Chiprana

Chiprana
Información sobre la plantilla
Municipio de España
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de España España
 • ProvinciaPlantilla:Zaragoza
Población (1998) 
 • Total390 hab.

Chiprana.Villa de la prov. de Zaragoza, a 102 km. de la capital. Situada en la Depresión del Ebro, en uno de los meandros del río, en las proximidades de la zona de Caspe a 178 m. de alt. Temperatura media anual, 15°. Precipitación anual, 350 mm. Población: en 1998, 390 hab.; en 1978, 588 hab.; en 1950, 1.085 hab.; en 1900, 1.381 hab. Comprende la entidad de población de La Estación.

Enciclopedia

Los edificios suben de la llanura hasta coronar un cerro, que es mirador excepcional sobre el Ebro, dado que el cauce se curva y remansa para llegar hasta Chiprana. La iglesia parroquial está dedicada a San Juan Bautista y «nos ofrece una gran fachada de época barroco-neoclásica, poco feliz, que enmascara una de las estructuras más antiguas del Bajo Aragón; puede ser de la segunda mitad del siglo xiii, y se aprecia en ella la influencia de las formas cistercienses del cercano monasterio de Rueda» (Guitart Aparicio). Consta de nave cubierta por madera, apoyada en arcos diafragmas, y capillas con bóvedas de crucería. La ermita de la Virgen de la Consolación se edificó sobre los restos de un mausoleo romano, del que quedan tres arcos con pilastras estriadas.

Resulta curioso constatar cómo los habitantes de Chiprana hablan con un acento o deje especial, muy similar al usado en La Almolda. Celebra fiestas anuales el 3 de febrero.

Prehistoria y Arqueologia

En el término de Chiprana, en Los Ramos, a orillas del Ebro, se excavó un fondo de cabaña de planta circular delimitada por lajas de piedra hincadas y cubierta vegetal sustentada por postes de madera. En el espacio interior se localiza un hogar central «tipo cubeta» y otro lateral. Aparecieron restos de talla, puntas de sílex triangulares y romboidales, elementos de hoz, raspadores y cerámicas a mano no decoradas. El poblado se fecha en el Neolítico Final, bien datado por el Carbono 14 en el 3100 a.C.

Los restos arqueológicos más conocidos son su mausoleo romano y los yacimientos y hallazgos aislados de la Edad del Hierro, además de diversos restos romanos, incluidos los epigráficos. En los años 70 se practicaron excavaciones en el término de Dehesa de Baños, dirigidas por M. Martín-Bueno, que cristalizaron en el descubrimiento de unos conjuntos romanos altoimperiales asociados al tráfico fluvial del Ebro, además de una villa tardorromana y varias necrópolis medievales.

Las excavaciones afectaron en primer lugar a un establecimiento romano situado a orillas del río, que había quedado parcialmente cubierto por la elevación del nivel de las aguas con el embalse del Ebro. Un muro de sillares paralelo al río cerraba este establecimiento, en el que los niveles estratigráficos presentaron una ocupación desde aproximadamente el cambio de era -quizás un poco antes-, con presencia de cerámicas sigillatas (cerámica de tipos antiguos, junto a cerámicas comunes. Al exterior de este recinto, y en parte inundado por las aguas, se puso al descubierto un pequeño recinto termal, con un pequeño praefurnium, construido en buenos sillares, que daba paso a una estancia de reducidas dimensiones con hipocaustum sostenido por pilae de piedra. La estancia estaba parcialmente excavada en la roca. Esta estancia conservaba una terminación absidal, recuperándose buena parte de los ladrillos de revestimiento (tegulae manmatae). Entre los materiales, cerámicas finas y algunos vidrios, con una cronología del siglo I d.C.

No lejos de este establecimiento se localizaron otros restos, cuya función y época parecen contemporáneos. Debe de tratarse de establecimientos con carácter agrícola, que no ha perdido aún la zona, cuyos productos tendrían salida fácil por el propio río.

Cerca se excavó un conjunto que cronológicamente nos lleva a un momento posterior. Se trata de una gran villa rustica de buenas dimensiones, construida en sillares, con la particularidad de haber utilizado en parte materiales de construcciones anteriores, algunas de fuste. La construcción, parcialmente a la vista, se arbitraba en torno a un patio central con estancias laterales. La villa había sido abandonada en tiempos de la baja romanidad, hasta el punto de que tras su abandono había sido aprovechada alguna estancia para enterrar sin demasiado cuidado, a individuos de filiación medieval. Los materiales -muy escasos, ya que había sido abandonada-, dieron algunas cerámicas sigillatas tardías y algún fragmento de cerámicas comunes, amén de algún resto óseo. Se recuperaron sillares y otros bloques incluidos en la construcción, con decoraciones de hojas, sogueados, triglifos y molduras, lo que evidenciaba la existencia de un edificio anterior por aquellos contornos de buena época, posiblemente fin del siglo I d.C.

Entre lo recuperado se halló una inscripción epigráfica monumental, correspondiente a un mausoleo del siglo I d.C. del que formaba parte, al igual que otros fragmentos reutilizados en la villa tardía. El mausoleo estaba dedicado a dos hombres, padre e hijo, por la esposa y madre, Valeria Restituta, pertenecientes a la familia Porcia Iposiblemente propietaria de aquellos terrenos en el pasado. El mausoleo cuyas piedras se utilizaron pudo estar en conexión con los otros conjuntos anteriores, y la villa se construiría tardíamente, hacia fines el siglo III d.C., sin gran respeto por los monumentos del pasado. La posterior utilización del lugar para practicar enterramientos medievales habla de lo privilegiado de la zona, habitada continuamente, con posibles breves intervalos. Estos enterramientos hay que relacionarlos con otras tumbas, excavadas en la roca, que fueron halladas cerca; y se da el curioso caso de que una de las tumbas perforaba los niveles romanos hasta sus cimientos.

Una necrópolis medieval de tumbas excavadas en la roca en un promontorio sobre el Ebro dio restos humanos con una cronología de hacia fines del siglo XII d.C. Su tipo es el conocido como de «bañera».

Fuentes