La erosión y pérdida de suelos y bosques

La Erosión y pérdida de suelos y bosques
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Concepto:Los suelos son como Seres vivos, pues tienen origen, desarrollo y eventualmente, les alcanza la muerte.

Los suelos. Constituyen importantes sistemas de apoyo a la vida y al bienestar del hombre pues juegan un papel esencial en la conservación del Medio Ambiente.

Suelo

El suelo es una mezcla de distintas proporciones de sustancias minerales, compuestos orgánicos, gases, agua y organismos vivos. Para que un suelo esté saludable es necesario que todos los componentes estén presentes y en constante renovación. Estos son de gran importancia para la vida:

  • Sirven de sostén a las raíces.
  • Retienen el agua para que las plantas puedan hacer uso de ella.
  • Contienen los nutrientes que sustentan la vida.

Los suelos son el hogar de innumerables microorganismos, que realizan una serie de transformaciones bioquímicas que van desde fijar el nitrógeno de la atmósfera hasta la descomposición de la materia orgánica. También lo habitan ejércitos de organismos microscópicos, así como de lombrices, hormigas y escarabajos. Una parte importante de la biodiversidad terrestre habita en los suelos, no sobre la tierra.

Edafología

La ciencia del suelo es la edafología, que se ocupa del estudio de su origen y evolución. Conocer los suelos es fundamental porque permite identificarlos y caracterizarlos, para potenciar al máximo sus ventajas naturales, promover su explotación adecuada y evitar las malas prácticas. Un terreno bien preparado constituye la base de una agricultura sostenible y garantiza su explotación durante muchos años. Los bosques representan una fuente de vida y salud para la sociedad y el medio ambiente, pero hoy están amenazados por el crecimiento poblacional. El reto de la edafología es proporcionar conocimientos para que los suelos, durante su explotación, preserven sus propiedades y funciones esenciales. Los suelos se encuentran en las costas y los llanos, en los valles y laderas de las colinas y montañas, bajo los pantanos y lagunas. Su componente mineral depende del tipo de roca del substrato, y su porción orgánica, del clima y del relieve del lugar donde se formaron. Por eso hay muchos tipos de suelos, que pueden aprovecharse en la agricultura y la ganadería, pero solo si se les conserva con los cuidados agrotécnicos necesarios. Es incorrecto decir que hay suelos buenos y malos pues en cada uno de ellos crece y se prodiga algún tipo de organismo, incluso en las arenas del desierto. Ellos constituyen el sustento para el desarrollo de la vida terrestre y para la agricultura. Sólo que en ocasiones queremos plantar un cultivo en el suelo inadecuado, o queremos sacarle demasiado provecho al suelo sin dejar que se recupere.

Cómo se forman los suelos

Los suelos se forman por la combinación de varios factores, que abarcan procesos físicos, químicos y biológicos. Proceso de Formación del suelo:

  • Roca expuesta a la superficie del terreno
  • Roca fracturada por los cambios de temperatura y humedad
  • Transformación química de los materiales rocosos y minerales
  • Acción de los ácidos, los microorganismos y la vegetación.
  • Capa de suelo desarrollado rico en materia orgánica: humus.

Los cambios de temperatura provocan la destrucción de las rocas, que se agrietan y fragmentan hasta convertirse en guijarros, grava, arena y arcilla. Las rocas así fragmentadas son sometidas a la acción del agua y la atmósfera, y se producen reacciones químicas que transforman unos minerales en otros, y los suelos se enriquecen en óxidos, silicatos, carbonatos, sulfatos, cloratos y granos de minerales como el cuarzo. Desde el mismo inicio de formación del suelo, estos son atacados por los ácidos de las raíces de las plantas y de las deyecciones de los animales, que los dotan de materia orgánica. En ellos surge una población de bacterias, hongos, plantas inferiores, y gran cantidad de invertebrados (lombrices, cangrejos, hormigas, escarabajos), y algunos vertebrados excavadores (ratones, serpientes), que aportan materia orgánica y remueven los componentes del perfil del suelo y lo mantienen en constante renovación. En este proceso participan bacterias y hongos microscópicos que transforman los compuestos orgánicos más complejos en otros más simples, fácilmente absorbidos por las raíces de las plantas. Algunas bacterias tienen la capacidad de fijar el nitrógeno del aire en el suelo, poniendo también este elemento a disposición de las plantas. De esta manera el suelo cada vez se hace más potente y se diferencian varias capas que constituyen una transición entre la roca alterada y la superficie del terreno.

Perfil del suelo

Los suelos se subdividen en una serie de horizontes con distinta composición, cuyas características dependen mucho del substrato rocoso. Estos horizontes son:

  • El horizonte A contiene mayor cantidad de materia orgánica (humus).
  • El Horizonte B es una transición entre roca alterada y humus.
  • El Horizonte C se compone de fragmentos de rocas muy alteradas por procesos físicos y químicos.
  • El Horizonte D es la roca del substrato, alterada y fracturada. Este nivel tiene muy poca fertilidad.

Hay lugares donde apenas se encuentran los horizontes C y D, pues no están bien desarrollados o han sido arrancados por la erosión.

La Edad del Suelo

La naturaleza tarda entre 100 y 400 años para crear 10mm de mantillo o humus, bajo condiciones naturales. Entre 1000 y 10 000 años son necesarios para crear una capa de suelo de unos 30cm. Pero la erosión puede arrancarlo todo en una temporada de lluvia.

Suelos de Cuba

Cuba es un país que tiene una gran variedad de rocas, cuya alteración da lugar a la formación de una profusa diversidad de suelos. Esta diversidad se incrementa con la posición de los suelos en el relieve, la humedad, la presencia de agua en el subsuelo, los procesos químico-biológicos determinados por el clima y sus variaciones diarias, estacionales y anuales. Los suelos de Cuba son propios de una región tropical. Esa diversidad de suelos ha permitido la producción del mejor tabaco del mundo, excelentes cosechas de café, frutas, caña de azúcar, viandas y hortalizas con gran potencialidad para alcanzar una alta productividad. Pero esto depende de aplicar métodos agrotécnicos adecuados. Ants de sembrar un trreno hay que saber si es el adecuado para ese cultivo, pues un 75% de los suelos de Cuba están afectados y su fertilidad está reducida. Esta degradación es consecuencia histórica del mal uso y mal manejo de las tierras, de manera que los suelos presentan cierta salinidad, o la erosión les ha arrancado la cubierta vegetal, o están contaminados, y la combinación de estos factores limita su potencial productivo. Por eso debemos trabajar por el mejoramiento de nuestros suelos.

Los enemigos del suelo

Los suelos tienen muchos enemigos, que debemos conocer bien, pues nos corresponde protegerlos de ellos. Estos enemigos son:

  • Los fuegos.
  • La salinización.
  • La compactación.
  • El exceso de humedad.
  • La erosión.
  • La pérdida de humedad.
  • La contaminación.
  • El corte y quema.

A estos problemas se añaden la desforestación, la agricultura intensiva, la ganadería incontrolada y el uso inadecuado e fertilizantes y pesticidas químicos. ¡Este es el camino a la desertificación!

La erosión y la salinización

La erosión afecta a los suelos desprovistos de cobertura vegetal, los que yacen en las laderas de las montañas, en las llanuras arrsadas por el fuego o la sequía y a los terrenos donde se aplica un arado muy profundo. La mejor protección del suelo es mantener viva su cobertura vegetal y forestarla con plants resistentes a la sequía. Las cárcavas y cañadas son claros indicios de que la erosión está activa y que se está perdiendo el suelo. Hay que aprender a reconocer estos indicios y tomar medidas urgentes para controlar sus procesos. La salinización ocurre cuando se usa para regadío el agua de pozo, si este es muy profundo, tiene poco caudal, o está situado cerca del mar. También el viento del mar trae el spray de agua salada que contamina los terrenos, sobre todo aquellos cercanos a la costa y desprovistos de protección. Es necesario controlar periódicamente la calidad del agua de riego, pues si su contenido de sales es alto, estas pueden contaminar los suelos y reducir su fertilidad.

Los bosques

La vegetación en general y los bosques en particular constituyen elementos esenciales para la vida y la salud de nuestro planeta, pero sobre todo, para garantizar el bienestar de tu familia. Muchos poetas se han referido al árbol como el amigo del caminante, que después de una larga jornada, le entrega fresco, sombra y frutos. En las ciudades ocurre lo mismo, pues los árboles nos dan sombra, belleza y frescor. Algunos que se quejan de las hojas caídas, no saben ver en ellas suelo para el futuro. Los bosques naturales se han denominado ¨fábricas de agua¨, pues ellos contribuyen a la evapotranspiración y alimentación de las nubes. Pero nos dan mucho más. Los bosques nos entregan varios servicios:

  • Un paisaje apacible y sombreado.
  • Refrescan el clima y promueven la lluvia.
  • Protegen el suelo y evitan la erosión.
  • Son el hogar de muchos animales.
  • Son fuente de madera, frutos y numerosos medicamentos.

Pero hay distintos tipos de bosques, que juegan papeles muy importantes y poco conocidos. Por ejemplo:

  • Los bosques costeros evitan la erosión en las costas y son una barrera contra la acción del oleaje y las penetraciones del mar.
  • Los bosques de galería, que crecen a lo largo de los cauces de los ríos, controlan las crecidas.
  • Los bosques de las laderas montañosas limitan la erosión, los derrumbes y los deslizamientos.
  • Los bosques de montaña controlan la erosión y la crecida de los ríos, pues reducen la velocidad del escurrimiento de las aguas de lluvia hacia los valles y llanuras.
  • Los bosques son los grandes controladores del clima, pues refrescan el ambiente, son productores de suelos y muy en especial, capturan el CO2 del aire, reduciendo el progreso del efecto invernadero, causante del cambio climático.

Sembrar un árbol y cuidar los bosques es contribuir a la salud y bienestar de toda la sociedad.

Hacia una agricultura sostenible

Cultivar un terreno es tarea de expertos, de manera que antes de desarrollar alguna plantación en zonas rurales, urbanas o suburbanas, deben consultarse a los agrónomos y técnicos de los centros de información y de referencia del Ministerio de la Agricultura.

Cultivar un terreno es tarea de expertos

La tierra debe trabajarse mediante un diseño de explotación adecuado, que incluya rotación de cosechas y otras prácticas que ayuden a la recuperación de la fertilidad. Es muy conveniente utilizar abono orgánico, minimizar el uso de abono y fertilizantes químicos, y en general, aplicar fertilizantes naturales a bas de roca zeolita, roca fosforita, guano de murciélago, turba, compost, rastrojos, humus de lombriz, y otros materiales, que mejoran el rendimiento del suelo si se aplican regularmente. La rotación de cultivos permite el mejor aprovechamiento de los nutrientes del suelo. Se siembran plantas que fijan elementos útiles para la siguiente siembra, prolongando la calidad y fertilidad de las tierras. La labranza mínima significa remover y aflojar la tierra sólo donde se va a sembrar, de acuerdo a las exigencias del cultivo y las características del suelo, así este conserva su estructura, se evita su compactación, no se afecta la fertilidad y se ahorra energía, trabajo, agua e insumos. Además se debe desarrolla la labranza con un surco bien hecho, pues así se incrementa la fertilidad. Al contrario, un surco profundo puede aumentar la erosión y reducir la fertilidad al mezclar con el humus los horizontes menos productivos del suelo.

Los medios de regadío

Estos deben estar controlados para que no produzcan empantanamiento y exceso de humedad en los terrenos, que conducen a la salinización y la erosión. El riego bien controlado ahorra agua, energía y aumenta la productividad del suelo. Sin embargo, es de la mayor importancia seleccionar, cuando sea posible, variedades que tengan bajos requerimientos de agua, en especial donde hay poca disponibilidad de ella. Se debe surcar siguiendo las curvas a nivel pues labrar los surcos a favor de la pendiente incrementa la erosión del suelo. En las laderas de las montañas se deben construir barreras antierosivas que impidan o limiten el arrastre del suelo ladera abajo. Estas barreras pueden ser de vegetación, con estacas y piedras, o una combinación de ellas.

El control de la erosión

Debe ser una tarea cotidiana de los agricultores. Al primer indicio del surgimiento de cárcavas y cañadas deben rellenarse con piedras irregulares y sembrar plantas enredaderas o con abundantes raíces. Estas barreras reducen la velocidad del agua y limitan la erosión. A veces las cañadas se forman al dejarse que fluya sin control el agua de regadío. Para evitarlo los surcos y canales de drenaje deben abrirse siguiendo las curvas a nivel hasta lograr que el escurrimiento se infiltre en el terreno. La solución de excelencia para sembrar en los terrenos inclinados es construir terrazas, muy utilizadas en los sistemas agrícolas tradicionales, pues reducen la erosión y permiten aprovechar mejor el espacio horizontal y vertical. El uso del fuego para desmontar el terreno es una práctica extremadamente nociva que se debe erradicar, pues es el clásico ejemplo de: Comida para hoy y hambre para mañana.

Los cultivos

Los cultivos en contorno se aplican en las laderas de las elevaciones para evitar la erosión del suelo. También pueden sembrarse especies que tengan la función de barreras vivas, utilizando plantas forestales para la conformación de terrazas. Los cultivos de cobertura protegen al suelo de la erosión y del spray del aire de mar, que puede conducir a la salinización, sobre todo en los terrenos cercanos a la costa. Para ello se deben emplear arbustos con la altura y follaje requeridos para cada caso concreto.

Control de las plagas

El control de las plagas de origen vegetal es recomendable hacerla utilizando animales tales como chivos y carneros, sobre todo en la fase de desmonte del terreno. Después debe aplicarse el control biológico y minimizar el uso de pesticidas.

Terrazas antierosivas

Constituyen un excelente medio de control de la pérdida de suelo. En ellas se combinan la reducción del declive del terreno, la cobertura con vegetación de rápido crecimiento King grass y canales de drenaje rellenados con piedras irregulares que reducen la velocidad de circulación de las aguas. El siguiente paso es la siembra de árboles de crecimiento rápido para restablecer el bosque.

Los policultivos

Representan la siembra de distintas plantas, ya san cultivos intercalados, cultivos en franjas, u otro tipo de sistema de producción agrícola donde intervengan más de una especie que no compitan entre sí. Permite un mejor aprovechamiento del espacio y constituye un método de control biológico de plagas y enfermedades. La selección de las plantaciones y el diseño del terreno a cultivar dbe consultarse con un especialista, para lograr los resultados esperados. Combinación de café, plátanos, ñame, malanga y especies maderables asociadas a barreras físicas, para lograr una alta producción y excelente utilización del terreno en una zona montañosa. No menos importante es evitar la pérdida del suelo que ocurre al transportar los productos agrícolas hacia la ciudad, tales como la papa, el boniato y la malanga, los cuales llegan al consumidor con abundantes pedazos de tierra adheridos. Si estos productos se lavaran en el campo, se reduciría considerablemente este problema. Cada año se pierden enormes cantidades de tierra útil, tanto arrastrada hacia el mar a causa de la erosión, como recubierta por la construcción sobre antiguos terrenos labrantíos. Contribuye a minimizar este comportamiento.

Fuentes

  • [1]
  • [2]
  • [3]
  • [4]
  • [Delegación Territorial del CITMA. Santiago de Cuba]