José de Zaragoza

José de Zaragoza
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NombreBernardo José Zaragoza
Nacimiento1627
Valencia, Bandera de España España
Fallecimiento1679
Madrid, , Bandera de España España
NacionalidadEspañol
CiudadaníaEspañol
Alma materUniversidad de Valencia
OcupaciónFilósofo, matemático, astrónomo y cosmólogo

José de Zaragoza. Filósofo, matemático, astrónomo y cosmólogo jesuita español, perteneciente a los novatores o preilustrados españoles. Es citado habitualmente como Padre Zaragoza.

Trayectoria profesional

Nace en Castellón en 1627.

Estudió en la Universidad de Valencia y adquirió el grado de doctor en filosofía. En 1651 ingresó en la Compañía de Jesús, realizando el noviciado en Huesca. Pasó luego a enseñar retórica en Calatayud, y artes y teología en Mallorca. En esta última ciudad entabló relación con los astrónomos Vicente Mut y Miguel Fuster. Esta relación fue sin duda de gran importancia para la orientación científica de José Zaragoza.

De Mallorca se trasladó a enseñar teología en Barcelona, y hacia 1660 al Colegio de San Pablo de Valencia. En Valencia residió más de un decenio, enseñó oficialmente teología y se dedicó privadamente al estudio y la enseñanza de las matemáticas y la astronomía. En esta ciudad se encontró con un grupo de personas «muy versadas en astronomía y matemáticas» con las que entró en amistosa relación. También en la misma ciudad editó sus primeras obras y fue maestro de algunos científicos y técnicos, como José Vicente del Olmo y José Chafrión. La labor científica y didáctica de Zaragoza influyó decisivamente en la introducción en las «academias» o tertulias de cuestiones científicas, siendo su obra el punto de partida del grupo de novatores valencianos de finales del siglo XVII.

A finales de 1670 fue nombrado titular de la cátedra de matemáticas del Colegio Imperial de Madrid, donde permaneció los nueve años que le restaban de vida, desempeñando otros cargos oficiales como consejero técnico y científico y como maestro de matemáticas del monarca. Durante estos años publicó la mayor parte de sus trabajos.

Obra

Matemática

Las obras matemáticas de José Zaragoza responden en general a una intención didáctica. La primera que imprimió fue la titulada Arithmetica universal, compendio elemental de aritmética y álgebra en el que están ausentes los grandes progresos que esta rama de las matemáticas habia experimentado en el siglo XVII. A esta obra le siguieron la Geometría especulativa y práctica y la Trigonometría española. Todas ellas, si bien no contienen ninguna aportación sustancial en el campo de la matemática, en su época significaron un notable esfuerzo pedagógico para enriquecer el empobrecido panorama español en esta disciplina.

El trabajo más importante de José Zaragoza en el campo de las matemáticas es la Geometría magna in minimis. En esta obra su autor demostró poseer, en geometría clásica, una gran cultura. En ella creó además un método de investigación geométrica, el centro mínimo de un sistema de puntos, análogo al usado por Giovanni Ceva cuatro años después, método que aplicó tanto a teoremas conocidos como a otras cuestiones por él propuestas. Se trata, sin duda, junto al Analysis geometrica de Hugo de Omerique, de la mejor geometría publicada en España hasta el siglo XVIII. Con todo, la obra, en líneas generales, está demasiado vinculada a los métodos clásicos -característica, por otra parte, muy común entre los matematijesuitas-, por lo que aparece bastante desconectada de las corrientes más modernas de la matemática de su época.

Astronomía

En el ámbito de la astronomía, Zaragoza, como su maestro Vicente Mut, fue un excelente observador. Entre sus observaciones destacan las de los cometas de 1664 y 1667. El informe de la correspondiente al primero, remitido a la Académie des Sciences parisina, fue incorporado en 1783, traducido al francés, por Alexandre-Gui Pingré en su Cométographie. Su observación del cometa de 1677 fue, según Jean Dominique Cassini, astrónomo de la Académie des Sciences, la primera del mundo y sus noticias fueron publicadas en el Journal des Savants y en las memorias de la citada institución.

En el marco de su preocupación por difundir en el ambiente español los nuevos conocimientos astronómicos, hay que inscribir su obra Esphera en comun celeste y terraquea (1675). La Esphera consta de tres libros, el primero de los cuales es un tratado de geometría esférica.

El libro II, titulado «De la Esfera celeste», es un tratado de astronomía de 149 páginas. Pretende ser una versión renovada y adaptada a los modernos progresos en el terreno del saber astronómico de los textos tradicionales de la Esfera. Su principal fuente de información es, sin duda, el Almagestum novum de su correligionario Giovanni Battista Riccioli, una verdadera enciclopedia de la astronomía de mediados del siglo XVII. José Zaragoza expone en su obra los distintos sistemas astronómicos, incluido el copernicano, que acepta como «hypothesis» o «suposicion». Comenta elogiosamente la primera ley de Kepler. Niega la esfera de fuego, así como la incorruptibilidad del cielo planetario, basándose para esto último en las observaciones de los cometas, «novas» y manchas solares. Sin embargo, no habla de la rotación del Sol, no cree en que las estrellas tengan luz propia, sitúa a las novas en el cielo planetario para mantener la incorruptibilidad del firmamento y en muchas cuestiones conflictivas adopta posiciones intermedias.

Cosmología

Su cosmología está llena de ambigüedades y contradicciones. Subyace en ella una epistemología que oscila entre el realismo ingenuo y el pragmatismo, marcando así los límites del discurso científico en la sociedad española del siglo XVII. Es, con todo, una expresión elocuente de la profunda crisis de la cosmología aristotélica y medieval y una ventana abierta a la investigación astronómica en España. Así la tarea iniciada por José Zaragoza sería continuada por otros científicos valencianos particularmente Baltasar de Iñigo, Tomás Vicente Tosca y Juan Bautista Corachán.

El libro III de la Esphera es un tratado de geografía física y matemática que su autor titula «De la Esfera terraquea». En él, José Zaragoza se hace eco de cuestiones como el magnetismo de la Tierra, a propósito del cual cita a William Gilbert, ignorando sin embargo a Martín Cortés. Al hablar del interior de la Tierra expone algunas de las ideas contenidas en el Mundus subterraneus de Athanasius Kircher. A propósito de los minerales no deja de citar al gran tratadista Álvaro Alonso Barba. Otro aspecto de la actividad científica de José Zaragoza es el reflejado en su obra Fabrica y uso de varios instrumentos matemáticos (1674). Dicha obra está dedicada a explicar el uso de varios instrumentos astronómicos y otros de aplicación geométrica y topográfica, diseñados y construidos por el propio autor.

Muere en Madrid en 1679.

Fuente