Félix Ruenes Aguirre en la obra de José Martí

Félix Ruenes Aguirre en la obra de José Martí
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Félix Ruenes Aguirre en la obra de José Martí: La región de Baracoa durante el período de lucha del pueblo cubano contra el colonialismo español, entre 1868 y 1898, sería testigo de innumerables acontecimientos, que darían a conocer a sus hijos más destacados, además, durante la Guerra Necesaria se convertiría en retaguardia segura de la revolución iniciada el 24 de febrero de 1895, al desembarcar por ella los jefes políticos y militares principales, lo que sin lugar a dudas le ha reservado un lugar muy importante en la historia de nuestro país. En este período sobresale la figura del coronel Félix Ruenes Aguirre, de la que aún se desconocen determinados elementos de su vida o han sido poco tratados por la historiografía local y nacional como sus primeros años, la participación en la Guerra de los Diez Años y la Guerra Chiquita y el papel que jugó en la organización y desarrollo del Partido Revolucionario Cubano en Baracoa, por lo que nos trazamos como objetivo: valorar los aspectos más significativos de la vida del coronel Félix Ruenes Aguirre así como el vínculo que tuvo con nuestro Apóstol José Martí.

Acontecimientos

Félix Ruenes Aguirre nace en Baracoa el 10 de enero de 1844. Sus padres Agustín y Fidelina, tenían una posición económica holgada, y eran propietarios de algunos esclavos. Tuvo la oportunidad de recibir una esmerada educación. Desde muy joven se une a los grupos independentistas, siendo uno de los primeros de la Villa en incorporarse al campo insurrecto. Durante la guerra participa en varios combates, exhibiendo arrojo, capacidad táctica y de mando, cualidades que lo hacen merecedor del grado de capitán.

Enterado de la enérgica, organiza una guerrilla integrada por 12 hombres armados de sólo 3 rifles y 10 machetes. Planifica una importante acción militar que impactaría en toda la comarca: el ataque y toma del conocido fuerte militar Sabas-Marín, ubicado en el barrio de La Playa. Este hecho le permitió apoderarse de los pertrechos militares y otros recursos existentes allí. Sin duda alguna, este constituye su principal resultado bélico en la campaña del 68 y reafirmó las potencialidades de la insurrección en el extremo oriental.

La pacificación del resto de la isla, lo hace comprender de lo inútil del empeño y depone las armas. Cae prisionero y es deportado a las cárceles de África: Chafarinas y Fernando Poo. En esas tierras mantiene su inquietud revolucionaria relacionándose con jefes que ansiaban reiniciar la lucha libertaria como Flor Crombet y Rafael Maceo. Cumplida la sentencia retorna a su Baracoa e inmediatamente integra el Partido Liberal Autonomista para, desde su membresía, continuar la lucha y ordenar las fuerzas revolucionarias de la región. Estratégicamente actúa con cautela y previsión para no levantar sospechas en las fuerzas españolas y sus adeptos.

El General Antonio al tener conocimiento de sus actividades patrióticas le confía la jefatura del movimiento revolucionario en Baracoa, siendo apoyado por el Doctor Fermín Valdés Domínguez que se encontraba establecido en la zona. Ambos llevaron a cabo una destacada labor clandestina, que tuvo como punto relevante el 31 de diciembre de 1892, al llegar al puerto de Baracoa, el Comandante Gerardo Castellanos, enviado por José Martí, constituyéndose el núcleo de la dirección del Partido Revolucionario Cubano en esta comarca y designado Fermín Valdés Domínguez como el Delegado. Con anterioridad Félix Ruenes había participado en la Conspiración del Manganeso en 1890, proyecto conspirativo dirigido por Antonio Maceo que tenía previsto reiniciar la lucha armada el 8 de septiembre de ese año, aprovechando las festividades dedicadas a la Virgen del Cobre.

El 1 de abril de 1895, Antonio Maceo arriba a Playa Duaba, inmediatamente manda a localizar a Félix Ruenes. Al conocer este la presencia de Maceo, Crombet y otros patriotas en suelo cubano, sale enardecido de su casa, ubicada en la calle de La Playa, dando el grito de “¡Viva Cuba Libre, ha llegado el General Maceo!”, dirigiéndose seguidamente a su encuentro. Recibe órdenes precisas del General Antonio, las que ejecutó sin dilación. Ese mismo día, en horas de la noche, en el lugar conocido como El Juncal sostiene entrevistas con los hermanos Maceo y Flor Crombet. El día 3 se separa de los expedicionarios con la misión de organizar el Regimiento de Infantería de Baracoa.

El día 6 Tomás Cardoza, veterano de las dos guerras anteriores, se incorpora a las fuerzas de Ruenes en la finca Mata Arriba; el día 8, desde el Jamal, después de haber recolectado algunas armas y municiones, deciden dirigirse a los barrios de Gran Tierra, Vertientes y Jauco. El día 13, acampados en este último lugar, recibió al ciudadano Blas Martínez, quién había estado la noche anterior en la casa de Gonzalo Leyva, alcalde del barrio de Cajobabo, quien lo informó del desembarco acontecido el día el 11 de abril de 1895 en la playa del referido lugar. Por la descripción de los expedicionarios no le quedó dudas de que se trataba del general Máximo Gómez y de José Martí. Dispone de inmediato la marcha de las fuerzas bajo su mando hacia la zona de Imías, se dirigen hacia la finca el Cedro y de allí al Sao del Najesial, en la finca El Descanso, sitio en que se produce el trascendental encuentro el día 14. Allí tuvo la oportunidad de conocer personalmente a Gómez y Martí, y brindar la ayuda necesaria a los dos jefes supremos de la Revolución en marcha. Al día siguiente en el Rancho de Tavera, Máximo Gómez, Francisco Borrero, Ángel Guerra y Ruenes en consejo de Jefes, deciden además de reconocer en Martí al Delegado del PRC, ascenderlo a Mayor General del Ejército Libertador. El día 18 continúa la marcha, dejándole a Gómez y Martí algunos hombres para respaldarlos en la trayectoria.

De Ruenes hizo Martí la siguiente descripción: “… era un hombre ya de edad madura, fuerte, saludable, de buena educación y carácter dulce y amable; muy querido y respetado de sus soldados.” Por otro lado en carta a Gonzalo de Quesada y Benjamín J. Guerra escrita entre el 15 y el 16 de abril de ese año, reflexiona: “Félix Ruenes, el jefe, es hombre de consejo y moderación, que paga en las tiendas cuanto compra y acomoda a su gente, que recorre entusiasta la jurisdicción, ganando amigos, y fatigando a las desamparadas partidas de quintos, que halan de mal grado sus fusiles Mauser”. Posteriormente Martí y Gómez le escribirían una carta a Ruenes, que ostentaba el grado de Teniente Coronel, con fecha 26 de abril, solicitándole el envío de un representante de su jurisdicción a la Asamblea de Delegados que tendría lugar en Manzanillo. Sobre este asunto, Martí escribe en su Diario de Campaña el día 28: “…nota a Ruenes, invitándole a enviar el representante de Baracoa a la Asamblea de Delegados del pueblo cubano revolucionario-para elegir el gobierno que deba darse la revolución,-.”

Durante la guerra del 95 dirige distintas acciones militares como el ataque efectuado al poblado de Sabana, el 8 de junio de 1895, logrando una importante victoria; el 17 de febrero de 1896 participa en el combate de Sagua de Tánamo, bajo las órdenes de José Maceo, en Ramón de las Yaguas y en el de la Loma de Capiro, el cual constituyó su última acción de guerra.

Una crisis de artritis aguda lo golpea intensamente, viendo agotadas sus fuerzas físicas y casi convertido en un inválido, decide regresar a Baracoa en busca de la recuperación de su salud, hasta que finalmente solicita su relevo, retirándose, prácticamente inválido y con la salud quebrantada, falleciendo el 6 de mayo de 1899 rodeado de familiares, amistades y compañeros de armas.

Ejemplo de su etapa

Félix Ruenes representa la figura cimera del independentismo en la Ciudad Primada de Cuba en el siglo XIX. Un jefe militar destacado por su valentía, en los combates marchaba siempre a la vanguardia, fue organizador de importantes acciones contra el ejército español y garante de las expediciones que arribaron a Cuba con los principales jefes de la Guerra del 95. Comprendió el significado de la Protesta de Baraguá y permaneció en el campo de batalla apoyando en su empeño al Titán de Bronce.

Hombre, en cuya personalidad se combinaban la nobleza y humildad propia del baracoeso con un irrestricto sentido del deber para con los suyos y la patria oprimida, rasgos que no escaparon a la aguda observación de José Martí, lo que contribuyó a forjar entre ellos una relación especial, dando fé de ello, el propio Martí, en las páginas de su Diario de Campaña.

Fuente

  • Autor: Lic. Willy Nelson Ruiz Guilarte, Investigador del Archivo Histórico,
  • Aguirre Gamboa, Fidel: Diccionario Histórico-Biográfico de Baracoa. Editora Política, La Habana, 2016.
  • Biografía de Félix Ruenes disponible en el Archivo Provincial de Guantánamo.
  • Court Hernández, María y Fidel Aguirre Gamboa: Baracoa su alma profunda. Editorial El Mar y la Montaña, Guantánamo, 2011.
  • Cuevas Morillo, Ernesto de las: Narraciones históricas de Baracoa T2. Imprenta La Crónica, Baracoa, 1919.
  • Cuevas Morillo, Ernesto de las: Baracoa ante la historia. Imprenta La Crónica, Baracoa, 1924.
  • Díaz Gómez, Yamil: Crónicas Martianas. Editorial Capiro, Santa Clara, 2007.
  • Fernández Rubio Navarro, Elexis de Jesús: Baracoa y su espacio marítimo portuario. Edizione ACHAB Verona, Italia, 2011.
  • Martí, José: El Partido Revolucionario Cubano y la Guerra. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1978.