Coral

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Coral
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Otros nombresCorales Marinos
Clasificación Científica
Nombre científicoAnthozoa
Reino:Animalia

Prensa

Coral es el nombre común de los miembros de una poblada clase de invertebrados marinos caracterizada por poseer un esqueleto protector de carbonato de calcio o córneo. Este esqueleto protector también recibe el nombre de coral.

Descripción

Los corales se dividen en dos subclases en función de las diferencias en su simetría radial (simetría en torno a un eje central). Una subclase está formada por animales coloniales de ocho tentáculos que poseen un esqueleto interno. Entre ellos están los corales de látigo, los abanicos de mar y el coral rojo que a veces se usa en joyería.
Los miembros de la otra subclase suelen tener seis tentáculos, o múltiplos de seis, pero tienen también otras características. Entre ellos se encuentran los verdaderos corales. Otra clase del mismo filo contiene también formas conocidas como corales, pero no se abordan aquí.
Los corales marinos son animales coloniales pertenecientes al filo Cnidaria, clase Anthozoa. Las colonias están formadas por miles de individuos zooides y pueden alcanzar grandes dimensiones.

El término coral no tiene ningún significado taxonómico y es poco preciso; suele usarse para designar los antozoos que generan un esqueleto calcáreo duro, especialmente los que construyen colonias ramificadas; pero también es común denominar coral a especies con colonias compactas (coral "cerebro") e incluso con esqueleto córneo y flexible, como las gorgonias.

Estructura

Arrecife de coral

Los corales verdaderos segregan carbonato de calcio por la parte inferior del cuerpo de cada individuo o pólipo y forman unos cuencos esqueléticos a los que se anclan los pólipos, retrayéndose a su interior cuando hay peligro. En el disco oral aplanado de la parte superior del cuerpo se encuentra un orificio, bordeado de tentáculos plumosos y cilios filiformes, que hace las veces de boca y ano. Durante la noche, el animal extiende los tentáculos, atrapa plancton animal arrastrado hacia él por el agua, y se lleva el alimento a la boca. Las células urticantes o nematocistos de los tentáculos pueden también paralizar a la presa.

Colonias

Algunos corales verdaderos viven como pólipos solitarios, pero en su mayor parte son coloniales. Los pólipos coloniales miden de 1 a 3 mm de diámetro. Están conectados lateralmente por tubos que son una extensión de la cavidad gastrovascular de los pólipos, y la colonia crece por gemación asexual en la base o el disco oral de los pólipos. Los pólipos vivos construyen sobre los depósitos de sus predecesores; la enorme variedad de formas ramificadas o macizas resultantes depende de la especie.

Los corales coloniales pueden crecer en aguas profundas, pero los constructores de arrecifes sólo viven en mares cálidos y poco profundos. No viven más allá de la profundidad a la que penetra la luz, ya que las algas simbióticas que viven en sus tejidos requieren luz para la fotosíntesis, y los corales no pueden vivir sin ellas. Las algas suministran carbonatos al coral, aumentando su energía, y el coral puede abastecer de nitrógeno y fósforo a ambos organismos. La dependencia de los corales de las algas probablemente varíe en función de la especie y el lugar. Los corales madrepóricos son los principales constructores de arrecifes, pero hay otros organismos que también hacen su aportación, como los hidrozoos, las algas calcáreas, los moluscos, y las esponjas.

Clasificación científica

Los corales pertenecen a la clase Anthozoa, filo Cnidaria (o Coelenterata). Los corales con ocho tentáculos componen la subclase Ostocorallia o Alcyonaria. Los corales con seis tentáculos, o un múltiplo de seis, pertenecen a la subclase Zoantharia (o Hexacorallia). Los verdaderos corales pertenecen al orden Scleractinia (o Madreporaria).

Características

Los corales se generan a través de colonias de pólipos que segregan cristales de carbonato de calcio o sustancias óseas. Estas sustancias forman un esqueleto rígido al que se encuentran unidos todos los pólipos. Los corales se dividen en corales hexagonales (pólipos de seis tentáculos- corales pétreos, corales negros) y corales octogonales (pólipos de ocho tentáculos – corales rojos, rosas y similares, como el Amphiroa tribulus).

De todos los corales del mundo, solamente hay cuatro especies de las que se obtiene el preciado material para las joyas: corallium rubrum (mar Mediterráneo), corallium japonicum (Japón), corallium elatum (Okinawa - Japón y Filipinas) y corallium secundum (Midway, en el Océano Pacífico). Los corales se componen en un 87% de carbonato de calcio. El resto es una mezcla de óxido ferroso, manganeso y sustancias orgánicas que le dan color.

Cuando se observa un coral bajo la lupa se pueden apreciar unas tiras alargadas, que son los restos de las vías sobre las que los pólipos se agarraban unos a otros. El corte transversal de un coral muestra una estructura radial que indica su crecimiento, muy similar al de los árboles. Los corales de baja calidad tienen muy a menudo inclusiones y agujeros ocasionados por parásitos.

Localización

Los corales son típicos de los mares cálidos. En el Mediterráneo se encuentran a una profundidad que oscila entre los 50 y los 150 metros. En el Caribe se pueden encontrar hasta a 500 metros de profundidad, el Antipathes pennacea, Antipathes hirta, Antipathes gracilis y Antipathes atlantica. Los yacimientos de corales se han ido agotando en todo el mundo. En el mar Mediterráneo quedan ya muy pocos (en Cerdeña, Córcega y en el sur de Italia). También en Japón se están agotando rápidamente los yacimientos.

Especie invasora

Unomia stolonifera: ha afectado la reproducción de los peces en Venezuela.

La unomia stolonifera es una una especie de coral invasora. Es un tipo de coral blando que fue introducido en Venezuela por un aficionado para ornamentar los acuarios marinos. Luego se liberó al medio para que se reprodujera y poder comercializarla, pero se convirtió en una plaga porque al colonizar y suplantar las especies originales de los arrecifes coralinos, la unomia ha afectado la reproducción de los peces en ese país. En Cuba fue descubierta en septiembre de 2022 en la Ensenada de Bacuranao, perteneciente a la localidad de la Habana del Este en La Habana[1].

Referencias

Fuentes