El desarrollo económico y social en Cuba (1976-1985).

El desarrollo económico y social en Cuba (1976-1985).
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El desarrollo económico y social en Cuba (1976-1985).

El desarrollo económico y social en el período histórico que media entre 1976 y 1985, se caracterizó por la aplicación por la aplicación de los acuerdos del Primer Congreso del Partido y los emanados del Segundo, efectuado en 1980. Con la puesta en vigor de dichos acuerdos, toda la actividad económica y social del país recibió un considerable estímulo.

Producto social.

En el quinquenio 1976-1980 el producto social global creció un 4%, mientras que en el 1981-1985 fue del 7,3%. En aquel las inversiones en el sector estatal civil fueron de 13 000 millones de pesos, un 75% más que en el anterior. Del total invertido, se destinó al desarrollo industrial el 35%, tres más que en el lustro 1971-1975 y mil millones de pesos más que todo lo invertido en dicho sector en los 15 años anteriores a 1975. A la agricultura se le asignaron el 19% de lo invertido. Ello estaba en correspondencia con a nueva estrategia de desarrollo económico y social, que tenía como centro la industrialización del país. Entre 1976-1980, la productividad del trabajo creció a un ritmo promedio anual de un 3,4%.

Salud pública.

En materia de salud pública, el decenio 1976-1985 fue testigo de un incremento notable de recursos humanos, técnicos y de otra naturaleza, que confirma la firme voluntad de Cuba de convertirse en una potencia médica. El análisis de algunos indicadores fundamentales de salud así lo corrobora. Mientras que en 1974, la, mortalidad infantil era de 28,9 por cada mil nacidos vivos en el primer año de vida, ya en 1984 era 15 por cada mil; la esperanza de vida al nacer era en 1975 de 70 años, mientras que en 1985 fue de 74, 2; en número de médicos por habitantes era, en 1975, de uno por cada mil, y en 1985 de uno por cada 443. En 1980 había un estomatólogo por cada 2 600 habitantes, 1985 había uno por cada 1 864. En 1985, Cuba cooperaba en materia de salud pública con más de cuarenta países del Tercer Mundo, con alrededor de 3 000 médicos, haciéndolo gratuitamente en la mayoría de los casos, como muestra de una solidaridad que ha sido una de las principales características de la Revolución Cubana en este campo y muchos otros, y que tanto prestigio le ha ganado entre millones de hombre de los países subdesarrollados.

Educación.

En materia de educación también el decenio 1976-1985 fue pródigo en avances cuantitativos y cualitativos. Junto a la salud pública, la educación constituye otros de los campos en que los cuales la Revolución ha situado el país a los mismos niveles que mucho países desarrollados. La revolución educacional llevaba a cabo en Cuba, a partir de 1959, fue de tal magnitud, que ya hacia 1975, los índices educacionales del país podían igualarse o superar los de muchos países ricos.

En 1985, la escolarización de los niños de 5 años se elevó a más del 80 %; casi el 100% en las edades de 6 a 12 años y más del 87% de los comprendidos entre 13 y 16 años, cifras superiores a las de 1975. La matricula de educación especial -inexistente antes de la Revolución- alcanzaba en 1985 a 46 000 alumnos en 443 escuelas. Funcionaba 46 centros de educación superior con algo más de 280 000 estudiantes contra 83 000 en 1975. Los institutos superiores pedagógicos, encargados de la importante tarea de formar a los maestros, tenían en 1985 una matrícula ascendente a 107 000 estudiantes, o cual superaba en algo más del 80% la de 1975. Durante el periodo se creó el [[Ministerio de Educación Superior con resultado del desarrollo de esta enseñanza u sus perspectivas.

Avances sociales.

No puede pasarse por alto, al hablar de los avances sociales de la Revolución en el periodo de 1976-1985, el programa científico-técnico. Hacia 1985 laboraban en esta esfera 40 000 trabajadores; de ellos 15 000 profesionales universitario. Este elevado potencial humano y los recursos puestos a su disposición eran algo inimaginable en los primeros años de la Revolución. Era el futuro legítimo de la revolución educacional que había tenido lugar y confirmaba lo acertado de la política que en este campo se había seguido. Para que se tenga una idea de lo alcanzado hacia 1985, baste recordar que solo 5 años antes -1980- en número de trabajadores en la actividad científica era de 21 000, de ellos 5 000 profesionales universitarios. El número de doctores en ciencias creció de 200 en 1976 a 1 819 en 1985.

Ciencia.

Entre los logros científicos más importantes del decenio están: tecnología y productos del níquel, y los derivados de la caña de azúcar; sistemas de diagnostico de enfermedades y creación de equipos médicos; la obtención de variedades de cultivos agrícolas, más resistentes a plagas y enfermedades y de mayor rendimiento. Grandes logros se obtuvieron en el enfrentamiento a plagas y enfermedades aparecidas sorpresivamente en el país y desde que supo habían sido introducidas por agentes del imperialismo como parte de su guerra económica contra Cuba. Notables éxitos se obtuvieron en el campo de la biología, permitieron encarar numerosas enfermedades de origen viral y algunos tipos de tumores. Un importante aporte hicieron las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) y la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR), lo cual se puso a prueba en años posteriores de crisis económicas.

Cultura.

En el campo cultural también se aprecian logros relevantes en el decenio 1976-1985. En 1985, el país disponía de 319 bibliotecas públicas, 3 200 bibliotecas escolares, 22 especializadas, y 70 en las universidades. Las librerías existentes alcanzaron la cifra de 311. En el decenio se produjeron algo más de diez mil títulos con un total de 400 millones de ejemplares. Una cifra per cápita muy similar a la de muchos países en desarrollos. Meritoria era ya para dicha fecha la labor de rescate y restauración de los valores culturales del país, en especial del Casco Histórico de La Habana Vieja, declarado en ese entonces Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Deporte.

También el deporte contribuyó a prestigiar internacionalmente el país y ofrecer de Cuba una imagen distinta de la divulgaba imperialista. En el decenio se construyeron algo más de 2 000 instalaciones deportivas primarias, sobre todo en zonas rurales, y alrededor de 3 00 de alto nivel de condiciones y equipamientos para practicar deportes. El deporte escolar se fortaleció notablemente con la constitución de instalaciones y dotación a las escuelas, de profesores, instructores y equipos, convirtiéndose los juegos escolares en la principal cantera de donde surgieron el 70 % de los atletas que representaron a la Isla en los más importantes eventos nacionales e internacionales.

Fuente

Cantón Navarro. José C., Silva León. Arnaldo, Historia de Cuba 1959 – 1999. Liberación nacional y socialismo. Editorial Pueblo y Educación.