George Stinney, el niño condenado a la silla eléctrica
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George Junius Stinney Jr: (21 de octubre de 1929 - 16 de junio de 1944). A la edad de 14 años, fue la persona más joven ejecutada en los Estados Unidos en el siglo XX y el último menor de 16 años. Lo electrocutaron sentado sobre su propia Biblia, porque no llegaba.
George Junius Stinney Jr
Sufrió la injusticia más bárbara, descomunal y brutal. Siendo solo un niño, con catorce años, murió ajusticiado en la silla eléctrica, condenado por un crimen, sin pruebas ni testigos, y que, como se demostraría años después, era imposible que él hubiera cometido. El niño no fue representado por ningún abogado y no se le permitió la compañía de sus padres, a pesar de ser un menor.
Fueron aquellos años en la ciudad en que vivían, estaba dividida por el ferrocarril. A un lado se encontraban los blancos y a otro los negros. Las niñas Mary Emma Thames y Betty June Binnicker, de 7 y 11 años de edad (blancas), cogieron sus bicicletas y fueron a la parte “negra” donde desaparecieron. Los cuerpos de las pequeñas fueron encontrados cerca de una iglesia Bautista Misionera, mostraban signos de abuso sexual y habían sido ultimadas utilizando un madero de 25 kg. Algunos testigos aseguraron que las chicas habían hablado con el chico (negro), incluso tres policías afirmaron que el joven había confesado el crimen, aunque el reconocimiento nunca se hizo por escrito
Comienzo del proceso
El 24 de marzo de 1944, George Stinney fue arrestado y, al día siguiente fue acusado, bajo cargos de asesinato de primer grado. El juicio tuvo lugar el 24 de abril en el Tribunal del Condado Clarendon. Una vez seleccionado el jurado, comenzó el juicio, a las 12:30 pm y terminó a las 5:30 pm. Tras sólo 10 minutos de deliberación, el jurado condenó al niño a la pena de muerte.
Ejecución
Stinney fue ejecutado con 6,000 voltios en la cabeza. La ejecución fue llevada a cabo en la Penitenciaria Estatal de Carolina del Sur en Columbia la mañana del 16 de junio de 1944. Durante su juicio hasta el día de la ejecución, el niño siempre llevaba una biblia en sus manos clamando inocencia.
Revisión del caso
La hermana de Stinney afirma que ella estaba junto a su hermano el día del asesinato y que por lo tanto no podría haberlas asesinado. En 2013 un excompañero de celda de George, aseguró que había confesado que él nunca había cometido los asesinatos y que se había visto obligado a confesar los crímenes por la presión de la policía
Fue entonces cuando la abogada de la familia consiguió que el juicio se repitiera alegando su inocencia con pruebas. Después de 70 años, la jueza de Carolina del Sur, Carmen Tevis Mullen, decretó el miércoles 17 de diciembre de 2014, que el George Stinney no tuvo un proceso justo y lo declararon inocente.