Gabriel de Espinosa

Gabriel Espinosa
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NacimientoToledo Bandera de España España
Fallecimiento1 de agosto de 1595
Madrigal de las Altas Torres, España
OcupaciónImpostor y pastelero

Gabriel Espinosa. Impostor español. Fue el protagonista del incidente conocido como del “pastelero de Madrigal”, que consistía en la suplantación de la personalidad del desaparecido rey Sebastián I de Portugal, siendo ejecutado tras el proceso instruido a raíz de dicha suplantación.​

Datos biográficos

A Gabriel Espinosa se le desconoce a ciencia cierta su origen, se le tiene por hijo de la villa, sin embargo se apunta a Toledo como el lugar más probable de su nacimiento, señalándose que el documento más antiguo que se conserva sobre su persona refiere un título de examen de pastelero expedido en dicha ciudad. Tampoco se tienen datos de sus padres, se cree que fuera huérfano, pero se ha apuntado que podría ser hijo de Don Juan Manuel de Portugal, padre del rey Don Sebastián, y una madrigaleña llamada María Pérez o María de Espinosa, doncella de los marqueses de Castañeda o de la infanta Juana, esposa del príncipe Juan; sería Gabriel por tanto hermanastro del rey Sebastián.

Vida y muerte

En 1590 aparece como pastelero en Madrigal acompañado de una hija de dos años, Clara, y una mujer, Isabel Cid. Por aquella época vivía también en Madrigal un personaje llamado Fray Miguel de los Santos, a quien se le adjudica como urdidor del plan que debería llevar al pastelero a ceñirse la corona de Portugal, suplantando al Rey Don Sebastián a quién se consideraba muerto, añadiéndose la promesa de que algún día volvería a recuperar su trono. En el encuentro entre Fray Miguel y Gabriel, quizá el fraile descubrió asombrado un gran parecido con su añorado rey Don Sebastián, quizá solo era pelirrojo como él (algo poco habitual en Castilla) y de extrañas buenas maneras, y ello le dio la idea de iniciar una alambicada trama con el pastelero, que en cualquier caso Gabriel Espinosa estuvo de acuerdo. Suplantando ya al Rey Sebastián, Gabriel parte a Valladolid, para apropiarse de unas joyas propiedad de Doña María Ana. Tras varios días mostrando las joyas y hablando con poco respeto del rey, es denunciado y hecho preso por Don Rodrigo de Santillán, alcalde del crimen en la Chancillería. Al ser detenido, se le encuentran las joyas y en posesión de 4 cartas: dos de Fray Miguel en las que le trata de “Majestad” y otras dos de María Ana de Austria, sobrina del rey Felipe II, en las que le trataba como su prometido e incluso no dudaba en llamar “hija” a la niña del detenido. Todo esto cuando solo habían pasado tres meses desde la llegada de Gabriel Espinosa a Madrigal. Acusado de crimen de lesa majestad, es procesado y fue reiteradamente interrogado, algunas veces bajo tormento. Finalmente se sentencia a Gabriel Espinosa a morir en la horca el 1 de agosto de 1595. Su comportamiento durante la ejecución estimula aún más la leyenda: el orgullo de su mirada, la tranquilidad ajustándose la soga al cuello, la cólera con la que citó a D. Rodrigo, el hombre que lo detuvo, ante el Tribunal de Dios. Tras el ahorcamiento, Gabriel fue decapitado y descuartizado, exponiéndose sus despojos al pueblo en cada una de las cuatro puertas de la muralla, y la cabeza en la fachada del Ayuntamiento de la villa.

En la literatura

El tema del “pastelero de Madrigal” ha sido utilizado en varias obras literarias desde entonces. Entre ellas destaca como la primera El pastelero de Madrigal, comedia del dramaturgo setecentista Jerónimo Cuéllar, así como la pieza teatral del poeta y dramaturgo del Romanticismo José Zorrilla Traidor, inconfeso y mártir (1849).

Fuentes