Contracultura

Contracultura
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Concepto:Se denomina Contracultura a las tendencias, valores y formas que chocan con los establecidos dentro de una sociedad. Aunque hay tendencias contraculturales en casi todas las sociedades, el término contracultura se usa especialmente para referirse a un movimiento organizado y visible cuya acción afecta a muchas personas y persiste durante un período considerable.

Contracultura. La palabra contracultura puede entenderse en dos sentidos: por una parte, como una ofensiva contra la cultura dominante; por otra parte, como una cultura alternativa que permanece (al menos en un primer momento) al margen del mercado y de los medios de formación de masas, en el underground.

Contracultura es un testimonio de la pulsación de la cultura, un reencuentro bullicioso con lo más silencioso de cada uno. No hay mayor osadía humana que llegar al clímax del silencio mismo en donde todo lo más ruidoso se agazapa confundido entre temores y conveniencias.

Aunque hay tendencias contraculturales en todas las sociedades, el término contracultura se usa especialmente para referirse a un movimiento organizado y visible cuya acción afecta a muchas personas y persiste durante un período considerable. Así pues, una contracultura es la realización, más o menos plena, de las aspiraciones y sueños de un grupo social marginal. Podemos considerar ejemplos como el romanticismo del siglo XIX, la bohemia que se inicia en el siglo XIX y dura hasta hoy, la Generación Beat norteamericana de los años cincuenta, los movimientos contraculturales de los sesenta, influidos por la Generación Beat, el movimiento hippie nacido en los años 60 en Estados Unidos de América y el movimiento punk de finales de los setenta hasta hoy.

Ejemplos de contracultura

Algunos ejemplos de manifestaciones contraculturales son los siguientes:

  • Las tribus urbanas: Como rockers, punkies, skins, etc. Las forman jóvenes preocupados por descubrir una identidad que ni la sociedad ni la familia les proporcionan. Se reúnen entrono a un líder y adquieren un código de expresiones culturales que les diferencian de los demás.
  • Los grupos de ataque social: Cabe destacar entre estos grupos las bandas de los delincuentes, que constituyen una forma violenta y directa de ataque al sistema establecido. También es típico de otros grupos de adolescentes que intentan desestabilizar la sociedad para crear un nuevo estado social, transgrediendo las leyes y haciendo uso de la violencia.
  • Los grupos sociales alternativos: Responden al vacío que muchos sienten ante un futuro incierto y fugaz. Intentan encontrar un sentido a la existencia a través de distintos medios y rechazan el materialismo social.

10 Años de Comunicación Alternativa

Hace diez años Contracultural nació como un gesto de rebeldía frente a la imposibilidad de ejercer el derecho a informar libremente. La nota principal de la primera edición hacía pública una fuerte denuncia por corrupción contra el entonces presidente De la Rúa. Nota que habíamos ofrecido previamente a varios medios de comunicación que se negaron a publicarla para no desgraciarse, con un gobierno que se venía desbarrancando desde las sospechas de coimas en el Senado, para aprobar la ley laboral, y con la posterior renuncia del vicepresidente Carlos Álvarez. Con mucho esfuerzo, con vacilaciones, a veces con alegría y otras con apatía, mantuvimos vivo ese gesto rebelde durante todo este tiempo porque aprendimos que el mejor periodismo es el que se autogestiona. Sólo entendemos una forma de informar: rigor, seriedad, pasión y libertad absoluta. No respondemos a presiones de ningún tipo, ni a intereses políticos; no dependemos ni de avisadores ni de patrones. De lo único de lo que no somos independientes es de nuestras ideas.

La contracultura de los años cincuenta y sesenta

Roszak acuñó el término en 1968 para referirse a la actividad rebelde de la juventud de los años 60 y sus mentores ideológicos. Los grandes iniciadores de la revolución contracultural fueron los beatniks: Allen Ginsberg, Jack Kerouac y William S. Burroughs, forjadores de la identidad inconformista y, a la postre, cimientos del movimiento hippie. En la segunda mitad de los sesenta Timothy Leary, Ken Kesey, Alan Watts y Norman O. Brown, entre otros, desarrollaron la teoría y praxis contracultural, convirtiéndose en cabezas visibles del movimiento. Una manifestación contracultural es el cómic underground, surgido en Estados Unidos, y cuya influencia se hizo sentir en otros países, como España. Tampoco la música pop de la época se entiende sin este contexto intelectual y social: la cantante de blues Janis Joplin fue el símbolo femenino de la contracultura de los sesenta, y otros artistas muertos en plena juventud, como Jimi Hendrix y Jim Morrison, fueron considerados también como mártires e iconos del movimiento.

Polémica

En múltiples ocasiones los movimientos de contracultura han sido absorbidos por la superestructura, que los desactiva, convirtiéndolos en modas inofensivas. En estos casos, resulta equívoco seguir utilizando el término, pues los movimientos así asimilados forman parte, en calidad de "subculturas" o subproductos, de la cultura dominante y no se contraponen a la misma. Desde otra perspectiva se considera que el mismo término "contracultura" tiene un uso erróneo desde un punto de vista epistémico, a través del cual se considera que un grupo determinado con prácticas y características "contravencionales" a la cultura legítima erigen una nueva cultura completamente aparentemente antagónica e independiente. Consideran que la palabra más apropiada para designar dichos grupos sería subcultura o microcultura porque nacen a partir de la contestación a la cultura dominante y al menos en su origen dependen de ella y no son parte de un proyecto aislado.

De todas formas, el hilo divisor entre contracultura o subcultura no siempre es muy claro, aunque por su propia etimología si a algo no se refiere un contracultura es a ser "anticultural", puesto que "contra" no significa negación sino contestación.

Fuentes