Forment

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Piedad de Damián Forment.JPG
NombreDamián Forment
Nacimiento1480
Valencia, Bandera de España España
Fallecimiento1540
Santo Domingo de la Calzada, Bandera de España España

Damián Forment Fue un escultor español, considerado el más productivo de la Corona de Aragón​ y uno de los primeros introductores del Renacimiento en España.

Datos biográficos

(Valencia, ? - Santo Domingo de la Calzada, 1540). Escultor de origen valenciano al que hay que considerar como uno de los más destacados representantes de la escultura aragonesa del Renacimiento, debido a su asentamiento y trabajo continuado en Aragón.

Nacido en Valencia, quizá a fines del siglo XV, trabajó en esa ciudad en compañía de su hermano Onofre y su padre Pablo Forment. En 1509, año de su traslado a Aragón, contrató un retablo, hoy desaparecido, para la capilla del gremio de plateros de Valencia, según las trazas de dos de los más importantes pintores valencianos del momento, Llanos y Yáñez de la Almedina (artistas que, según algunos autores, intervinieron de manera importante en su formación renacentista). Pero el 1 de mayo de ese mismo año se trasladaba a Zaragoza, donde fijaría definitivamente su taller, y contrata la realización del banco del retablo del Pilar, para el que algo más tarde, en 1515, firmaba con el tallista Miguel Árabe a fin de que le hiciera el guardapolvos, doseletes y adornos que lo enmarcarían. El contrato le obligaba a que el retablo fuera «tan bueno y mejor que el de La Seo», cláusula que debió de ser determinante para que adoptara la estructura en tríptico de éste, labrado un siglo antes por Hans de Suabia. Esta disposición subsistiría en retablos siguientes, como los de la catedral de Huesca (1520-34, en que se le pide documentalmente), San Pablo (1511) y San Miguel de los Navarros de Zaragoza (1518), si bien en este último sustituiría los elementos góticos por una traza más nueva de formas renacentistas (pilastras, guirnaldas, medallones, candelieri).

En éstas y en todas sus obras se aprecian grandes diferencias de calidad y estilo. Oscilaciones que pueden ser debidas a la gran cantidad de encargos que le llegan a Forment en muy poco tiempo, por lo cual, una vez hecha la traza y elegidas las composiciones e historias, el escultor debió de dejar en manos de sus más destacados discípulos (Yoli, Liceire) la realización de los mismos, de modo que cada uno dejó la huella de su personal estilo en ellos. Para la composición de los retablos y realización de las escenas, Forment acudió a menudo a grabados de artistas de renombre. En este sentido, hemos podido constatar la frecuente inspiración en los grabados de Durero, tanto en los de la serie de la Pequeña Pasión en cobre (calcografías de 1507-13) y en madera (xilografías, 1509-11), como de la Gran Pasión y Vida de la Virgen (xilografías de 1511). Estampas todas ellas muy conocidas a las que debió de unir el conocimiento de otros grabados de artistas italianos y su personal reinterpretación de los temas.

De entre las obras mencionadas, las más directas de su mano parecen ser el retablo del Pilar, en cuyo banco mostró un estilo cuatrocentista donatelliano, de formas suavemente modeladas e idealizadas, reflejando el narrativismo de la pintura italiana del XV en el cuerpo superior (Nacimiento de la Virgen) y pasando a un estilo más monumental y sólido en las otras dos escenas superiores (Asunción y Presentación en el Templo), y el retablo de la catedral de Huesca, en el que se aprecia, si cabe, un mayor refinamiento en la factura, con un contraste de silencios de dolor y lamentaciones gesticulantes, probablemente también de origen donatelliano.

Este estilo se sigue acusando en otras obras siguientes, como la imagen de alabastro policromado de Santa Engracia, hecha en 1523 para la parroquial de San Mateo de Gállego. Por estos años contrataba una serie de obras, muchas de ellas desaparecidas, como un retablo y sepulcro para la capilla de Almazán, en el Pilar (1516), un retablo para el monasterio de Santa Engracia (1517), del que se conserva algún resto en el Museo de Zaragoza, otro para el convento del Carmen y varias imágenes para el convento de predicadores (1520), un busto de Santa Bárbara para Épila (1523), retablos para La Almunia de Doña Godina y la Magdalena de Zaragoza (1524) -este último conservado en la actualidad, muy reformado-, otros para Binéfar (H.), un Santo Entierro para Sijena (1527), el retablo mayor del monasterio de Poblet (1527), así como alguna otra obra en Cataluña, como el sepulcro del cardenal Pedro de Cardona en la catedral de Tarragona (1530). Labró igualmente un retablo para la iglesia del Portillo de Zaragoza, otro con el sepulcro del obispo Cunchillos para el Pilar, el dedicado a San Joaquín y Santa Ana para la colegiata de Caspe y el de la Magdalena de Tarazona (1529).

Algo más tarde haría el retablo de San Nicolás, para Velilla de Ebro (1532), el sepulcro de don Juan de Lanuza en Alcañiz, en 1537, contratando en el mismo año los retablos de Santo Domingo de la Calzada y el mayor de la catedral de Barbastro. De estos tres últimos sólo concluiría el primero, no pudiendo debido a este trabajo empezar el segundo hasta 1539, del cual le dio tiempo a hacer la traza, labrando la mayor parte de él y concluyéndolo en un estilo distinto, a lo Berruguete, el imaginero zaragozano Bernardo Lorente. En cuanto al tercero, el de Barbastro, al fallecer en 1540 no había iniciado sino el banco, aunque debió de dejar el proyecto general, que proseguiría con modificaciones Juan de Liceire, uno de sus más aventajados discípulos.

Bibliografía

Abizanda y Broto, Manuel: Documentos para la historia artística y literaria de Aragón procedentes del Archivo de Protocolos de Zaragoza; Zaragoza, 1915, 1917 y 1935.

Fuentes