Calacio

Calacio
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Clasificación:Calacio marginal
Región más común:En el borde del párpado

Calacio. Es un engrosamiento granulomatoso crónico de una de las glándulas de Meibomio a consecuencia de la obstrucción de su conducto, acompañado de una inflamación de los tejidos próximos. Se observa con mayor frecuencia en los adultos, a menudo existen varios a un mismo tiempo y tienden a la recidiva en grupos.

Síntomas

El calacio es un engrosamiento granulomatoso crónico de una de las glándulas de Meibomio a consecuencia a consecuencia de la obstrucción de su conducto, acompañado de una inflamación de los tejidos próximos. Se observa con mayor frecuencia en los adultos, a menudo existen varios a un mismo tiempo y tienden a la recidiva en grupos.

El proceso es más bien de desarrollo lento, sin síntomas o con ellos pero insignificantes, hasta que después de semanas o meses ha adquirido el tamaño de un guisante más o menos grande. Entonces presenta una tumefacción apreciable, dura al tacto y que está adherida al tarso pero no a la piel. Al evertir el párpado, su situación se reconoce por una coloración roja o púrpura, (m y a veces por una pequeña masa de tejido de granulación. Raras veces el calacio desaparece espontáneamente; de vez en cuando supura, (calacio supurante, orzuelo interno, para distinguirlo del más común orzuelo externo), presentando en este caso síntomas inflamatorios agudos.

En ocasiones se forman en el conducto de la glándula de Meibomio y sobresalen como un nódulo gris rojizo en el borde del párpado (calacio marginal). Pueden ser molestos por la desfiguración que producen y por por la irritación conjuntival que ocasionan.

Patología

El conducto de Meibomio se obstruye por la proliferación de su epitelio y los tejidos circundantes se infiltran de linfocitos y células fijas de tejido conjuntivo. Gran parte del tejido glandular es remplazado por pequeñas células redondas (tejido de granulación) con células gigantes (no tuberculosas) ; la circulación sanguínea se interrumpe por el tejido fibroso circundante y entonces el contenido experimenta la degeneración, por lo que se forma una masa gelatinosa que al cabo de mucho tiempo se licua, constituyendo entonces el calacio un seudoquiste con gruesas paredes fibrosas.

Tratamiento

Cuando son pequeños no requieren intervención, a veces podemos provocar su desaparición por medio de aplicaciones de ungüento antibacteriano, seguidos de masajes y de compresas calientes.

Cuando son mayores los extirpamos de ordinario por medio de una operación por vía conjuntival. Se anestesia el saco conjuntival con un anestésico local, se evierte el párpado, se hace sobresalir el calacio y se inyectan algunas gotas de solución de novocaína – adrenalina, se practica una incisión vertical a través de la conjuntiva y de la pared del calacio con un pequeño bisturí, se evacua el contenido (secreción meimomiana, tejido de granulación y líquido mucilaginoso) y se practica escrupulosamente con la cucharilla el raspado de sus paredes. Después de la operación la cavidad se llena con un coágulo sanguíneo, lo que produce la persistencia de la desfiguración por corto tiempo; puede apresurarse la por medio de un masaje suave practicado varias veces al día. En ocasiones cuando es más accesible por el exterior sin adelgazamiento o decoloración del tarso reconocibles por eversión del párpado se escinde la masa con pinzas y tijeras curvas a través de una incisión horizontal en la piel, previa inyección de novocaína – adrenalina.

Se aplica la pinza de párpados o la de calacio de manera que el anillo circunde la superficie cutánea del tumor, apretando el instrumento con el fin de obtener un campo operatorio exan y proteger el globo ucular subyacente. Se cierra la herida con puntos de ceda fina.

El calacio marginal es difícil de extirpar si no se emplea el termóforo o la electrocoagulación.

Fuente

  • James H. Allen. Manual de las enfermedades de los ojos. Consultado el 1 de diciembre del 2013.