Carnaval de La Habana

Carnaval de La Habana
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Concepto:El carnaval de La Habana es la fiesta popular mayor de la capital de Cuba.

Carnaval habanero es la más importante tradición de la capital de Cuba. El ritmo contagioso de las congas, el colorido de los vestuarios, las luces de las fastuosas carrozas y la tradicional rivalidad de las comparsas que representan a los principales barrios de la ciudad, son algunos de los elementos que hacen únicos a los Carnavales de La Habana.

Significado de los carnavales

El carnaval es una fiesta que nació en la antigua Grecia y Roma en honor al dios de la sátira, Momo y al dios del vino Dionisio, donde se celebraba la alegría, el júbilo y la fertilidad.

Los elementos comunes de un carnaval

Los elementos comunes de un carnaval, son los desfiles de carrozas, las competencias coreográficas entre comparsas; la música popular tradicional, los bailes multitudinarios; es la apoteosis de la alegría, del perenne choteo, la jarana, el desenfado y el buen humor. No faltan las comidas y bebidas criollas.

Surgimiento de los carnavales en Cuba

En Cuba, los carnavales tuvieron sus inicios mucho antes de 1585 durante las celebraciones del Corpus Christi y la Epifanía. Por esos días los negros esclavos organizaban danzas y marchas colectivas, en los momentos que tenían para disfrutar de algunos días de descanso dados por los amos españoles.Este fenómeno social en la época colonial, se caracterizó por un marcado acento religioso. Las procesiones se originan cuando el conglomerado de personas se reunía para festejar a las santidades. Algo parecido fueron las comparsas callejeras, los Cabildos de Nación, integrados por los negros africanos que mostraban al público su cultura, además de la Tumba Francesa que llegó con los franceses y sus esclavos haitianos. Los aportes africanos, franco-haitianos, asiáticos e hispánicos, se expresan en estas fiestas, haciéndose notar sensiblemente en la danza,la música y el vestuario; la incorporación de los /mamarrachos y los enmascarados/ al final de la procesión, se convertía en una fiesta popular. Luego se incorporaron los cabildos y grupos de parranderos que, acompañados de tamboriles, sonajas, bándolas y chachás, entonaban sus cuartetas y estribillos pegajosos para ambientar la llamada fiesta de los mamarrachos.

Primer desfile de la comparsa

La Habana y sus más de tres siglos de comparsas

El primer desfile de la comparsa tuvo lugar en los carnavales de La Habana de 1937, y desde ese momento representa con jocosidad el ambiente aristocrático colonial asentado en la barriada durante el siglo XIV.

La farola de carnaval

La farola de carnaval es uno de los elementos indispensables que dan vida al festejo, acaparando la atención de todos, por sus movimientos y por la destreza de sus ejecutantes; es la portadora de las buenas noticias. En La Habana hay siete comparsas tradicionales: Los Dandys de Belén, El Alacrán, La Jardinera, Los Marqueses de Atarés, Los Componedores de Batea, Las Bolleras y Villa San Cristóbal. La farola se considera un símbolo de cada comparsa, sirve como componente central de la composición y en ella se apoya el vestuario con los colores de su banda, que representa la elegancia carnavalesca y las fantasías.

Historia oficial de los carnavales habaneros

El origen de estas festividades data de una fecha tan lejana como el siglo XVII. Por esos años, los cabildos de las distintas villas de la Isla realizaban grandes procesiones callejeras durante los domingos y días especiales como los feriados y las celebraciones de los santos. Los historiadores cuentan que en esas jornadas los dirigentes y sus acompañantes lucían fastuosos atuendos, similares a los que se utilizaban en las cortes reales europeas. Por su parte, los participantes en las procesiones y bailes utilizaban tocados de plumas y máscaras africanas con cuernos y adornos vegetales.También eran populares en esa época la celebración de la Epifanía, festividades que se realizaban el 6 de enero, coincidiendo con la celebración católica del Día de Reyes. Era en esa fecha que algunos amos liberaban de sus labores a sus esclavos, quienes participaban en los desfiles aportando gran colorido y ritmo al hacer uso de sus instrumentos tradicionales, de esta forma se incorporó el uso de la percusión a la música de carnaval.

  • En 1823 comenzaría la historia oficial de estas festividades, cuando el entonces gobernador general de la Isla Dionisio Vives autorizó a los cabildos a recorrer las calles de La Habana, reconocido antecedente de las actuales comparsas.

La tradición duro poco, ya que, en 1868, tras el estallido de la Guerra de los Diez Años, se volvió a prohibir la celebración de los carnavales.

  • El 24 de febrero de 1895 hubo un intento por retomar las fiestas. Sin embargo, esa fecha coincidió con el Grito de Baire, inicio de la llamada Guerra Necesaria, última y definitiva gesta para liberar a la Isla del yugo colonial español.
  • En la Cuba republicana, la celebración de los Carnavales de La Habana alcanzó mayor estabilidad. En 1902 el alcalde de la capital, Carlos de la Torre reinstauró las festividades, que comenzaron a realizarse a lo largo del Paseo del Prado hasta el actual Parque de la Fraternidad durante los tres días previos al Miércoles de Cenizas.

Durante este período surgieron costumbres que alcanzaron gran arraigo en la población. Los cabildos cedieron su paso a las comparas que representaban a los principales barrios de la urbe, además los carruajes ornamentados fueron sustituidos por las bellas carrozas y las bandas militares comenzaron su participación como acompañamiento musical a las contagiosas congas. También comenzó la tradición de elegir al Rey y la Reina del Carnaval.

Hecho lamentable

Un hecho lamentable empañó la alegría y belleza de estas celebraciones, cuando en 1916 la tradicional rivalidad de las comparsas se pasó de los límites permisibles y un fuerte disturbio entre los integrantes de los Alacranes del Cerro y los Gavilanes, provocó que el gobierno de la capital prohibiera la participación de estos grupos en las festividades. A pesar de lo justo de la medida, los Carnavales no fueron lo mismo sin estas comparsas que representaban a los principales barrios de la ciudad.

En 1937 se autorizó nuevamente la participación de estos grupos:

Cambio de fecha

Tras el triunfo revolucionario de 1959 los Carnavales de La Habana cambiaron su fecha para los meses de julio y agosto y los desfiles se trasladaron hacia el malecón, fecha y ubicación que se mantienen. Las festividades han estado a la par del desarrollo de la economía cubana. Tras la época de esplendor vividos en la década del 80 del siglo XX, los duros años del Período Especial vieron casi extinguirse a esta tradicional celebración.

Fuentes