Candelaria Pérez

Candelaria Pérez
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Fotografía de Candelaria Pérez
ApodoSargento Candelaria

Nacimiento1810
Santiago,Bandera de Chile Chile
Fallecimiento28 de marzo de 1870
Santiago,Bandera de Chile Chile


Candelaria Pérez. Sargento del Ejército chileno que participó con valentía en contiendas y batallas.

Síntesis biográfica

Nació en Santiago en 1810, en el seno de una familia de artesanos. En su infancia no recibió instrucción debido a la pobreza de su familia, y se empleó desde muy niña. Trabajó como empleada doméstica en Valparaíso y más tarde con una familia holandesa, quienes la llevaron consigo al Callao en 1833. Gracias al apoyo de un amigo se independizó y estableció una pequeña fonda conocida como "Fonda de la chilena". Tras la llegada del Ejército chileno expedicionario, comandado por Manuel Bulnes, Candelaria decidió enrolarse como soldado o cantinera.

En el Ejército

Su labor en el Ejército fue una mezcla de soldado, enfermera, espía y mensajera. Durante el bloqueo del Callao por la escuadra chilena a cargo del Almirante Simpson, sirvió de mensajera y correo para llevar noticias a bordo. Evitaba la vigilancia enemiga, por medio de su disfraz de marinero.

No obstante su astucia, fue tomada prisionera y enviada a Casas Matas, de donde logró salir gracias al triunfo chileno en la Batalla de Portada de Guías. Una vez liberada se unió al Ejército Restaurador -como se llamó al Ejército chileno- en su retirada al Callejón de Huaylas. En el Ejército de Bulnes, Candelaria se distinguió como feroz soldado y estratega, indicando los puntos vulnerables del enemigo. Acompañó a la tropa durante toda la campaña y luego del combate, era la solícita enfermera que curaba las heridas y protegía a los caídos.

Asalto a Pan de azúcar

El hecho que la llevó a la fama fue el Asalto del Pan de Azúcar. Enrolada en el batallón Carampagne, se sumó a los 400 hombres que dirigidos por Bulnes rodearon el cerro y comenzaron a subir, agarrándose con las uñas y enterrando sus fusiles. Mientras, desde arriba, arreciaban las piedras y las descargas bolivianas. De vez en cuando podían disparar, eliminando al enemigo que caía cerro abajo.

En ese trance, Candelaria recibió en sus brazos el cuerpo del capitán del Carampangue, Guillermo Nieto quien, se supone, era su amante. Con sus últimas fuerzas, ella terminó el ascenso del cerro, junto a la mitad del contingente original y combatió mano a mano contra los soldados de la Confederación Perú-Boliviana.

A las diez de la mañana, el sargento del batallón Valparaíso, José Segundo Alegría, clavaba la bandera chilena en lo más alto del cerro. El enemigo había sido totalmente diezmado y posteriormente derrotado en la heroica Batalla de Yungay.

En el campo de batalla

En el campo de batalla Candelaria Pérez fue una mujer aguerrida y temeraria, demostró grandes habilidades militares, y combatió en las primeras filas de contiendas como el sitio al Callao, y la Batalla de Yungay. Además, curó a los soldados heridos. En reconocimiento a sus servicios, el General Bulnes la dotó del grado de Sargento.

Triunfos

En noviembre de 1839 el Ejército chileno fue recibido en Santiago por una multitud que ovacionaba su triunfo. La Sargento Candelaria Pérez recogió fuertes aplausos por su excepcionalidad. De hecho, el Ejecutivo le rindió homenaje en el Congreso a través de un discurso pronunciado por el presidente Manuel Bulnes Prieto, y el gobierno la ascendió al grado de Subteniente. Los tributos prosiguieron con los años, por ejemplo, en 1849 se presentó en el Teatro de la República, en Santiago, la obra de teatro La Acción de Yungay del dramaturgo Manuel Salgado Concha, donde ella apareció como un personaje principal.

En reconocimiento a sus servicios, el gobierno la ascendió al grado de alférez, concediéndole una pensión de 17 pesos mensuales.

Pesares

A pesar de los honores que en vida recibió, Candelaria Pérez se encontraba sola y abandonada económicamente. Percibía una pensión en razón de su contribución a la patria, pero era exigua y apenas le alcanzaba para pagar el alquiler de una pieza. El Convento de la Merced la proveía de comida. Su existencia fue amarga durante las décadas posteriores a la guerra, porque además de la pobreza, sufría severos dolores y una parálisis.

Muerte

La Sargento Candelaria Pérez falleció el 28 de marzo de 1870, en la que ya se encontraba retirada y solo cinco personas asistieron a su entierro. Gracias a la gestión de uno de los presentes, se presentó un grupo de soldados del Batallón de Buin, quienes ejecutaron el rito de honor correspondiente a un ex combatiente.

Fuentes