Hombre carroza

Hombre Carroza
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Concepto:Singular perfomance en las festividades de Santiago de Cuba, donde varones hacen una imitación de las carrozas carnavalescas.

Hombre Carroza. En los carnavales de Santiago de Cuba se puede observar un espectáculo único en el archipiélago cubano en este tipo de fiestas populares: los Hombres Carroza.

Desde hace más de una década representantes del sexo masculino imitan sin complejos a estos artilugios artísticos, imprescindibles en estos desfiles, bailando y formando parte de un espectáculo que desde el origen de los carnavales estuvo destinado exclusivamente a las mujeres.

Historia

La idea original fue de Elio Miralles, quien en 1996 se subió solo a una carroza para desfilar por las calles de Santiago de Cuba causando sensación entre los concurrentes.

Poco a poco la idea fue venciendo reticencias y complejos hasta derivar en un espectáculo del que forman parte más de cien bailarines de ambos sexos y que se ha hecho recurrente desde el año 2004.

El Paseo de Hombres Carroza

Mantener el Paseo de Hombres Carroza vivo dentro de los carnavales santiagueros no ha sido tarea fácil desde entonces. En un taller improvisado sus integrantes realizan malabares para confeccionar carrozas, trajes y accesorios. Poliespuma, papeles de colores, hojas de plátano, trozos de alambre, todo sirve.

Llegado el carnaval los figurantes desfilarán por la Avenida Victoriano Garzón frente a los vetustos edificios que ha desafiado centenares de temblores. El pueblo los esperará reunidos a ambos lados de la calle para verlos desfilar, porque es un espectáculo digno de verse que ya ha sido galardonado en más de una ocasión con el Gran Premio Santiago Apóstol del carnaval de Santiago de Cuba.

Expandiéndose a otras ciudades

Aunque no existen proyectos semejantes a los Hombres – Carroza de Santiago de Cuba, los carnavales de las ciudades vecinas como Holguín solicitan los servicios de estos para dar mayor lustre a sus festividades.

Mientras, los Hombres – Carroza no escatiman esfuerzos para brindar un espectáculo digno de la ciudad de Santiago de Cuba que de carnavales entiende bastante.

Curiosidad

Es muy común escuchar o utilizar el término ‘carroza’ para referirse a una persona mayor e incluso para indicarle a alguien que se está haciendo ‘viejo’ o está ‘anticuado’. Muchos son los que opinan que el que se compare una persona mayor con una carroza se debía al balanceo al andar que recordaba al vaivén de los coches de caballos e incluso al recargamiento en las vestimentas de los ancianos.

Y aunque esa referencia tiene que ver con los carruajes, en realidad se originó de una manera la mar de curiosa: en los ambientes de prostitución callejera, a partir de mediados del siglo XVIII, en los que los clientes acudían a recoger a las jóvenes prostitutas montados en sus elegantes coches de caballos; de ahí que cuando entre las meretrices se referían a sus clientes lo hacían con alusión al carruaje:

‘Por ahí viene a recogerme mi carroza’.

Con el tiempo quedó asociado el término ‘carroza’ con el de hombre mayor y asiduo a los servicios de prostitución.

Ahora viene lo interesante, algunos son los que apuntan que si bien esa referencia se originó en dichos ambientes, no lo hizo con las prostitutas femeninas sino con los jóvenes prostitutos (comúnmente conocidos como ‘chaperos’). De hecho, en su Diccionario cheli, Francisco Umbral hacía la siguiente definición de carroza:

Dícese del homosexual de edad que todavía pretende aparentar; dícese por extensión, de toda persona de edad que desea aparentar; dícese, ya por inflación del término, de toda persona de edad.

O sea que los homosexuales jóvenes prostitutos usaban el término para hacer referencia en forma despectiva a la persona mayor que viene a alquilarlos, y es el equivalente de los viejos verdes de las meretrices.

Ajeno a estas connotaciones, el burgués de edad se llama ya carroza a sí mismo:

Yo soy ya mayor, hija, estoy hecho un carroza.

Esta metáfora sugiere, con ese cruce de vejez y enlucido de las carrozas, al viejo homosexual atildado. Carroza es halagüeño por lo nobiliario, y mortificante por lo vetusto.

Bibliografía

  • Umbral, Francisco. Diccionario Cheli

Fuentes