Calambre Térmico
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Calambre Térmico (Calambre de los fogoneros, calambre de los bomberos, calambre de los mineros, calambres de los cortadores de azúcar): Trastorno originado por el esfuerzo físico a temperaturas altas. Se caracteriza por la aparición súbita de calambres intensos de los músculos abdominales o del esqueleto.
Etiología
El factor causal consiste en el trabajo muscular intenso cuando la temperatura atmosférica es superior a 37,8 grados celcios, asociado a la perspiración profusa y la insuficiencia para reponer el cloruro sódico perdido, especialmente en sujetos sin aclimatar.
Sintomatología
El paciente puede encontrarse postrado, con las piernas flexionadas, o agitado, gesticulando y a veces lanzando gritos por el dolor muy intenso. Los calambres se producen en forma de paroxismos, sobre todo en los flexores de los brazos y de las piernas; entre uno y otro espasmo el paciente se encuentra relativamente bien. Cuando son afectados los músculos abdominales, el cuadro puede simular un abdomen agudo. El examen permite descubrir espasmos o nódulos palpables en los músculos, piel pálida y húmeda, temperatura rectal de 36,7 grados celcios a 37,8 grados celcios y presión sanguínea normal. El comienzo suele ser agudo. Sin tratamiento, el ataque puede durar horas o días.
Prevención
Puede conseguirse mediante el ingreso adecuado de cloruro sódico (1 ó 2 gm en agua, cuatro o más veces al día).
Tratamiento
La administración de cloruro sódico y agua tiene un efecto específico. Debe mantenerse al enfermo en posición de decúbito en un lugar fresco, iniciándose entonces la infusión intravenosa de un litro de suero salino isotónico. El resto del ingreso de sal puede hacerse por vía oral, en proporción de un gramo en un vaso de agua, repitiendo, según sea necesario, para aliviar los síntomas. Están contraindicados las compresas calientes y los catárticos salinos.
Fuentes
Cuarta edición en Español: “El manual merck” de diagnostico y terapéutica
