: Cuarteto número 2;
  • 1953: Leyenda del Ariel criollo, para violonchelo y piano (Premio Virginia Colliers, 1954);
  • 1954: Elegía, para orquesta de cuerdas; y
  • 1956: Divertimento, para violín, violonchelo, piano y orquesta de cuerdas;
  • 1956: Cuarteto de cuerdas: “Allegro”, “Adagio”, “Scherzo”, “Presto”, “Rondó”, “Finale”, entre otras.

Orquesta

  • 1947: Suite;
  • 1950: Obertura a una farsa seria, inspirada en la obra Frenesí, de Charles de Peyret-Chappuis (1912-1995);
  • 1952: Introducción y episodio;
  • Elegía, para orquesta y cuerdas;
  • Sinfonía en cuatro partes: “Obertura”, “Himno”, “Ostinato” y “Toccata”.

Ballet

  • 1955: Débora y Traulio.

Solista y orquesta

  • 1956: Divertimento, para violín, violonchelo, piano y orquesta;
  • 1956: Cantata, para dos sopranos, contralto y veintiún instrumentos, textos: Roberto Fernández Retamar.

Música electroacústica

  • 1963: Vectors;
  • 1964: Segments, para violín y piano;
  • 1964: Variants, para piano;
  • 1965: Interpolation, para clarinete solo;
  • 1973: Tangents, para trompeta y los mismos elementos sonoros pregrabados.

Fuentes