Helicobacter pylori
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Helicobacter pylori , es considerada como la bacteria que más infecta al ser humano, afecta al 50 % de la población mundial. La bacteria puede debilitar la cubierta protectora del estómago, permitiendo que los jugos digestivos irriten el sensible revestimiento estomacal. Ha sido identificada como el agente causal de la úlcera péptica y se ha clasificado además como carcinógeno tipo I. Como resultado de su interferencia con la secreción de ácido por el estómago, esta bacteria es capaz de generar deficiencias en la absorción de nutrientes que pueden comprometer el estado nutricional de los individuos afectados y vincularse con la aparición de manifestaciones carenciales o con el agente causal de enfermedades crónicas.
Sumario
- 1 Infección por Helicobacter pylori
- 2 Vías de contaminación
- 3 Manifestaciones de la presencia de la bacteria en el organismo
- 4 Formas de diagnóstico y factores de riesgos
- 5 Secuelas y daños que puede ocasionar
- 6 Consecuencias de la infección en el organismo
- 7 Métodos diagnósticos para la detección de Helicobacter pylori
- 8 Tratamiento de la infección por Helicobacter pylori
- 9 Vigencias e investigaciones futuras sobre Helicobacter pylori
- 10 Fuente
- 11 Bibliografía
- 12 Referencias bibliográficas
Infección por Helicobacter pylori
La infección por Helicobacter pylori está ampliamente diseminada, su prevalencia a nivel mundial es del 30 al 50 %. Existe una relación inversa entre el grado de infección con esta bacteria y el nivel socioeconómico de la región.
En los países desarrollados, la infección por este agente patógeno es poco frecuente en niños y aumenta gradualmente en función de la edad, llegando a alcanzar niveles del 30 % de infestación a los 30 años de edad, valor que se mantiene constante a edades mayores. En los países en desarrollo, la mayor parte de sus habitantes se encuentran infectados independientemente de la edad, llegando esta infestación a valores cercanos al 70 %.
Por vez primera en 1975, la gastritis se asoció con la presencia en la mucosa gástrica, de una bacteria gramnegativa. Hasta casi finales del siglo xx los científicos consideraron al estómago como un ambiente hostil para el crecimiento bacteriano. En 1983 B.J. Marshall y J.R. Warren cultivaron de la mucosa gástrica humana un microorganismo gramnegativo, microaerofílico y de forma espirada y estudiaron su asociación con la inflamación del aparato gastrointestinal.
El microorganismo cultivado fue previamente incluido en el género Campylobacter, con el nombre de Campylobacter pyloridis, después Campylobacter pylori (al corregirse la gramática latina) y en 1989, después de secuenciar su ADN, se vio que no pertenecía al género Campylobacter, y se la reemplazó dentro del género Helicobacter, donde además de Helicobacter pylori (Hp), se encuentran al menos otras 11 especies que han sido aisladas de la mucosa gástrica e intestinal de otros mamíferos. El Helicobacter pylori (Hp) es un bacilo multiflagelado gramnegativo y microaerofílico de forma curvada o espiral que vive en la capa de mucus del estómago, donde está parcialmente protegido del ácido clorhídrico.
Esta bacteria segrega ciertas proteínas que atraen a los macrófagos y neutrófilos produciendo inflamación en la zona afectada; produce además grandes cantidades de ureasa, la cual al hidrolizar la urea neutraliza el ácido del estómago en su entorno, mecanismo por el cual se protege aún más del medio externo.
Vías de contaminación
En los países en desarrollo se estiman cifras de contaminación que resultan alarmantes. La vía de contaminación más probable es la oral y se le atribuye un papel fundamental a las aguas de consumo y alimentos contaminados. La bacteria ha sido encontrada en las heces, de la saliva y de la placa dental de los pacientes infectados, lo cual indica una ruta gastro-oral o fecal-oral como posible vía de transmisión y el trasiego de fluidos de forma oral con una persona contaminada.
Manifestaciones de la presencia de la bacteria en el organismo
Algunos de los síntomas indicadores de la presencia de la bacteria Helicobacter pylori en el organismo pueden ser dolor abdominal, dispepsia o indigestión, sensación de mucha hambre 1 ó 2 horas después de comer, distensión o llenura y náuseas entre otras de igual índole.
La presencia del Helicobacter pylori en el aparato gastrointestinal se acompaña invariablemente de manifestaciones de gastritis y en general las terapias antibióticas para erradicar el microorganismo son hoy en día el procedimiento eficaz en la terapéutica de la úlcera gastroduodenal.
La asociación entre la infestación con Helicobacter pylori y cáncer gastroduodenal es tan estrecha que en 1994 la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo clasificaron como carcinógeno de clase I dentro de los agentes causales. La erradicación de la baceria de aparato gastrointestinal disminuye también considerablemente las recidivas en úlceras gastroduodenales.
La prevalencia de infección por Helicobacter pylori es más de 2 veces superior (odds ratio 2,4) en hijos de madres con antecedentes de úlceras pépticas o duodenales que en madres sanas. Cuadro clínico y síntomas de la presencia de la bacteria en el organismo
Se conoce que la infestación por la bacteria suele ocurrir durante la infancia y su cuadro clínico se caracteriza por dolor abdominal, náuseas, vómitos mucosos y malestar general.
El cuadro clínico puede extenderse una semana después de la cual la sintomatología desaparece permanentemente.
Esta enfermedad infecciosa, como muchas otras, puede ser asintomática hasta en el 50 % de los adultos. Una vez que la bacteria coloniza el aparato gastrointestinal humano puede producir en pocas semanas o meses una gastritis superficial crónica, la cual al paso de varios años o incluso décadas, puede degenerar en úlcera péptica o adenocarcinoma gástrico.
Formas de diagnóstico y factores de riesgos
La forma más precisa de diagnosticar Helicobacter pylori (Hp) es a través de una endoscopia digestiva alta del esófago, el estómago y el duodeno. Dado que este procedimiento es invasivo, generalmente sólo se hace en personas sospechosas de tener una úlcera o en alto riesgo de padecer úlceras u otras complicaciones por Helicobacter pylori (Hp), como cáncer del estómago.
Los factores de riesgo comprenden además de tener más de 45 años o tener síntomas como:
• Anemia
• Dificultad para deglutir
• Sangrado gastrointestinal
• Pérdida de peso inexplicable
El Helicobacter pylori (Hp) fue inicialmente observado en pacientes con gastritis, pero desde su descubrimiento se ha asociado, no solo con esta afección, sino también con úlcera péptica, linfomas y adenocarcinomas gástricos. Las manifestaciones gástricas son las más evidentes en la infestación por esta bacteria y existe una gran contradicción sobre el hecho de aceptar que una bacteria patógena infecte al ser humano durante toda su vida sin que esto tenga otras consecuencias que las locales relacionadas con afecciones gástricas.
Secuelas y daños que puede ocasionar
Una posible hipótesis en la presencia gástrica de esta bacteria se refiere a la posible interferencia con la absorción y utilización de vitaminas del complejo B involucradas en el metabolismo de la homocisteína, la cual generaría un incremento sostenido de sus niveles en sangre y afectación del endotelio vascular. Se plantea además el enfoque infeccioso del agente causal de arteriosclerosis, enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, enfermedades crónicas que encabezan las listas de mortalidad.
Úlceras pépticas/ Estrés
El estrés puede facilitar la evolución de la infección por Helicobacter pylori hacia una úlcera a causa de la hiperclorhidria gástrica, el estrés puede reducir las defensas mucosas del estómago a la invasión por Helicobacter pylori mediante factores contribuyentes como el hábito de fumar, o incluso la hiperclorhidria gástrica inducida por el estrés puede promover la colonización del duodeno por Helicobacter pylori mediante la neutralización del efecto inhibitorio de la bilis.
Estado nutricional /Helicobacter pylori
En estudios con realizados con escolares se detectó una mayor infección con Helicobacter pylori en los niños con una baja estatura y reducido peso corporal.
Helicobacter pylory /anemia
El Helicobacter pylori en la actualidad se asocia como agente causal del desarrollo de la deficiencia de vitamina B12 en el adulto. La sola erradicación de esta bacteria es capaz de corregir los niveles de vitamina B12 y la anemia.
Como una de las manifestaciones no gastrointestinales de la infección por Helicobacter pylori ha sido referida la anemia ferropénica. La curación de la infección se encuentra asociada con la regresión de la dependencia del hierro y la recuperación de la anemia ferropénica. El tratamiento de erradicación de la infección mejora la anemia aun en pacientes que no reciben terapia de hierro.
La mayor parte de los estudios publicados indican, que los pacientes de anemia perniciosa están infectados con menos frecuentemente que sus controles pareados. A pesar de ello, la infección por Helicobacter pylori pudiese estar presente mucho antes de la instauración de la anemia perniciosa. Por ello son necesarios estudios prospectivos sobre la infestación con Helicobacter pylori en el estadio de gastritis atrófica preanemia perniciosa.
Helicobacter pylori / migraña
La migraña ha sido asociada con desórdenes del tono vascular. El Helicobacter pylori ha sido asociado con típicos desórdenes funcionales vasculares, tales como el fenómeno de Raynaud. Las primeras indicaciones sobre una posible relación entre dolor abdominal recurrente y migraña fueron informadas en 1995.
La infección por Helicobacter pylori se diagnostica frecuentemente en sujetos con migraña y la erradicación de la infección genera una reducción considerable de la frecuencia de los ataques; la reducción de las sustancias vasoactivas producidas durante la infección se postula que sea el factor patogénico. Los pacientes afectados de infartos miocárdicos y coronariopatías refieren tener más ataques febriles previos al ataque miocárdico y la frecuencia de migraña y prevalencia de anticuerpos anti-Hp en ellos es también significativamente superior cuando se les compara con controles pareados sanos.
Helicobacter pylori como factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares
La infección por Helicobacter pylori ha sido asociada con un riesgo, hasta 2 veces mayor de padecer enfermedades cardiovasculares. La asociación es independiente de otros factores, como hábito de fumar, hipertensión arterial e hiperlipidemias. A pesar de informes contradictorios, la infección por con esta bacteria ha sido relacionada en estudios prospectivos, con el infarto del miocardio y con la enfermedad coronaria. En diabéticos, la presencia de ella en el aparato gastrointestinal se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Consecuencias de la infección en el organismo
Una infestación con Helicobacter pylori durante un tiempo muy prolongado es capaz de generar afectaciones del crecimiento en niños por modificaciones gástricas que desembocan en una absorción deteriorada de nutrientes. Los pacientes infectados sufren además de una absorción disminuida de ácido fólico y cobalamina, la cual puede generar incluso las manifestaciones polineuropáticas de la deficiencia de vitamina B12 por la infestación con Helicobacter pylori asociada a giardiasis. Por lo tanto, hipotéticamente, la infestación con Hp es capaz de generar una deficiencia nutricional de esas vitaminas y predisponer a la acumulación de homocisteína. Ya que la infestación generalmente ocurre en la infancia y persiste durante un tiempo muy prolongado, un estado subclínico de deficiencia de estas vitaminas puede permanecer silente durante un tiempo prolongado y condicionar así el desarrollo de la arteriosclerosis.
Los fenómenos de inflamación crónica se encuentran posiblemente relacionados etiológicamente con la arteriosclerosis, aunque las evidencias son equívocas.
En estudios realizados se patentizó que las concentraciones séricas de colesterol son más específicamente superiores en hombres infectados por Helicobacter pylori.
Métodos diagnósticos para la detección de Helicobacter pylori
Están considerados como métodos estándar de confirmación de la infección su identificación mediante exámenes coprológicos y pruebas histológicas y cultivo provenientes de una muestra de la mucosa gástrica obtenida por endoscopia.
El método considerado en la actualidad como el estándar es la prueba del aliento.
Los estudios serológicos, sin embargo, a pesar de su comprobada eficacia en estudios de terreno presentan el inconveniente de que los anticuerpos una vez que se han producido pueden mantenerse elevados hasta 6 meses después de su erradicación, lo que limita la utilidad de la prueba en los controles de tratamiento.
Como la bacteria se encuentra también localizada en la boca. Las placas dentarias actúan como reservorio. Estudios de cuantificación están actualmente en curso.
Tratamiento de la infección por Helicobacter pylori
Los más recientes estudios en este campo indican que el omeprazol desempeña una función fundamental en la erradicación de la bacteria a pesar de la presencia de cepas resistentes de esta bacteria.Todos los pacientes con historia de úlcera que hacen uso frecuente de antiácidos necesitan ser identificados y tratados.
Un tratamiento empírico ha sido sugerido para la dispepsia con el objetivo de curar a todos los pacientes con úlcera oculta.
Los pacientes con úlcera péptica y Helicobacter pylori positivos deben ser tratados con terapia de erradicación, pero no está definido cuanto debe extenderse esta terapia de erradicación.
La amoxicilina es generalmente más eficaz a pH neutral y mediante su combinación con un inhibidor de la bomba de protones como omeprazol se podían obtener porcentajes de erradicación del 55 % después de 2 semanas y con escasos efectos colaterales.
La introducción del RBC (ranitidine bismuth citrate) vino entonces a aportar nuevas ventajas terapéuticas. La ranitidina como antagonista de los receptores de H2 genera una disminución de la acidez gástrica mientras que el bismuto, como agente citoprotectivo es activo en contra del Helicobacter pylori. El RBC solo es inefectivo cuando se usa en la erradicación del Hp, sin embargo, cuando se usa en combinación con la amoxicilina, los resultados son muy favorables. Cuando se desean alcanzar niveles de erradicación superiores al 85 % debe utilizarse el RBC en combinación con la claritromicina, un antibiótico que es particularmente efectivo contra la bacteria, posiblemente porque se concentra por la mucosa gástrica.
La variante más ampliamente utilizada e investigada es la terapia triple basada en un inhibidor de la bomba ácida . Se estructura de forma tal que se suministra un inhibidor de la bomba ácida con 2 de los siguientes 3 antibióticos: nitroimidazol, amoxicilina y claritromicina. Su ventaja es que el tratamiento es relativamente corto. El inhibidor que se recomienda es el omeprazol, aunque otras drogas similares son igualmente efectivas. La sustitución de un antagonista de los receptores H2 por el inhibidor de la bomba ácida ha sido también usada con éxito en algunos estudios.
Un régimen usado con frecuencia es la combinación de omeprazol con metronidazol y claritromicina . Su mayor crítica es que en muchos países el Helicobacter pylori tiene una elevada resistencia al metronidazol y se supone que en los países desarrollados hasta el 80 % de los individuos pueden ser portadores de Helicobacter pylori resistentes.
La combinación de la terapia triple con omeprazol-amoxycillina-claritromicina, con la cual la mayor parte de los estudios publicados muestran cifras de erradicación superiores al 90 %, elimina las interferencias que pudiese producir la posible resistencia se ha convertido en la más popular en el momento actual y es tan efectiva como la que incluye al metronidazol (omeprazol-amoxicillina-metronidazol, porcentaje de erradicación 80 %).
Vigencias e investigaciones futuras sobre Helicobacter pylori
La infección por Helicobacter pylori es como una peligrosa enfermedad de magnitud a considerar como elevada en el mundo desarrollado o con niveles alarmantes en el mundo en desarrollo. La gran interrogante en el momento actual se centra en la discusión de si deben introducirse o no medidas masivas para su erradicación.
La eliminación de la infección a gran escala dependerá de la prevención de su transmisión de persona a persona. La obtención de esta meta requerirá, sin embargo, de conocimientos adicionales sobre el modo de transmisión, particularmente en la infancia, y de desarrollo de vacunas profilácticas. Se requiere de estudios adicionales sobre la función de la infección por Helicobacter pylori y la predisposición a otras infecciones entéricas en el Tercer Mundo,
Se requiere también de métodos seguros y extensibles para la identificación y terapia de sujetos Helicobacter pylori positivos y en elevado riesgo de desarrollar cáncer gástrico. El remplazamiento de la endoscopia como método diagnóstico para pacientes adultos afectados de dispepsia no complicada y no asociada a antinflamatorios no esteroideos. El mejoramiento de las terapias de erradicación estará en dependencia del desarrollo de antibióticos más eficaces y de vacunas terapéuticas.
Un gran interés actual motivo de investigaciones se encuentra centrado en las manifestaciones extraintestinales de la infestación por Helicobacter pylori como son el retraso en el crecimiento corporal, la anemia ferropénica, arteriosclerosis y migraña.
Fuente
• invesmed.com
• BVS
• http://www.nlm.nih.gov
Bibliografía
• Revista Cubana Alimentación Nutricional 2001; 15(1):42-54
Referencias bibliográficas
• Doctor en Ciencias Médicas. Especialista en Bioquímica Clínica. Investigador Titular. Manuel Hernández Triana. Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos.
• Rollason TP. Campylobacter like organism in the human stomach. A review. Acta Gastroenterol Belg 1986;49(1):63-9.
• Warren JR, Marschall B. Unidentified curved bacilli on gastric epithelium in active chronic gastritis. Lancet 1983;1(8336):1273-5.