Edmundo Barbero

Edmundo Barbero
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Nacimiento28 de junio de 1899
ciudad de Madrid
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento1 de febrero de 1982
ciudad de San Salvador,
República de El Salvador Bandera de El Salvador
ResidenciaSan Salvador
Nacionalidadespañola
Ciudadaníaespañola

Edmundo Barbero (Madrid, 28 de junio de 1899 - San Salvador, 1 de febrero de 1982) fue un actor y director de teatro español radicado en El Salvador desde los años 1950. Durante muchos años fue director del Teatro Universitario de la Universidad de El Salvador (UES).[1]

Síntesis biográfica

Dirigió el elenco de Bellas Artes y en 1961 se integró al teatro de la Universidad de El Salvador dándole un nuevo impulso.

Se embarcó en una gira por América a temprana edad. Luego, la guerra civil española (1936-1939) lo devolvería al nuevo continente para nunca irse.

En España, Barbero trabó amistad con Federico García Lorca y con poetas de la generación del 28, como los hermanos Machado.

Durante muchos años fue director del Teatro Universitario de la Universidad de El Salvador (UES). Conocido por Sonatas (1959), Cinco vidas y un destino (1957) y Patricio miró a una estrella (1935).

Uno de sus logros más importantes en El Salvador fue el montaje de la obra Luz negra, del escritor Álvaro Menen Desleal, con más de cien funciones.

Perteneció a la compañía de Margarita Xirgu, una de las compañías españolas que realizó giras por Latinoamérica durante la guerra civil española.

Se casó con la salvadoreña Julia Herodier, una de las principales actrices nacionales de la época.

Fue reconocido como un gran amante de la cocina y el arte.

Era muy dedicado al teatro. Lo evocan Cesar Pineda y Francisco Borja, actuales directores de los talleres de teatro de la Universidad de El Salvador.

«Él mismo, ya viejito, barría el escenario», dice César Pineda, como prueba de humildad y amor al escenario.

En su autobiografía, publicada en el libro de Cea, Barbero escribía su debut como actor en 1919, como “galán de teatro”.

Su más grande aporte fue moldear el teatro salvadoreño. Así como el también español Valero Lecha en la pintura, Barbero dejo una escuela, que siguió en la universidad de El Salvador hasta los noventa con Mario Tenorio.

Alumno de Tenorio, Francisco Borja dice que la escuela barberiana se mantiene, más que por la teoría o el método, por una vocación y entrega a la universidad. El teatro de Barbero se caracterizó por la preponderancia clásica, el mismo fue el alcalde de Zalamea, pero también, a finales de los setenta, monto teatro existencial, como “A puerta cerrada”, de Sartre.

Borja y Pineda, de la UES, destacan que Barbero introdujo el método de Stanislavski al país. El actor y director ruso propone en su método la concentración, la relajación, la búsqueda y la naturalidad al encarar y encarnar un personaje.

El VI Festival Internacional de Teatro Universitario se identificó con el nombre de Barbero, como homenaje.

Fuentes