Domar

Domar
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Concepto:Entre otras acepciones; Amansar y hacer dócil un animal salvaje mediante la práctica de ejercicios. Contener o frenar una pasión o una conducta. Hacer tratable a una persona o quitarle la rebeldía. Dar flexibilidad.

La doma clásica o adiestramiento, (en francés y en inglés: dressage), es una de las disciplinas olímpicas que forman la equitación. Domar es un largo proceso de enseñanza, que no solo implica trabajar el caballo montado, esa es una etapa pero nunca la primera. No es un duelo entre el domador y el caballo, a ver quien gana. Hay poco o total desconocimiento sobre la naturaleza del caballo; el potencial de su inteligencia, con la cual tendremos que aliarnos, para poder lograr su total cooperación. Sabiendo y teniendo en cuenta su Naturaleza, nos resultará sencillo entendernos y sumar su voluntad a la nuestra, y lograr el objetivo que es, enseñarle a aprender lo que queremos enseñarle.

Nunca puede faltar la paciencia, el conocimiento, el sentido común y la sensibilidad para tratar al caballo, debe contar con un gran equilibrio emocional, para lograr la confianza del animal y no defraudarla jamás. Debe ser mesurado y no cansar al potro, ni exigir cosas que este no este en condiciones de cumplir. Debe tener plena conciencia de que cada caballo es distinto del otro. Para lograr que la enseñanza sea progresiva no debe improvisar nunca.

La doma empieza cuando el potro llega a nuestras manos, cuando lo bajan del camión, y lo dejamos en el corral, ahí debemos estar, esos momentos, son los más angustiantes para él por que ya no esta en su lugar de origen, por que todo es diferente, no reconoce ningún olor como los que había donde él estaba o ya no esta su manada en la cual se sentía seguro, porque con ellos se había criado. No entiende porque lo apartan, el miedo al transporte en donde lo llevan, la llegada a un lugar que no es el suyo, gritos para guiarlo y al final el nuevo corral donde se da cuenta de su soledad.

Con la clara conciencia de todas estas circunstancias, que son sumamente críticas para el caballo, hay que comenzar la determinante participación en su vida, para amansarlo y enseñarle todo lo que debemos y sabemos. Nuestra aproximación a él deberá ser paulatina y cuidadosa, sin ademanes y distendidos en nuestro andar. No debemos estar, nerviosos, intranquilos, ni ansiosos. Nuestra actitud debe ser de calma, de tranquilidad y de equilibrio, el caballo percibe nuestro estado de ánimo, y reacciona en consecuencia.

Domar es establecer una relación armónica y no traumática, es persuadir desde los primeros instantes, es comenzar a quererlo con solo verlo en el corral, es un arte.

Finalidad y objeto

Esta disciplina tiene por objeto el desarrollo del caballo mediante un entrenamiento racional, metódico y equilibrado por medio del cual el jinete consigue que éste realice todas sus órdenes con armonía, equilibrio y actividad. El caballo se vuelve tranquilo, elástico, ágil y flexible, a la vez que se hace más confiado y atento a las órdenes del jinete, llegando a formar con él un binomio perfecto. Estas cualidades se manifiestan por:

  • La franqueza y la regularidad de los aires.
  • La armonía, la ligereza y la facilidad de los movimientos.
  • La ligereza del tercio anterior y el remetimiento de los posteriores cuyo origen es debido a una impulsión, siempre activa.
  • La sumisión a la embocadura con una descontracció total y sin tensión ni resistencia alguna.
  • Da así la impresión de manejarse por sí mismo. Confiado y atento, obedece generosamente las indicaciones de su jinete, permaneciendo absolutamente derecho en todos los movimientos en línea recta y ajustando su incurvación a las trayectorias curvas.
  • Su paso es regular, franco y suelto. Su trote es libre, elástico, regular sostenido y activo. Su galope es regular, ligero y cadenciado. Las cadera deben siempre mostrarse activas a la menor indicación del jinete y por su acción, animan también a todas las partes del caballo.
  • Gracias a su impulsión, siempre despierta, y a la flexibilidad de sus articulaciones, que ninguna resistencia paraliza, el caballo obedece de buen grado y sin dudar, y responde a las ayudas con calma y precisión, manifestando un equilibrio natural y armonioso, tanto físico como mental.
  • En todo su trabajo, incluso en la parada, el caballo debe estar “en la mano” que es cuando el cuello está más o menos elevado y arqueado según el grado de doma y la extensión o reunión del aire, y acepta la embocadura con un contacto ligero y suave y una completa sumisión. La cabeza debe permanecer en una posición estable y, por regla general, ligeramente por delante de la vertical, con una nuca flexible y en el punto más alto del cuello, y el caballo no opone ninguna resistencia a su jinete.
  • La cadencia se aprecia en el trote y el galope, y es el resultado de la propia armonía que muestra un caballo cuando se mueve con regularidad bien marcada, impulsión y equilibrio. La cadencia debe mantenerse en los diferentes ejercicios de trote o de galope y en todas las variaciones de estos aires.
  • La regularidad de los aires es fundamental.

Historia

Los orígenes del adiestramiento se remontan hasta tiempos inmemoriales de la Edad Media, cuando oficiales de todas las caballerías europeas empezaron a practicar algunos ejercicios con ánimo de mejorar su manejo del caballo. De su evolución a lo largo de los siglos y la inquietud por un mayor desarrollo en esta disciplina se crearon lo que hoy conocemos como las altas escuelas. Todas estas escuelas se crearon para que los oficiales de caballería aprendiesen o perfeccionasen la monta. En ellas, la tradición clásica de la doma está considerada como forma de arte. Las tradiciones de los grandes maestros que originaron lo que hoy conocemos por doma clásica siguen mantenidas vivas actualmente.

Doma natural

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La doma se realiza de forma tradicional ocasionando dolor y daño a los caballos y no es la correcta, se pueden aplicar otros métodos obteniendo resultados excelentes. Es posible domar sin causar dolor logrando resultados asombrosos en poco tiempo. A menudo se utilizan frenos muy agresivos que le ocasionan heridas al caballo. El snaffle o filete es de acción más suave y prácticamente desconocido.

Para domar a un equino, se necesita entre dos y tres meses. Pero si se busca que éste tenga habilidades más desarrolladas, se requiere de más tiempo. Al proceso de amansamiento del animal se denomina doma racional, una técnica que facilita el entendimiento entre el domador y el equino.

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Es importante la primera mirada, los ojos pueden manifestar el estado de ánimo del caballo; un gesto puede indicar la disposición que tiene con una persona. Cuando uno llega a conocerlo, puede interpretar sus movimientos. Las orejas hacia atrás son una muestra de agresividad, pero si están hacia adelante, es un mensaje de agrado. No se debe gritar, pues el equino reacciona de inmediato. En el adiestramiento equino no debe existir ningún tipo de maltrato hacia el animal, hay que tener paciencia. Este principio es clave para tener éxito en la doma, pues el caballo llega a ser dócil entre dos y tres meses, aun con un trabajo constante.

Hipoterapia

Para ayudar en el tratamiento de diferentes afecciones, particularmente en los niños. La monta terapéutica es una actividad rehabilitadora, reconocida en todo el mundo. La técnica consiste en aprovechar los movimientos tridimensionale del caballo para estimular los músculos y articulaciones de la persona que lo monta. Además, el contacto con el equino tiene efectos favorables a niveles cognitivos, comunicativos y de personalidad. Pero no sólo los niños con problemas de salud físicos o mentales pueden practicar la hipoterapia, llamada también equinoterapia. Se ha verificado que la monta sobre el caballo crea una sensación de seguridad en uno mismo, lo cual puede favorecer en el desarrollo de la autoestima.

Fuentes