Herpesvirus equinos (EHV-1 y EHV-4)

Herpesvirus equinos (EHV-1 y EHV-4)
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Herpes Virus Equino (EHV) se manifiesta como una infección respiratoria alta.
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Enfermedad respiratoria con período de incubación de 2 a 10 días con fiebre (39-42°C ), replicación en epitelio nasal, viremia leucopenia, inapetencia, depresión, descarga nasal serosa, faringitis, tos y ocasionalmente infarto de ganglios linfáticos retrofaríngeos y mandibulares.
Agente transmisor:Virus
Forma de propagación:Vías respiratorias
Vacuna:Vacunas recombinantes baculovirus

Herpesvirus equinos EHV-1 y EHV-4. Son herpesvirus equinos estrechamente relacionados entre sí que pueden provocar enfermedades respiratorias, abortos y alteraciones neurológicas; la infección puede permanecer latente durante toda la vida del animal y reactivarse súbitamente, dando lugar entonces a una nueva eliminación del virus.

Síntomas

Cuadro respiratorio causado por el EHV

  • Fiebre bifásica (38,5 ºC a 41 ºC).
  • Anorexia.
  • Letargo.
  • Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos.
  • Secreción nasal y ocular (“ojo rojo”).

Aborto por EHV o cuadro neonatal

  • El intervalo desde la infección hasta el aborto varía entre dos semanas y varios meses.
  • Una hembra con una infección respiratoria silente aborta súbitamente en el 7.º - 11.º mes de gestación.
  • Cuadro neonatal: Problemas respiratorios o hepáticos, mal pronóstico.

Cuadro neurológico del EHV-1 (“EHM”)

  • Inicio rápido, similar a un ictus, seguido por un rápido deterioro del animal en 48 horas.
  • No es necesario que haya síntomas respiratorios, aunque puede haber fiebre.
  • Cabeza inclinada.
  • Los caballos afectados arrastran los cascos.
  • Ataxia, en especial debilidad del tercio posterior.
  • Cola fláccida; incontinencia y/o dificultad para defecar.

Diagnosis

Al revisar los síntomas clínicos y frente a unos antecedentes de coincidencia de abortos (varias yeguas que abortan en una misma yeguada) se debe pensar en un cuadro clínico provocado por el herpes virus equino. El cuadro respiratorio se atribuye al EHV-1 o al EHV-4 en función de la identificación del virus hecha a partir de muestras nasales recogidas con un hisopo o mediante confirmación por serología. La EHM también se puede diagnosticar con estos métodos, o examinando el líquido cefalorraquídeo. En caso de aborto por infección por el EHV, se examinan el feto y la placenta para comprobar la existencia de lesiones anatomopatológicas; el virus se puede aislar de los órganos fetales. Todos los fetos abortados y las placentas se deben conservar y examinar por si contienen EHV, independientemente de si se sospecha cualquier otra posible causa de aborto.

Tratamiento

El tratamiento de los caballos a los que se les diagnostican enfermedades provocadas por el EHV consiste fundamentalmente en tratamiento de apoyo según los síntomas. Los requisitos indispensables son una cama gruesa y mantener al animal lo más cómodo que sea posible. Se pueden administrar antibióticos de amplio espectro, con el fin de controlar posibles infecciones bacterianas secundarias, antiinflamatorios o fármacos para aliviar la sintomatología clínica. A veces los caballos con EHM se tienen que colgar de cinchas porque no se sostienen jugando también un papel fundamental la sedación del animal afectado.

Prevención

El manejo de los animales es un aspecto muy importante para controlar la enfermedad causada por el EHV, si bien debe combinarse con un programa de vacunación en toda la yeguada. Según numerosas publicaciones, se debe de vacunar como mínimo el 80% del efectivo en una explotación con el fin de conseguir una protección eficaz en la totalidad de la población equina presenta en la explotación. Los objetivos principales para lograr el control del EHV deben ser la reducción de la sintomatología clínica respiratoria, neurológica, incidencia de abortos y sobre todo la reducción de la eliminación del virus.

Para reducir de forma eficaz la incidencia de abortos en una yeguada producidos por EHV-1 , se recomienda aplicar a las yeguas gestante un plan de vacunación con una vacuna específica para la prevención de abortos. Todos los caballos nuevos que entren en unas instalaciones se deben someter a cuarentena durante 14-21 días, tomándoles la temperatura a diario.

La higiene es fundamental, porque las partículas víricas se pueden transmitir de un caballo a otro con el equipo o con la ropa de los cuidadores. Después de un transporte, los camiones de los caballos se deben desinfectar. Cualquier caballo que presente síntomas respiratorios se debe aislar hasta que se haga un diagnóstico, porque el virus es muy lábil y no puede viajar a gran distancia. Las yeguas que aborten también se deben mantener aisladas.

Puesto que la inmunidad natural es muy corta, la vacunación es una parte integral de la estrategia de control del EHV, y se ha demostrado que reduce la eliminación del virus y la incidencia de abortos.

Fuentes