Cruz de Sal (Camagüey)
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La cruz de sal fue una cruz naturalmente formada por la sal de una salina cerca de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe (actual ciudad de Camagüey). Se guardó durante décadas en el templo de San Lázaro, en Camagüey.
Historia
En la década de 1820, unos pescadores encontraron la cruz, formada naturalmente. Debido a la naturaleza supersticiosa de las personas en esa época, los pescadores creyeron que se trataba de un milagro. Llevaron la cruz al terrateniente principeño Pedro de Alcántara Correoso y Usatorres, quien la donó al «padre» Valencia (sacerdote de la villa de Camagüey). El cura colocó la cruz dentro de una urna de cristal en el extremo del altar mayor de la iglesia de San Lázaro, y difundió leyendas de esta cruz, a la que él atribuía milagrosas propiedades curativas. Allí la conocieron varias generaciones de camagüeyanos.
Fantasía popular
Pasaban los años y la cruz permanecía intacta ante la expectación de todos. El padre Valencia había vaticinado que cuando la cruz se deshiciera (debido a que se sabía que las formaciones salinas se deshacen con el tiempo, debido a que absorben la humedad ambiente) ocurriría el fin del mundo.[1]
Un día, en la segunda mitad del siglo XIX, la cruz se deshizo, pero no sucedió nada. Tiempo después, para no reconocer que el venerado padre Valencia se había equivocado al crear la leyenda milagrosa, los feligreses afirmaron que la cruz había sido robada por los envidiosos habitantes de otra ciudad.[1]
Fuentes
- ↑ 1,0 1,1 León, René (2016): «Leyenda cubana: la Cruz de Sal», artículo del 15 de junio de 2016 en el sitio web Pensamiento 2012 (Cuba).
- Juárez Figueredo, Héctor (2014): «La cruz de sal», artículo publicado en 2014 en el sitio web Puerto Príncipe (Camagüey).