Fibrosis

Fibrosis
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Concepto:La fibrosis consiste en el endurecimiento de los órganos o del tejido debido a la formación de nuevo tejido conectivo. La fibrosis no es una enfermedad que pueda ocurrir de manera autónoma, sino un síntoma que puede presentarse de diferentes formas y por distintas causas.

Fibrosis. Hace referencia, por definición, al endurecimiento patológico de los órganos o del tejido debido a la creación de nuevas fibras de tejido conectivo. La fibrosis no es una enfermedad que pueda ocurrir de manera aislada, sino que es un signo que se presenta como consecuencia de muy diversas enfermedades. En principio, se pueden ver afectados todos los tejidos: es posible desarrollar fibrosis de los pulmones, del hígado, del riñón, del corazón o de la piel.

La proporción de tejido conectivo anómalo por órgano o unidad de tejido aumenta debido a un aumento del colágeno, un importante componente del tejido conectivo y de soporte (fibrosis: fibroso = formado por tejido fibroso). Los órganos y tejidos afectados se endurecen (esclerosis: del griego skleros = duro), por lo que su función se ve limitada.

Causas

Las causas de la fibrosis son muy variadas. El endurecimiento de los órganos o del tejido propio de la fibrosis se da como consecuencia de un aumento de la síntesis de colágeno. El colágeno es la proteína presente en mayor cantidad en el cuerpo humano y el componente más importante del tejido conectivo y de soporte. Tiene un rango de elasticidad muy moderado, por debajo de otros componentes del tejido conectivo como la elastina. Para la construcción del tejido conectivo y de soporte del organismo humano existen varios tipos de colágeno. El colágeno se produce en grandes cantidades en las distintas células del tejido conectivo, por ejemplo, en los osteocitos, los condrocitos, los leiomiocitos y los fibrocitos. En esta producción participan varias enzimas (proteínas que regulan el metabolismo y activan las distintas reacciones químicas).

En la esclerosis, la actividad de las enzimas lisil-hidroxilasa aumenta. La causa de este aumento de la actividad no se ha averiguado hasta ahora. Sin embargo, está claro que las inflamaciones crónicas, los trastornos de la circulación o el envejecimiento (procesos de desgaste) pueden llevar a la aparición de la esclerosis. Por ejemplo, la causa de la fibrosis del hígado puede ser la inflamación crónica del hígado (hepatitis) o el abuso crónico del alcohol, mientras que la fibrosis de los pulmones puede estar causada por enfermedades pulmonares como la inflamación crónica del tejido pulmonar (ocasionada por sustancias tóxicas [entre ellas el tabaco] y gases o polvos, fármacos o radiación y contribuyendo al daño ocasionales infecciones por bacterias o virus).

Síntomas

Los síntomas que se dan en la fibrosis (esclerosis) se originan como consecuencia de la disfunción de los órganos o de los tejidos. Cuando se presenta una fibrosis de órganos o tejidos, aquellos afectados en muchas ocasiones van a verse afectados en su función. Debido a la presencia de tejido conectivo se muestran duros, sólidos y poco elásticos. Algunos ejemplos son los siguientes:

Esclerodermia

La fibrosis (esclerosis) de la piel es conocida como esclerodermia. Además de a la piel, la fibrosis en esta enfermedad también puede afectar al tejido conectivo vascular y a los órganos internos, como al tracto gastrointestinal, los pulmones y los riñones. En caso de que se presente una esclerosis sistémica progresiva, los signos característicos son el engrosamiento y la atrofia de la piel, así como la limitación en el movimiento (especialmente de las manos y los dedos). A menudo se produce también artritis. Se sufren también problemas de la deglución debido a que el esófago se convierte en un tubo sin movilidad ni elasticidad. Si la esclerodermia está muy avanzada, el tracto gastrointestinal puede perder su función debido a la rigidez de sus paredes. Dependiendo de la magnitud de la fibrosis pulmonar se producirá disnea, y el ventrículo derecho del corazón podrá verse dilatado y con su función reducida debido a un aumento de la presión pulmonar precapilar. El aumento de la fibrosis en los vasos renales impide que estos realicen adecuadamente su función y provoca un aumento de la presión arterial y una deficiencia crónica del suministro de oxígeno y nutrientes. En estadios avanzados, la esclerodermia puede ocasionar fallo renal.

Diagnóstico

El diagnóstico de la fibrosis se realiza basándose en el historial médico del afectado y una exploración física. Para confirmar el diagnóstico es necesaria una muestra de tejido del órgano afectado para examinar al microscopio si se han producido los cambios característicos de la esclerosis.

En estadios avanzados de la fibrosis los métodos de imagen médica pueden ser útiles para el diagnóstico. Con estos se pueden observar los cambios en los órganos. En la fibrosis pulmonar se puede realizar una radiografía o una tomografía computarizada, mientras que la fibrosis avanzada del hígado (cirrosis hepática) se puede detectar mediante una ecografía.

Tratamiento

El tratamiento de la fibrosis dependerá de la enfermedad subyacente. La finalidad de este será evitar el avance de los cambios en los órganos o en el tejido.

Sin embargo, no es posible una curación total de la fibrosis mediante el tratamiento. El proceso de remodelación que se produce en la fibrosis no es reversible tampoco a través del tratamiento. Los fármacos como los corticosteroides o los inmunodepresores, que suprimen el sistema inmunológico y la actividad de las células del tejido conectivo, pueden parar a veces la fibrosis o frenar su evolución. En casos graves de fibrosis, en los que se produzca una pérdida de la función de los órganos, existe la posibilidad de implantar al afectado un órgano donado (trasplante).

Evolución

En la fibrosis (esclerosis), la evolución depende en general de la enfermedad subyacente y de cómo de extendida esté al principio del tratamiento. Cuando se consigue detener a tiempo el proceso de remodelación de los órganos o el tejido, en muchos casos la vida del afectado se ve muy poco limitada o no se ve limitada en absoluto.

Una complicación de la fibrosis es que, en estadios avanzados el tejido funcional de los órganos halla casi desaparecido y que esto produzca un grave trastorno en su función. En este caso y sin un tratamiento adecuado, la fibrosis puede causar la muerte.

Prevención

La fibrosis se puede prevenir con medidas adecuadas que eviten las enfermedades que la desencadenan. Para esto existen varias posibilidades en función de cada órgano. Para evitar una cirrosis hepática es recomendable vacunarse contra la hepatitis B. También limitar el consumo de alcohol puede ser una medida de prevención. Los pacientes de fibrosis han de determinar cuál es la causa subyacente. Sólo así se podrá evitar que la enfermedad avance.

Algunas enfermedades asociadas a la fibrosis

Fuente

https://www.onmeda.es/enfermedades/fibrosis.html