Fiestas tradicionales en Regla (Cuba)

Las Fiestas Tradicionales en Regla: La Virgen
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Deidad:La virgen de regla
Número de seguidores:El pueblo de Regla
Lengua Litúrgica:Regla Ochá
Nace en:8 de septiembre
País(es) con mayor cantidad de fieles:Cuba
Religiones relacionadas:La religión es una forma de conciencia histórica que ha aportado a la cultura universal, hábitos, costumbres y tradiciones culturales. En Cuba las raíces del fenómeno religioso, se encuentran prácticas y representaciones ideales que se vinculan con nuestros dos principales troncos etno- culturales: España, que impuso su cultura y su religión católica en la época de la colonización, y África que aportó variados cultos tribales sincréticos como la santería, Regla Ochá, Palo Monte o Regla Conga y la Sociedad secreta Abakúa.
Sitio web
www.casasdecultura.cult.cu


Las tradiciones religiosas en cuba. Tradiciones populares


En cada pueblo, en diversas regiones y épocas, se conservan y producen las más diversas tradiciones, costumbres de ciertos arraigos que comportan sentimientos e ideas específicas vinculadas a los acontecimientos reales o figurados que se han reiterados por alcanzar cierta connotación. Las tradiciones forman parte de la cultura y pueden tener alcance étnico ya se a local, nacional o internacional en que el pueblo expresa su forma de pensar, de interpretar la realidad, de actuar sobre ella y reflejar su cultura.

¿Qué entendemos por tradicional? Se conoce por ello a lo que alcanza cierta perdurabilidad en el tiempo, y abarca costumbres comportamientos, modos de enfocar los problemas, etc. donde hay reiteración.

La religión es una forma de conciencia histórica que ha aportado a la cultura universal, hábitos, costumbres y tradiciones culturales. En Cuba las raíces del fenómeno religioso, se encuentran prácticas y representaciones ideales que se vinculan con nuestros dos principales troncos etno- culturales: España, que impuso su cultura y su religión católica en la época de la colonización, y [África] que aportó variados cultos tribales sincréticos como la santería, Regla Ochá, Palo Monte o Regla Conga y la [Sociedad secreta Abakúa.]

¿A qué se le llama tradiciones populares?

Las tradiciones populares son producidas espontáneamente por el pueblo, que éste las asimiló e incorporó, a pesar de haber existido transformación al hacerlo. Estas tradiciones adquieren frecuentemente una forma festiva, pueden tener referente religioso o laico, con la presencia de figuras o acontecimientos históricos y que se conforman con una necesidad específica en cuanto a su razón de ser.

Las devociones apreciadas en nuestra isla, forman parte de la religiosidad más extendida entre los creyentes reglanos y se caracterizan por su espontaneidad, sistematicidad e irregularidad de sus prácticas, hay ausencia de sistemas teóricos elaborados, y presencia de ideas que conforman un proceso sincrético. Los participantes manifiestan sus creencias individuales en actividades colectivas de cierta pasividad, pero que no llegan a ser grupos cohesionados.

¿Qué cultos esenciales caracterizan las devociones?

Dentro de las figuras se hallan, como parte de las festividades religiosas, el culto a San Lázaro, anciano llagado con muletas acompañados de perros y que se celebra en especial, en el Santuario del Rincón, el 17 de diciembre; el culto a la Virgen de la Caridad, asociado a la bahía de Hipe, cuando apareció su imagen en el siglo XVII, celebrado el día 8 de septiembre, la Virgen de la Merced originada en Barcelona durante el medioevo, cuya imagen fue traída a Cuba y a la que se rinde devoción en un templo situado en La Habana Vieja; así como el culto a la Virgen de Regla ,también el 8 de septiembre.

La virgen de regla. Su historia

San Agustín el africano, [Obispo de Nipona], que nació en Lagaste, África, y vivió por los años 360 al 436, ordenó tallar la figura de la virgen con el color negro, de acuerdo a la tez de los africanos. Este fue un padre cultísimo, hasta considerarse uno de los más prolíferos en el campo de las letras. Él había tenido una revelación: un ángel le había vaticinado que debía ser tallada en madera la esfinge que luego debía colocarse bien adornada en su oratorio, por ello lo que el padre hizo fue seguir al pie de la letra las instrucciones.

Se dice que el obispo utilizó la mejor madera de cedro que pudo encontrar. Al parecer los siglos le han borrado el nombre puesto por San Agustín, que parece probable fuera el actual de la santa imagen. Después del saqueo de Lagaste, el diácono llamado Cipriano, salvó a la virgen, pasando con esta por una tormenta a través del Estrecho de Gibraltar, el hecho se considera el primer milagro de la virgen de Regla. La tradición se encargó de hacer a la virgen Patrona de los marinos, como consecuencia de haber traído a la embarcación salva a pesar de la tempestad.

El tal [Cipriano] llegó luego a [Cádiz], [España], [villa de Chillona], donde está el santuario de la Virgen de esta villa y entregó su carga al prior del convento de Ermitaños de San Agustín, los árabes estuvieron varios siglos en esa parte de España y el prior no pudo jamás ver a la sagrada figura en su altar, murió y llevó a la tumba su secreto.

En el año 711, una invasión amenazó a la santa, debido a la presencia árabe en Andalucía, pero la esfinge había sido escondida hábilmente en un pozo cercano. En 1330, un canónigo del Convento de Santa María de Regla, la encontró, durante un paseo que realizaba en compañía de unos labriegos. El encuentro se produjo porque el canónigo había soñado que una gran señora de rostro negro, le mandaba ir a orillas del[ mar gitano] a rescatarla: “Debajo del árbol, en que reposas, está lo que afanosamente buscas” decía la revelación” (1)

El 12 de octubre de 1492 las tres carabelas que meses antes partían del puerto de Palos de la Frontera avistaban tierras americanas. El inmortal marino Cristóbal Colón, creyendo llegar a las Indias Orientales había descubierto un nuevo mundo. Unos días más tarde, el 27, descubrían Cuba, nuestra patria, la que por su extensión creyó Colón que formaba parte de un continente.

Pueblo catequista el español, llevaría la semilla de la fe a las naciones descubiertas, y quizás con rudeza, pero es cierto que la fe católica se extendió por todo el continente, llevando como centro la devoción aMaría. Esta devoción se llevaría luego a todo el nuevo mundo y se levantarían iglesias en su honor, fundando pueblos en su nombre. En lo que respecta a Cuba, desde los días de la Asunción de Barbacoa, a nuestros momentos, sobresalen dos hermosas devociones: la Virgen del Cobre y la Virgen de Regla.

El 27 de febrero de 1517 se hacía merced a Diego miranda de las tierras en que hoy se levanta el Santuario de Regla. Antón Recio, uno de los primeros y más calificados vecinos de la Habana, fundó en ellas un ingenio que se llamó [Guaicán] amar, que al decir de José Manuel de la Torres, era “uno de los primeros en tal escala, y movido por bueyes”.

Don [Pedro Recio] de Oquendo cedió el terreno para edificar una ermita a Nuestra Señora de Regla en esta ciudad...”el sitio más a propósito, era el de una parcela de tierra, frente de un cayo que ciñe el mar (...) doy licencia y permiso como dueño de dicha punta, sacando la licencia de dicha ermita, el 3 de marzo de 1687...”(2)

La tormenta del 24 de octubre de 1692, destruyó totalmente la ermita de la Virgen de Regla. [Juan Martín de Concedo] llegó al santuario para dar gracias y lo encontró totalmente destrozado, concibió entonces la idea de levantarlo de nuevo, esta vez más sólido y fuerte.

Mientras esto sucedía en Cuba, Don Joaquín Ponce de León, señor feudal de Chillona, había cedido su castillo como monasterio de culto a la imagen. De esta virgen solamente quedaron cabeza y tronco. En 1590 toda la esfinge fue cubierta por una chapa gruesa de plata a modo de armadura, en que sólo la cabeza quedó descubierta.

El año 1696 tiene una particular importancia en el culto a la virgen, pues fue a partir de ese año que el castellano Don Pedro de Aranda donó al santuario la escultura que había traído en su primer viaje a[ España].

Desde el momento en que la virgen tuvo su ermita en pie, se ramificó el espíritu público de su devoción, se convirtió esta en foco de piedad, y venían personas desde los más apartados lugares a rendirle homenaje. La devoción crecía más y más. En 1708 se agregó a la iglesia dos altares, por no dar abasto el que había para las misas.

En 1714 el Presbítero [José López de Salazar], Administrador del Santuario, pidió a los regidores de la Habana que la virgen fuese jurada Patrona de la Bahía, y Puerto de la Habana. El 26 de diciembre de ese mismo año fue de gran fiesta en Regla Se trasladaron a la localidad el Capitán General, el Obispo, el cuerpo de Regidores en pleno, el clero y numeroso concurso de fieles, y allí, delante de la bendita imagen, se le impuso la llave simbólica como Patrona y Gobernadora de la Habana.

Sin dudas, fue una época de gran triunfo para el santuario, aunque nada existía en Regla: ni los almacenes, ni las murallas, todo estaba desierto en los terrenos de Guaicanamar donde hoy se levanta el ultramarino pueblo reglano, sólo algunos cuartos para hospedar a los devotos a continuación de la iglesia.

La virgen como símbolo de la localidad: fundación de regla

La afluencia de público al santuario del pintoresco pueblo de Regla, hizo necesaria la presencia de personas que preparasen los alimentos de los peregrinos. Acerca de los primeros pobladores de Regla, se sabe que en 1737, a [Domingo Martín], natural de Guarachico, isla de Tenerife, al parecer muy nervioso, le fue dado el permiso de fabricación para construir una casa de ocho varas de largo cerca de la huerta del santuario para la bodega de las casuelas, donde se almacenaba comida y carne para los romeros, enviada desde Guanabacoa.

Seferina, parda libre, tuerta, señora mayor de alrededor de setenta años, y natural de la Habana, pidió en 1737 licencia a los dueños del terreno para construir un bohío cerca del santuario, y vender cazuelas y carnes a los que venían de romería para su culto. Fue esta acción la que atrajo a un buen número de vendedores e hizo fundar marítimo y comerciante.

Se cuenta que Domingo Martín y Seferina fueron los dos primeros moradores y vecinos de Regla, y que vivieron en constantes discordias y quimeras.

El ataque a la Habana por los ingleses trajo como consecuencia que el capellán trasladase la imagen de Nuestra Señora de Regla y sus alhajas a la Iglesia del Calvario, llevándolos personalmente en su cabalgadura. Dos días después, volvió a trasladarse al ingenio de Don Diego Marrero, en Managua. Allí estuvo doce días. Al decir de Rafael Garrucho Ambrón, todo esta situación se debió a que “...Los ingleses ocuparon la iglesia con todas sus fuerzas”… (3).

La Parroquia de Regla se creó en 1811, en septiembre. Se inauguró el día 8 de ese año, En esa fiesta predicó el prestíbero Félix Varela. Gonzalo Herrera fue el padrino, aunque en 1818 se terminaron de construir la torre y el frontis, gracias a la obra del matemático Pedro Abad Villarreal, y el alarife Don Pedro Justiniani.

Es de importancia destacar que a la fachada de la iglesia, se le puso una ornamentación que todavía hoy puede verse. Posee estilo griego, consistente en un tímpano y dos columnas. El 3 de marzo de 1812 se recibió la visita del Obispo Espada.

Queda así demostrado que alrededor del santuario se improvisó un pueblo: se veían negras confeccionando dulces y otros alimentos para expender a los que venían a la feria, se mataban animales como ofrendas, y se distribuían, todos participaban en comunidad, el capellán hospedaba a los podía, se ponían mesas para los devotos de Nuestra Señora de Regla, y ella tomaban parte altas notabilidades de la ciudad, y los habitantes circunvecinos de la bahía.

Los festejos tradicionales en regla. Caracterización del culto

En las fiestas ayer, los devotos de la isla ofrecían sus tributos tales como; carneros, bueyes, chivos y ex votos de plata. Estos últimos se veían luego en la sacristía y el altar de la iglesia.

Nuestro pueblo de Regla rendía culto a la virgen ocho días, durante los cuales re realizaban bailes, se tiraban fuegos artificiales, y venían a Regla cientos de personas que participaban en juegos de azar. Era habilitado el Salón del único teatro existente - el Paraíso- y el Palacio otrora de los Marqueses de la Real Proclamación, localizado en las calles Maceo y Ceulino.

El ceremonial era presidido por el Alcalde, los Tenientes-Regidores, y Regidores, el Comandante de la Plaza con las fuerzas del ejercito, que abrían la marcha, después, el Cura Párroco, con su séquito Le seguían los voluntarios, los bomberos del comercio, los bomberos municipales, y los banderas rojas. Todos marchaban al compás de la música de las bandas, a ambos lados de la comitiva le seguían los fieles.

El día 8 de septiembre era el rito cristiano, la forma tradicional de lucimiento, la Gran Fiesta de la Virgen de Regla, fiesta también de nuestra Patrona, la Caridad del Cobre. La nación entera estaba aquí, representada en este pueblo bravo de Regla: Hervía la bahía, hervía Casablanca, hervía Guanabacoa, hervía la Habana, pues una comunidad doliente, contenta, devota, sensual y cálida, confluía en las estrechas y empedradas calles de la bahía. Era un vibrar del alma popular cubana.

La fiesta se tornaba como un río humano que se desborda, remansa y arremolina, porque venían el afligido, el que estaba contento, el que tenía, el que aspiraba, el que alababa, y se alimentaba. Era una forma de manifestarse el calor y el sabor de nuestro pueblo: el duro y bronceado músculo del hombre del muelle, la cinta de colores del viejo pajilla, el guano desflecado del viejo patriota, los espejuelos negros del joven mimético, los pañuelos tanto rojos como blancos, como amarillos en el bolsillo, cuello o cabeza, la cabeza descubierta y las venas abultadas en sol ardiente y tenaz.

Se destacaba la belleza de la mujer criolla, y las niñas y niños, vestidos de blanco, con las velas encendidas tras la imagen de la virgen. Todos los colores y notas al unísono, todas las alegrías y las tristezas hechas fiesta.

La villa de Regla se llenaba de bullicio, de feria, de colores, de romería y expansión de fiesta. La gente conversaba, bailaba alegremente, cantaba y gritaba, porque era el día en que la Patrona descendía de la bahía, a la orilla, y flotaba en este mar de tierra humana, para seguir luego hacia la vieja barca.

En la noche del ocho al nueve, se velaba y se esperaba el momento de yemayá, pues la Virgen de Regla y esta última, aparecían juntas y separadas en la fiesta del día ocho. El tiempo obró el milagro que aquellos para quienes era la Virgen de Regla sólo la virgen católica, vieran también algo de la diosa yemayá, y viceversa.

Las imágenes llegaban al mar para el despojo final, se remansaban, se corría y se rompía en cantos, toque y baile, acompañando a las ofrendas rituales, la rotura del coco, frutas, aves. Después, se reanudaba la procesión villa adentro. Pepa la Santera, la más anciana, se asomaba a la puerta apoyada en su muleta. A ella correspondía, por su edad, sabiduría y virtud , este primer tributo. Las imágenes se detenían ante su puerta, luego seguían con la multitud, hacia otras puertas, templos humildes o casas-templos del pueblo.

Finalmente se iba camino arriba, al cementerio, a saludar a los difuntos, a ejecutar el despojo. Ahí culminaba la fiesta, pues los tambores sagrados con las imágenes en los santuarios de los cabildos, se guardaban. Culminaba todo el proceso, y había que esperar una nueva fecha.

El culto a la Virgen de Regla se extendió con el tiempo en forma maravillosa. Son miles de fieles los que todos los días iban a postrarse ante la imagen venerada de la madre de dios. Los días ocho de cada mes, desde las primeras horas de la mañana, hasta las diez de la noche, entre cuatro o cinco mil personas venían al santuario, en muchos casos llevando agua bendita. En nuestros días, con un menor número de fieles, se mantiene el traslado de personas los días ocho de cada mes.

Peculiaridades de algunos festejos populares

En 1836, [Don Miguel Tacón] designó dan nueve bailes en ocho noches de su octava, y las de sus vísperas, los que comenzaron el día 7. …“Para mayor satisfacción de los concurrentes, los fuegos artificiales se tirarán por un nuevo Profesor de Pirotecnia, asomándose la fachada del edificio acorde a sus deseos. Las entradas serán gratos para las señoras, los caballeros abonarán 4 reales por papeletas entregadas en la puerta...” (4) El juego trajo consigo tragedias: Entre 1871-1872 hubo hechos de sangre y tragos en el primer año, en tanto en ele segundo, la venta de comestibles en bodegones, y los bailes indecentes y provocativos, tanto de día como de noche, condujeron a que el Marqués de la Torre decretara el cierre de estos establecimientos a las 8 de la noche, y se multaran los juegos del azar. Se impuso además la pena de muerte y 20 ducados.

La presencia del nuevo Párroco Moisés Arrechea e Iturralde desde el 19 de noviembre de 1939, condujo a reparaciones en las casas de propiedad del santuario, construcción de un comedor en la Casa Rectoral, presencia de joyas, ornamentos preciosos, etc. Arrechea concibió y realizó la brillante idea de la Procesión Marítima, en la tarde del día ocho de septiembre, que conjuntamente con la Procesión tradicional del pueblo, el domingo siguiente a la fiesta, constituían un poderoso atractivo para miles devotos de la virgen.

El culto a la virgen fue aumentando por años. A partir de 1939 Moisés Arrechea Iturralde, se hizo cargo de la parroquia. Panchita Cárdenas vivía al lado de la iglesia, y erigió un altar en su casa. Cárdenas fue una mujer inteligente, noble y cariñosa, y su altar fue visitado día y noche por centenales de fieles Así atendía a la vez, la imagen de la parroquia y su vivienda, por eso el vulgo comenzó a llamarle Camarera, cargo que después ostentó Consuelo Fernández de Injaspi.

En 1946 la Virgen de Regla fue bajada a tierra, se renovó su patronato, y se le colocó la llave simbólica. Fue una Procesión tradicional, en homenaje a la virgencita prieta, profundamente arraigada en el fervor de nuestro pueblo. Se le dio una vuelta por las calles que rodean al Palacio de la Presidencia, fue detenida frente a la Jefatura de la Policía Nacional, y finalmente, llevada a la Catedral, para actos religiosos. Dueña de las aguas, fue declarada Patrona de sus fiestas, por el Presbítero de Regla, Moisés Arrechea e Iturralde.

En esta Procesión, la santa estrenó un regio o manto y vestidos traídos de New York. Los ornamentos de plata, oro de 24 kilates y amatistas recuerdan jarrones, y además ramos de flores. Pedro Piedrahita, experto en arte religioso, y el joven Miguel E. Jaime trabajaron 5 meses en la tarea de vestir a la virgen. Así llevando a la cabeza su propia corona, y sentada en su fastuoso trono de plata. Nuestra Señora de Regla, recorrió la bahía, y pisó tierra firme en la capital, y su poderío religioso en San Cristóbal de La Habana.

Ese año 1946, salieron además, como peculiaridad importante, los Cabildos de Pepa Herrera, y de Susana Cantero, esta última fue una cienfueguera que residió en Regla muchos años, con muchos ahijados, que la adoraron y bendecieron.

En 1951, el Programa de las Fiestas se extendió desde el 29 de agosto, hasta el 16 de septiembre. Ese año la Procesión Marítima, por aguas del Puerto Habanero, tuvo como peculiaridad que la imagen de la Patrona de la Bahía fue conducida hasta los Muelles de Aguilera, o sea que ganó en esplendor.

En 1958 no hubo procesión, los creyentes se vieron imposibilitados de ver la imagen santa, pues esto no estaba en la localidad, de manera que los fieles llegaron solamente para solidarizarse con su ausencia combatiente. ¿Qué había sucedido con la imagen tanto tiempo dorada? El 5 de septiembre había sido secuestrada por el Movimiento 26 de Julio, y trasladada consecutivamente, a Mariano, Víbora Park, Guanabacoa y el día 12 a los hornos de Cojimar.

Las reformas introducidas por el padre Varela

En los comienzos de 1952, y ya con la presencia del Párroco Ángel Pérez Varela, se acometieron una serie de nuevas e importantes como: la renovación parcial del techo, la remodelación de las paredes interiores y exteriores, en vez de los altares laterales se introdujeron nichos para las sagradas imágenes, cuarenta bancos nuevos, y un órgano eléctrico de nuevo tipo, la adquisición de nuevas imágenes y pintura y decoración de las antiguas, reparación total de la Capilla del santísimo, se restauraron los muebles de la sacristía, ornamentos y vasos sagrados, además fueron restaurados los manteles del altar, y las sotanas de los acólitos.

El santuario recibió, en 1953, finalmente, 62 peregrinaciones, y el 11 de septiembre de 1955, llegó la aprobación por el Vaticano para la coronación de Nuestra Señora de Regla .Lograr la coronación no fue cosa fácil, la iglesia reserva este honor tan sólo para las imágenes del Señor o la Santísima Virgen célebres por antiguas, por posee un gran número de files devotos y gracias concedidas, cosas estas que cumplía a cabalidad Nuestra Señora de Regla.

El 24 de febrero del propio 1956, fue conducida la Patrona de la Bahía de La Habana, desde Regla hasta la Catedral, se organizó la Procesión por la calle de Oreilly hasta el templo máximo habanero, la Ronda Municipal de La Habana y el Alcalde capitalino siguieron la Procesión hasta su destino: Entre las sirenas de los barcos en el puerto, el repique de las campanas de Casablanca y Regla, y las ensordecedoras sirenas de los numerosos botes y yates pequeños que acompañaban a la Virgen, cerca del Muelle de Caballería, se veía la multitud agolpada cerca del mar, en espera de la imagen. ¡Fue un bello acto!

A las cinco de la tarde, la imagen fue llevada hasta la carroza que había de conducirla al santuario en orden magnífico, y el Alcalde Municipal, que asistió a todos los actos, declaró tres días festivos en el municipio Regla. Al llegar al pueblo ultramarino, cerca ya de las diez y treinta de la noche, el pueblo tributó a la imagen gran reverencia con exclamaciones de ¡Viva la imagen! ¡Viva la reina coronada! La capilla se terminó en julio de 1955, y el 12 de septiembre, en el mismo local, comenzó a funcionar la Escuela Parroquial “Cardenal Arteaga.

El 24 de febrero de 1957, al cumplirse un año de la Coronación canónica de la virgen reglana, la Junta Parroquial, dio títulos de congregados de honor a diversas personas distinguidas por su labor católica, y el 24 de febrero de 1957, el Párroco Pérez Varela fue titulado por sus feligreses como Hijo Adoptivo de Regla, previo acuerdo con el señor Zacarías Acosta, Alcalde de Regla.

El 24 de febrero de 1961, se conmemoró la coronación mediante la bendición de la Pila Bautismal, que se conserva en el Museo Parroquial, y el 11 de agosto de 1965, el Santuario de Regla fue declarado Monumento Nacional, por su antigüedad y condiciones, ya que se trata de un edificio de más de cincuenta años, y no ha sido alterado en su estructura esencial.

Fuente: Lic. Reinaldo Figueroa Cruz./Consejo Nacional de Casas de Cultura/Ministerio de Cultura

Bibliografías: Gómez Luaces, Eduardo. “Historia de Nuestra Señora de Regla: Sus fiestas, Los Cabildos”.Valgayo, La Habana, 1945./González Xiomara y Rodríguez, Roberto. “La casa de todos. Los muchachos de Regla”. Editora abril. 1986./“La Religión. Estudios de Investigaciones sobre la temática religiosa”. Centros de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas. Editora política. 1993./Pérez Varela, Ángel. “Historia del Santuario de la Virgen de Regla”. Valgayo. La Habana, 1967./Vivanco, Idelfonso. Iglesia o Santuario de Nuestra Señora de Regla en: “Paseo pintoresco en la isla de Cuba”. Iprenta Soler y Compañía. La Habana, 1841. Oficina del Historiador.

Fuentes Publicísticas. Bohemia (Ciudad de La Habana), 8 de septiembre, 1944. Bohemia (Ciudad de La Habana), 1ro de octubre, 1944. Carteles (Ciudad de La Habana), 1 de octubre, 1946. Cuba Católica (Regla), 8 de septiembre, 1951.