Cultura Totonaca

Civilización Totonaca
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La civilización totonaca, otoneca o Tutunacu (tutu= tres, nacu= corazón) es un pueblo originario mesoamericano que habita principalmente el Estado de Veracruz, el norte de Puebla y la región de la costa. Su ubicación temporal se refiere al año 100 al 1520 d. C. en el clásico tardío y el posclasico. Originalmente, formaron una confederación de ciudades, pero, en épocas posteriores, parece que se organizaron en tres señoríos: Te, Sur y Serrano. Su economía era agrícola y comercial. Tuvieron grandes centros urbanos como: El Tajín (300-1200), máximo exponente del esplendor de la cultura totonaca, Papantla (900-1519) y Cempoala (900-1519). Los tres centros o tres corazones de su cultura destacan por la cerámica muy variada, la escultura en piedra, y la arquitectura monumental de barro.

Toponimia

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Náhuatl o Mexicana, el término totonaca es el plural de totonacatl y se refiere a los habitantes de la provincia de Totonacapan. Algunos autores han señalado que el término "totonaco" significa "hombre de tierra caliente". En la lengua totonaca este vocablo se compone por los términos tu'tu o a'ktu'tu referente al número "tres" y nacu' que significa "corazón". Los totonacas emplean este término en el sentido de que Cempoala, Tajín y el Castillo de Teayo son los tres centros representativos del grupo.

Historia

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La cultura totonaca se desarrolló durante los períodos culturales clásico (desde el año 300 hasta el 950 d.C.) y posclásico (desde el año 950 hasta el 1520 d.C.). Fue adoptada por los pueblos indígenas mesoamericanos que habitaron en México, en el territorio que hoy conforman los estados de Veracruz y parte de Puebla. El imperio totonaco resultó ser una cultura pacífica que no recurría a la violencia, sino que resolvían los conflictos por vía pacífica y diplomática. Sobresalió por sus expresiones artísticas, aplicadas en la arquitectura de las ciudades precolombinas de Papantla, Cempoala y El Tajín. Las tres formaron una asociación de metrópolis conocida como “los tres corazones”. Las comunidades totonacas cayeron en el dominio de los aztecas quienes, años más tarde, fueron desplazados por los españoles (que llegaron al continente americano en el siglo XVI]]). Los antiguos totonacas se desarrollaron en la parte central de Veracruz y hacia el clásico tardío, su área ocupacional llegaba al sur hasta la cuenca del río La Antigua (Cempoala), al oeste a los municipios de Acatlán estado de Puebla, Chalchicomula estado de Puebla, el Valle de Perote, las sierras de Puebla y de Papantla y las tierras bajas del río Cazones. Lo más relevante de la cultura totonaca se alcanzó durante el clásico tardío cuando construyeron centros ceremoniales como El Tajín, Yohualichán, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y el Zapotal. Esta zona es conocida como el totonacapan, el sufijo nahuatl -pan (sobre) refiere "lugar" o "tierra". En 1519 tuvo lugar una reunión entre 30 pueblos totonacas en la Ciudad de Cempoala. Ello sellaría para siempre su futuro y el de todas las naciones mesoamericanas. Se trata de la alianza que establecieron con el conquistador español Hernán Cortés para marchar juntos a la conquista de Tenochtitlan. Los totonacas voluntariamente aportaron 1300 guerreros al poder de Cortés, que por su parte, en ese momento se hacía acompañar de unos 500 españoles. Las razones de la alianza eran liberarse del yugo mexica. Una vez lograda la derrota del imperio mexica, los totonacas, incluidos los de Cempoala, quedaron al mando de la Corona de Castilla, y a continuación evangelizados y en parte aculturizados por las autoridades virreinales primero y mexicanas después. Fueron convertidos en siervos de los españoles bajo el sistema de encomiendas, convirtiéndose en siervos de los colonos y caciques indígenas, particularmente en el naciente cultivo de caña de azúcar, durante la gobernación de Nuño de Guzmán.5 Poco tiempo después, Cempoala fue deshabitada y su cultura extinguida y olvidada. La antigua cultura totonaca volvió a ser descubierta a fines del siglo XIX por el arqueólogo e historiador mexicano Francisco del Paso y Troncoso. Al parecer, los totonacas formaron parte del imperio de Tula y a partir de 1450 fueron conquistados por los nahuas de la Triple Alianza y se unieron a las tropas. Actualmente, habitan en 26 municipios del norte del Estado de Puebla y 14 municipios del norte del Estado de Veracruz, en México, y conservan su idioma y costumbres ancestrales.

Ubicación de la cultura totonaca

La cultura totonaca se desarrolló en la región costera del estado de Veracruz y en la sierra de Puebla, a través de un imponente despliegue urbano denominado “los tres corazones”, que estaba integrado por tres ciudades:

  • El Tajín. Fue la ciudad capital de la cultura totonaca y abarcó la región entre los ríos Cazones y Tecolutla. Sus principales obras arquitectónicas fueron el Grupo del Arroyo, la Pirámide de los Nichos, el Templo Azul y las canchas de juego de pelota, norte y sur.
  • Papantla. Se extendió alrededor de El Tajín. Su nombre significa “la ciudad de los pájaros ruidosos”. Se destaca por las obras arquitectónicas de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, el monumento al Volador y la capilla Cristo Rey.
  • Cempoala. Se extendió en la llanura costera cerca del Golfo de México y del río Actopan. Contaba con numerosos canales de riego que abastecían a los campos destinados a la agricultura. Entre sus obras arquitectónicas se destacan los templos: el Sol, el Mayor, el de las Chimeneas y el de la Cruz, además del palacio de Moctezuma.

Características de la cultura totonaca

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La cultura totonaca estaba conformada por dos clases sociopolíticas:

  • Los nobles. Se encargaban de controlar la economía y la religión. Este grupo estaba integrado por el cacique (quien gobernaba), los sacerdotes (quienes dirigían el culto ceremonial a los dioses, tenían conocimientos astronómicos y dirigían los sacrificios humanos) y los más acaudalados, poseedores de tierras.
  • Los plebeyos. Se dedicaban a la producción agrícola, artesanal, pesquera y a la albañilería, además de prestar servicios como sirvientes en las tierras de los nobles y en los templos. Este grupo estaba conformado por la mayoría de la población.

La economía de la cultura totonaca se basó en la agricultura (sembraban chile, tomate, maíz, cacao y algodón), en el comercio (lo que permitió el desarrollo de las ciudades para poder vender los productos) y en el trueque de productos y servicios. La magnitud del poder económico alcanzado por la cultura totonaca quedó evidenciada a través de las edificaciones de pirámides, monumentos, casas y palacios, cuidadosamente decorados. El arte de la cultura totonaca se manifestó en la cerámica, la artesanía y la escultura (que se caracterizó por el empleo de caras sonrientes). También desarrollaron una arquitectura sobresaliente por sus fachadas con relieves tallados. La cultura totonaca adquirió importantes conocimientos sobre astronomía, que tuvo influencia en la edificación de monumentos, como en el caso de la orientación de la Pirámide de los Nichos que funciona como un “calendario astronómico”.

Religión de la cultura totonaca

Cultura-totonaca-el-tajin.jpg La religión de la cultura totonaca tenía algunos aspectos contrapuestos en comparación al resto de las civilizaciones mesoamericanas, como el sentido matriarcal (es decir, que la mujer era quien transmitía los derechos de la herencia). Tenían la convicción de que las diosas eran quienes creaban el alma de las personas y consideraban a Centéotl como la diosa del maíz mientras que, para otras civilizaciones, era el dios del maíz. También eran politeístas y adoraban a sus dioses del mismo modo que lo hacían las otras culturas, como al dios Tláloc, Quetzalcóatl, Xipototex y Xochipilli. Las canchas de juego de pelota, además de funcionar como campos deportivos, eran espacios para los rituales religiosos, donde el ganador de los partidos era sacrificado en honor a los dioses.

Aportes de la cultura totonaca

Cultura-totonaca-piramide-de-los-nichos.jpg principal aporte de la cultura totonaca tiene que ver con la planta de vainilla, a pesar de que algunos investigadores dudan de su origen real. Fue muy utilizada en la región de Totonacapan para diversos usos, siendo el medicinal uno de los más importantes porque actuaba como antiséptico o desinfectante. En la actualidad resulta una especia indispensable para dar sabor y aroma los postres y platos dulces. Otro significativo aporte es el lenguaje. El purépecha y el totonaco son las dos únicas lenguas que México considera como originarias de su tierra. Tenían veinticinco maneras para enumerar las cosas dado que para su denominación empleaban un prefijo que estaba condicionado por el tipo de cosa a enumerar (un objeto de forma alargada, un animal, una persona, etc). En el siglo XXI el lenguaje totonaco ha sido utilizado por Estados Unidos con fines militares debido a su complejidad y difícil traducción.

Fuentes