Fernando de Villena

Fernando de Villena
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NombreFernando de Villena
Nacimiento8 de noviembre de 1956
Granada, España Bandera de España España
NacionalidadEspañola
EducaciónDoctor en Filología Hispánica por la Universidad de Granada
Ocupaciónescritor, profesor y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada.
PremiosPremio Ibn Gabirol, Premio de la Crítica Andaluza, 2009

Fernando de Villena. Es un escritor español y miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada. Su obra poética nace influida por la belleza y perfección formal de la poesía de los siglos de Oro. Cada uno de sus libros es una aventura distinta, unidos por el culto a la palabra, el amor al pasado, el gusto por las imágenes nuevas y por el color, la emoción ante la naturaleza, ante algunas obras del hombre y, sobre todo, por la búsqueda incesante de lo bello y lo misterioso.

Síntesis biográfica

Fernando de Villena nació el 8 de noviembre de 1856 en Granada España.

Infancia

Mis ocho primeros años de vida fueron extremadamente dichosos gracias en parte a mis dos hermanos y a mis padres y mis tías. José Manuel era el mayor de los hermanos y ambos sentíamos la pasión por los tebeos. Con Ignacio, el más joven, compartí el gusto por la aventura en viejas casas deshabitadas. Mi padre es un hombre bueno que con su ejemplo nos encaminó siempre hacia la honestidad. Mi madre poseía un carácter inquieto y soñador que tal vez espoleó mis deseos de hacer algo importante en la vida. A partir de los nueve años mi existencia y mi carácter cambiaron. Yo había sido muy feliz en el colegio de monjas de Cristo Rey, donde se me trataba con respeto y cariño, pero apenas puse los pies en los Escolapios supe que mi Arcadia se acabó para siempre. Allí, como la mayor parte de los alumnos, salvo los chivatos, los hipócritas y los expertos en hacer la pelota, padecí bofetadas sin cuento, humillaciones y arbitrariedades. Además, en aquel tiempo, un susto terrible con un hombre que me persiguió por la calle, terminó de hacerme asustadizo y reconcentrado, y ello frente a la brutalidad de los compañeros más fuertes y despóticos. Un infierno, en suma, del que hablé en mi primera obra narrativa: “El desvelo de Ícaro”.

Adolescencia

Mi adolescencia fue una liberación. En España se percibían brisas de cambio y los curas escolapios, hipócritamente, comenzaron a plegarse a las nuevas circunstancias. Ya no pegaban bofetadas; habían empezado a escorarse hacia la izquierda. En ese momento, en torno a los catorce o quince años, conocí a mis primeros amigos de verdad: José Antonio López Nebot, que es también escritor, Alejandro Roldán, Fernando Castellón, Felipe Burgos, Evaristo Díaz Cabrera…También en ese instante se me abrió el mundo femenino. Y dejé de ser timorato y me convertí en audaz y seguro de mí mismo al comprobar que ellas me valoraban. Los dos últimos cursos de mis estudios medios los realicé en el colegio del sacromonte y ello supuso un nuevo deslumbramiento: de esos días nace mi amor por el pasado, por la Historia, y también por la Naturaleza. En aquel momento, en aquella soberbia abadía, supe por vez primera que yo sería escritor y de entonces datan mis balbuceos literarios. En este periodo y también en mi infancia y todavía hoy, los veranos en Almuñécar representaban y representan el paraíso.

Universidad

Mi paso por la universidad supuso una pérdida de tiempo, como el de la mayoría de los estudiantes españoles. Conseguí mis títulos y poco más. Algunos nuevos amigos como Ricardo Proupín o Francisco Morales Lomas… Algún que otro profesor digno como Emilio Orozco, Antonio Gallego Morell o Nicolás Marín… Cada vez más me interesa la literatura del siglo de Oro y comienzo a tratar con otros escritores como Antonio Enrique o José Lupiáñez que en seguida se convertirán en amigos míos inseparables.

Docencia

Nunca me ha entusiasmado la docencia. Quisiera estar siempre aprendiendo. Pero en España es muy difícil vivir de la escritura. He tratado siempre de realizar mi trabajo con toda dignidad y en mis inicios como profesor hasta tenía cierta ilusión. La nefasta LOGSE acabó con todo. Nuestros jóvenes de hoy están completamente manipulados por el capital, narcotizados por las indigestas y violentas películas que nos imponen los EEUU. Me parece muy difícil luchar contra el mundo de la imagen para imponer el de la palabra. Ya apenas se lee. La competencia de las televisiones y los ordenadores resulta demasiado fuerte. Y para colmo, las editoriales poderosas han convertido, en connivencia con el CESID, todo el mundo cultural español en una gran mentira: falsos valores, “best sellers” hueros de cualquier pensamiento, etc. Todo ello aleja cada vez más a los posibles lectores. La gente se cansa de tanto fraude.

Como escritor

Escribir para mí supone una necesidad: se trata de ofrecer mi visión única del mundo. Cada cual posee una visión única, sin embargo son muy pocos los que se paran a pensarlo. La autobiografía de cualquier persona merece nuestro respeto y nuestro interés. Escribo también persiguiendo un eco de la belleza que nos rodea y nos huye, efímera siempre. Y también en pos de una luz en el misterio que de continuo palpamos sin ser conscientes de ello.

Familia

Mi familia, mis hijos y mi esposa, representan lo mejor de mi propia vida. Algo que merece la pena todavía más que la Literatura. A ellos he dedicado gran parte de mi obra y en especial ese poemario titulado “Vos o la muerte.” Hoy que tan desprestigiados están los valores familiares, yo lucho cada día por mantener unida y feliz nuestra familia. ¡Debo tanto a la paciencia y al constante estímulo de María Teresa…! ¡Disfruto tanto cada día cuando a mis hijos, Fernando y María Teresa, me cuentan sus cosas…!

Deseos futuros

Mi otra pasión es el viaje, aunque cada vez resulte más incómodo desplazarse, ya que el viajar se ha convertido en algo casi rutinario para las masas. De todas formas, me parece algo muy positivo. La Humanidad mejorará gracias al viaje. Con mi familia he recorrido numerosos puntos de Europa. También conozco algo de África y sueño con tener algún dinero para cruzar el Atlántico hacia la América Latina o ir hacia la India y China y qué se yo… Soy un vitalista y jamás me faltan las ilusiones.

Opiniones de su obra

La ya cumplida obra poética de Fernando de Villena, hay que ponerla en relación obligada con nuestra mejor tradición clásica. Y es más: sin ella como referente nos perderíamos gran parte de las novedades que nos trae y de la originalidad que muestra al saberse paradójicamente heredera de sus temas, formas y atrevimientos. Es, pues, esencial, al comenzar a referirnos a la poesía de Fernando de Villena, partir de esta singularidad que en su trayectoria se observa con mayor intensidad y virtuosismo que en la de cualquier otro autor de su generación e incluso de promociones anteriores. La reiterada y manifiesta defensa de la estética de los siglos de oro da unidad a su escritura, puesto que está presente en la totalidad de sus muestras, tanto en las que en algún momento llama el autor de tendencia neomanierista, y que aquí aparecen presididas por el título de Rimas, como en su producción más libre que abre estas obras reunidas y que nombra el poeta Fuegos y Sendas. Si tuviera que confesar cuál fue el primer deslumbramiento que me produjo su obra, debería señalar, precisamente, que lo fue la percepción a través de sus versos de ese aire renovado y eterno que viene de los clásicos, de nuestros Garcilaso, Fray Luis, San Juan, Góngora, Lope, Quevedo, Gracián, Calderón... Esa lección permanente del barroco español. Juan Vázquez Arbolar, critico y periodista “El País

Obras

Poesía

  • 1980 Pensil de rimas celestes
  • 1981 Soledades tercera y cuarta
  • 1984 En el orbe de un claro desengaño
  • 1988 Los retales del infierno
  • 1991 Vos o la muerte
  • 2004 Poesía (1990-2000)
  • 2009 Los siete libros del Mediterráneo

Narrativa

  • 1988 El desvelo de Ícaro
  • 1995 Relox de peregrinos
  • 2002 El hombre que delató a Lorca
  • 2003 Una vida del siglo XX
  • 2008 El testigo de los tiempos
  • 2012 Mundos cruzados

Fuentes

  • [1] consultado el 14 de septiembre de 2014
  • [2] consultado el 14 de septiembre de 2014
  • [3] consultado el 14 de septiembre de 2014