Benitoíta

benitoíta
benitoíta




Color:
azul



La benitoíta, con su perfecta transparencia vítrea y azul llamativo, es un mineral sumamente hermoso, escaso y considerado uno de los más raros del mundo; porque cuando se observa desde distintos ángulos cambia de color azul a incoloro; es decir, tiene la propiedad de presentar dos coloraciones distintas, según la dirección de luz que la atraviese en ese momento.

Descripcion

Sin embargo, aunque hay una variedad de diamantes transparentes, catalogados de muy raros por su inusual color; la benitoíta sigue siendo un mundo de destellos y de insuperables matices; por lo que ha demostrado, una rareza superior al diamante que aún no se ha podido comprender.

Este agraciado mineral pertenece a la familia de los ciclosilicatos. No obstante, no se conoce muy bien el origen de su color y propiedades fluorescentes que la caracterizan; ya que cuenta con una intensa irradiación de luz azulada, muy parecida a la del diamante.

Su yacimiento ha sido encontrado en California, estado donde es gema oficial desde 1985; y de hecho, en este lugar se encuentra la única mina que se explota con fines gemológicos. Asimismo, por tratarse de ser un elemento muy escaso, solo se puede encontrar en el Condado de San Benito, de donde deriva su nombre; también en algunas zonas de California (Estados Unidos); en Japón y Arkansas se encuentra solamente en cantidades limitadas y además, no poseen la calidad de piedra preciosa.

Historia

Los primeros vestigios de la benitoíta fueron descubiertos en 1907, por el explorador George D. Louderback, quien los confundió con zafiros, mineral al que se parecía mucho, precisamente por su color.

La benitoíta se trata de un elemento bastante duro, con grado 6,5 en la escala de Mohs, medianamente frágil y con fractura concoidal. Sus cristales tienen forma hexagonal y sus colores van desde el azul celeste al azul zafiro. Las distintas coloraciones que presenta, son debido a la presencia de titanio y de inclusiones de átomos de hierro.

Composición Química

La composición es una mezcla de silicato de bario y titanio, dos elementos químicos poco frecuentes; aunque también lleva impurezas de sodio se puede encontrar en ella la natrolita, neptunita, joaquinita, serpentina y albita, que son un tipo de elementos de la clase de las zeolitas, que son pocos frecuentes.

Aunque es una gema buscada por los coleccionistas, a la benitoíta se le han conferido atributos estéticos en cuanto a la fina joyería se refiere; ya que muchos de sus ejemplares constituyen colecciones de gemas que se engastan en algunas joyas más preciadas en todo el mundo.

De esta manera, las piezas más grandes que se encuentran mayormente son talladas en forma de brillante o en “escalera” y empleadas en joyería; sin embargo, esto no suele ocurrir comúnmente, debido a que el color azul casi nunca armoniza con el aplanamiento de la gema, lo que no permite que se aproveche todo de ella. De todas formas, si es para coleccionarla o para lucirla, la benitoíta no pierde su inigualable belleza.

Fuentes