Fecha del Éxodo

Fecha del Éxodo.
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Concepto:Datación del la salida de los israelitas de Egipto, relato del libro del Éxodo.

La fecha del Éxodo israelita, el mito[Nota 1] del origen del pueblo de israel, ha sido motivo de debate durante siglos entre historiadores, arqueólogos y teólogos.

La razón de esta gran disputa se debe a que el texto bíblico ubica el éxodo 480 años antes del inicio de la construcción del Templo en Jerusalén (1 Reyes 6:1), que se cree tuvo lugar hacia el año 966 a.n.e. Esto situaría el éxodo alrededor del año 1446 a.n.e., durante el reinado de Tutmosis III o el de Amenhotep II. El problema surge cuando el relato bíblico menciona topónimos y datos que no parecen encajar históricamente con ese periodo; el más conocido es la mención de la ciudad de Pi-Ramsés, construida por los israelitas, aunque esta ciudad no existía en tiempos tan tempranos. Por ello y mucho más, es común entre los exégetas interpretar estos 480 años como un número simbólico, que simplemente estaría representando 12 generaciones de 40 años.

Aunque la mayoría de los estudiosos no considera el relato del Éxodo como un hecho histórico en los términos exactos en que es narrado en la Biblia, el consenso académico en que dicho relato está ambientado en el siglo XIII a.n.e., durante el reinado del faraón Ramsés II, y que esta cronología —y no una mucho más temprana— debe ser adoptada como base para cualquier investigación científica.[1][2][3] También, muchos maximalistas bíblicos —es decir, aquellos que consideran que la Biblia es muy confiable en términos históricos—, como Ralph K. Hawkins o James K. Hoffmeier, adoptan esta postura.

Análisis

Si el Éxodo ocurrió hacia el siglo quince antes de nuestra era, probablemente el faraón que contendió con Moisés habría sido Amenhotep II. Se suele usar como argumento que su antecesor, Tutmosis III gobernó 40 años. Si Moisés vivió 40 años en Madián y es correcta la interpretación de vivió hasta ese tiempo el faraón (Éxodo 4:19), entonces este argumento es robusto. Por otro lado, de haber acontecido el Éxodo hacia el siglo XIII a.N.E. se podría considerar que el faraón de la opresión fue Horemheb, y el que quizo matar a Moisés ya siendo adulto, fue Horemheb, Ramsés I o Seti I. El personaje de Moisés probablemente habría nacido a comienzos del siglo XIII a.n.e. y hubiera muerto hacia c. 1215 a.N.E.[Nota 2]

El análisis de la evidencia para la datación del Éxodo israelita generalmente se resume en la evidencia extraída del propio libro estudiado, ya que la evidencia externa de la época suele ser ambigua y debatida (por ejemplo, las conquistas de Canaán), o a veces escasa (como en el caso de la propia salida de Egipto).

Si bien ciertos documentales, como El Éxodo descodificado, de Simcha Jacobovici y James Cameron, insisten en conectar eventos externos del siglo XVI a.N.E. con el relato bíblico, e incluso pretenden descubrir que Amosis I corresponde al faraón aludido en la Biblia,​ tales afirmaciones son consideradas enteramente infundadas y construidas sobre la base de falacias por la comunidad científica. [4][5]

Topónimos

Los topónimos han sido muy importantes para determinar la fecha en el que el texto pretende ubicar al lector en un lugar cronológico en la historia. Israel Finkelstein, un famoso arquéologo, en su libro La Biblia Desenterrada, intenta desmentir el Éxodo. Lógicamente, primero argumenta en favor de una cronología específica.

En las páginas 69 a 70 declara lo siguiente: [2]

“1 Reyes 6:1 explica que el Templo comenzó a construirse en el cuarto año del rei- 70 nado de Salomón, 480 años después del éxodo. De ese modo, según una correlación entre fechas de reinados de los monarcas israelitas y fuentes externas de Egipto y Asiría, el éxodo se situaría, más o menos, en 1440 a. de C, es decir, más de cien años después de la fecha de la expulsión de los hicsos por los egipcios, en torno a 1570 a. de C. Sin embargo, hay todavía una complicación más grave. La Biblia habla explícitamente de los proyectos de trabajos forzados impuestos a los hijos de Israel y menciona, en concreto, la construcción de la ciudad de Ramsés (Éxodo 1:11). Este nombre es inconcebible en el siglo xv a. de C. El primer faraón llamado Ramsés no ocupó el trono hasta 1320 a. de C. —más de un siglo después de la fecha bíblica tradicional—. En consecuencia, muchos estudiosos han tendido a desechar el valor literal de la datación bíblica, insinuando que la cifra de 480 años era poco más que una duración simbólica que representaba el periodo de vida de doce generaciones, con la extensión tradicional de cuarenta años para cada una. Esta cronología notablemente esquematizada sitúa la construcción del Templo a medio camino, más o menos, del final del primer exilio (en Egipto) y del segundo (en Babilonia). Sin embargo, la mayoría de los estudiosos vieron la referencia específica de la Biblia al nombre de Ramsés como un detalle que habría preservado un recuerdo histórico auténtico. En otras palabras, sostenían que el éxodo debió de haberse producido en el siglo XIII a. de C. Había, además, otros detalles concretos del relato del éxodo bíblico que apuntaban a la misma época. En primer lugar, las fuentes egipcias informan de que la ciudad de Pi-Ramsés («La casa de Ramsés») fue construida en el delta en tiempos del gran faraón egipcio Ramsés II, que reinó desde 1279 hasta 1213 a. de C, y que para su construcción se emplearon, al parecer, trabajadores semitas.

Luego de decir esto, Finkelstein razona que la primera atestiguación extrabíblica del pueblo de Israel, la Estela de Merneptah, data hacia c. 1206 a.N.E., antes de eso, hay un silencio acerca de la nación de Israel en los registros arqueológicos, lo cual resulta problemático sobre todo teniendo en cuenta la enorme influencia egipcia en Canaán en esa época.

Armstrong Institute for Biblical Archaeology se adhiere a una fecha temprana del Éxodo y argumenta que dichos topónimos podrían ser simplemente ediciones posteriores.[6] Esta también es la postura del documental Patrones de Evidencia, el cual sugiere que los israelitas construyeron la ciudad de Avaris, y que ese fue el nombre que Moisés escribió en la Torá, pero que luego un editor lo cambió por Pi-Ramsés. La obra Perspicacia para comprender las escrituras comenta que “es posible que con Ramesés se haga referencia aquí a un distrito y que los israelitas partieran de todas partes del distrito en dirección a Sucot, que sería el punto de reunión.”[7]

Sin embargo, El Egiptólogo David A. Falk señala que muchos otros topónimos, aparte de Pi-Ramsés, también encajan mejor con el siglo XIII a.N.E. [8]

Arqueología

Estela de Merneptah

La Estela de Merneptah, datada hacia el año 1207 a.n.e., supone un terminus ante quem para la datación del Éxodo israelita, ya que menciona a un pueblo llamado Israel ya establecido en Canaán para esa fecha. La estela misma descarta la posibilidad de identificar al faraón bíblico con figuras como Ramsés III.

Relieve de Berlín

Según muchos estudiosos como Christopher Eames o Bryant Wood, es muy probable que una inscripción egipcia incompleta de la dinastía XVIII (1550-1292 a.n.e.), conocida como el relieve de Berlín, contenga una mención a Israel en Canaán, lo que implicaría atestiguaciones más antiguas que la Estela de Merneptah, y por ende, otro terminus ante quem para la fecha del Éxodo.[9] Sin embargo, muchos otros eruditos rechazan esta identificación.[10]

Cartas de Amarna

Las cartas de Amarna (documentos egipcios del siglo XIV a.e.c.) muestran la situación geopolítica en la región de Canaán durante ese período. La zona tenía una gran influencia egipcia, y los cananeos solicitaban ayuda porque un grupo conocido como los habiru estaba causando disturbios en la región. Estas cartas han sido interpretadas de diferentes maneras. Los defensores de un Éxodo tardío argumentan que las cartas no hacen referencia a Israel ni a algo similar, lo que supone un "problema de silencio". Israel Finkelstein, en su obra La Biblia Desenterrada, utiliza las cartas de Amarna como evidencia de que un Éxodo durante la Edad de Bronce es muy difícil, debido al control egipcio en la región.

En defensa, muchos comentaristas y defensores de un Éxodo temprano consideran que los habiru mencionados en estas cartas son, en realidad, los hebreos. [11]

Nueva Cronología (David Rohl)

David Rohl, historiador y egiptólogo británico, se hizo polémico en los años 90's con su nueva teoría, que hoy día, sigue siendo marginal entre la comunidad académica. Rohl sostiene que la cronología egipcia tradicional, contiene errores de cálculo que oscurecen su sincronización con los relatos bíblicos. En su libro A Test of Time, no solo identificó al faraón del Éxodo con Dedumose —un gobernante menor de la Dinastía XII—, sino que replanteó eventos clave. Por ejemplo, situó el reinado de Ramsés II en el siglo XII a.N.E., casi un siglo después de la fecha aceptada, argumentando que esto permitiría correlacionar la estela de Merneptah (que menciona a Israel) con el surgimiento temprano de los reinos hebreos. Lo polémico de su modelo radica en cómo reinterpreta las dinastías. Rohl no se limita a ajustar fechas: propone que dinastías como la XVIII y XIX coexistieron parcialmente, y que episodios como la expulsión de los hicsos ocurrieron en períodos más compactos. Esto, a su juicio, explicaría por qué ciertos hallazgos arqueológicos en Canaán (como el estrato de destrucción en Jericó) no encajan con la cronología estándar. Rohl insiste en que un papiro egipcio conocido como el papiro de Ipuwer (que describe plagas y caos social) podría aludir indirectamente al relato bíblico. Más allá del debate académico, su enfoque refleja un dilema persistente: cómo conciliar la arqueología de Oriente Próximo con las narrativas bíblicas sin caer en anacronismos. Para Rohl, la respuesta está en una revisión drástica de la cronología. [12]

Véase también

Notas

  1. En este caso, 'mito' no significa una historia falsa, sino más bien una historia tradicional que encarna una creencia sobre algún hecho o fenómeno de la experiencia, y en la cual a menudo se personifican las fuerzas de la naturaleza y del alma; una narrativa sagrada sobre un dios, un héroe, el origen del mundo o de un pueblo, etc.
  2. Para saber más sobre cómo transcurre exactamente el tiempo en la Biblia: [1]

Referencias

  1. The Editors of Encyclopaedia Britannica. (25 Feb. 2025). Exodus. Encyclopedia Britannica.
  2. 2,0 2,1 Finkelstein, I., & Silberman, N. A. (2003). La Biblia desenterrada: Una nueva visión arqueológica del antiguo Israel y de los orígenes de sus textos sagrados. pp. 69-70. Siglo XXI de España Editores. ISBN: 9788432311246
  3. Faust, A. (2015). The Emergence of Iron Age Israel: On Origins and Habitus, in T.E. Levy, T. Schneider and W.H.C. Propp (eds.), Israel’s Exodus in Transdisciplinary Perspective: Text, Archeology, Culture and Geoscience, Springer, pp. 467-482
  4. [2]
  5. [3]
  6. Eames, C. (2022, September 28). The 'Raamses' of Exodus 1:11: Timestamp of Authorship? Or Anachronism? Armstrong Institute.
  7. Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. (1988). Raamsés, Ramesés. En Perspicacia para comprender las Escrituras (Vol. 2).
  8. Falk, D. A. (2018). What we know about the Egyptian places mentioned in Exodus.
  9. Eames, C. (2019) Berlin Pedestal—Earliest Mention of ‘Israel’?. Armstrong Institute.
  10. James K Hoffmeier. (2007). Whats is the Biblical Date for the Exodus? A Response to Bryant Wood. p. 241. Journal of the Evangelical Theological Society.
  11. Waterhouse, S. D. (2001). Who are the HÁabiru of the Amarna Letters? pp- 31–42. Journal of the Adventist Theological Society.
  12. Rohl, David M. (2001). A Test of Time: The Bible—from Myth to History. London: Arrow

Fuentes