Leopardo de Arabia

Leopardo de Arabia
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Leopardo de arabia.jpg
Especie de mamífero carnívoro de la familia de los félidos.
Clasificación Científica
Nombre científicoPanthera pardus nimr
Reino:Animalia
Filo:Chordata
Clase:Mammalia
Orden:Carnívora
Familia:Felidae
Hábitat:Desiertos abiertos

Leopardo de Arabia. Es una subespecie del leopardo (Panthera pardus) que está en peligro crítico de extinción[1], según estudios realizados; tan solo quedan 250 leopardos de Arabia adultos en tres subpoblaciones confirmadas, que además están separadas entre ellas.

Características físicas

Longitud

El leopardo de Arabia es el más pequeño de los leopardos, pero a su vez es el más grande de los felinos salvajes de Arabia. Tienen una longitud de 1,3 metros; los machos pesan 30 kg. mientras que las hembras pesan tan solo 20 kg.

Coloración

Se puede distinguir de sus parientes africanos y asiáticos principalmente por su color. Es de color claro, siendo solamente el color pardo amarillo más vivo en la zona de la espalda, mientras que en el resto del cuerpo tiene un color entre beige y grisáceo o blanco; tiene rosetas de color negro como otros leopardos.

Hábitos

Suelen cazar al amanecer y al anochecer, manteniéndose activos por la noche; debido al calor, durante el día suelen refugiarse en zonas sombrías desde la que puedan ver su alrededor para poder vigilar.

Cada adulto tiene su propio territorio que defenderá de forma agresiva ante otros leopardos del mismo sexo; sin embargo el territorio de un macho puede solaparse con el de varias hembras. Estos territorios son grandes ya que al vivir en zonas áridas necesitan una gran espacio para poder encontrar comida; esto también implica que los leopardos nunca hayan sido muy abundantes, ya que una población muy grande sería insostenible en estas zonas.

Comportamiento

Son animales solitarios que solamente se juntan en la época de reproducción, durante unos cinco días. Después de la gestación, que dura unos 100 días, de una a cuatro pequeñas crías nacen en una zona protegida como puede ser una cueva o en una zona escondida entre las rocas. Durante las primeras semanas la hembra frecuentemente cambia a las crías de lugar para reducir el riesgo de ser descubiertos. Aunque las crías abren los ojos después de nueve y diez días y empiezan a explorar su entorno inmediato, no se alejan de la seguridad de la madriguera hasta el mes de edad. Los jóvenes son destetados a los tres meses aunque permanecen con su madre hasta los dos años de edad; en este tiempo se dedican a aprender las habilidades necesarias para cazas y sobrevivir por ellos mismos.

Alimentación

Los leopardos de Arabia no se encuentran en desiertos abiertos, sino en montañas altas donde aparecen sus presas. Sus presas tradicionales son el tar o tahr árabe (Hemitragus jayakari) en peligro, la gacela de montaña (gazella gazella) que está vulnerable, el íbice de Nubia ( Capra nubiana) en peligro de extinción, la liebre del cabo ( Lepus capensis cheesmani) y el damán de el cabo ( Procavia capensis); en algunas áreas estas especies están en declive o ya han desaparecido por la caza y la degradación del hábitat, así como por el sobrepastoreo, por lo que los leopardos se han visto obligados a alimentarse también de ganado doméstico, lo que lo pone a este felino en conflicto directo con el hombre.

Hábitat y área geográfica

Sus últimas poblaciones sobreviven en los parajes desérticos de la península de Arabia e Israel. Una de las poblaciones, de tan solo 20 ejemplares estimados a finales de los 70, se encuentra en el desierto de Néguev, en Israel.

En Yemen hay una subpoblación en las montañas Wada a a 120 km al norte de la capital Sana´ a; podrían haber en otras cuatro montañas del país ya que el hábitat cumple las características, aunque no está confirmado.

Otra subpoblación está en las montañas Dhofar o Zufar al sur de Omán. Los 4,500 km² de la Reserva Natural Jabal Samhan fueron establecidos en 1997 después de que cámaras de trampeo fotografiaran a estos leopardos, confirmando su existencia en el lugar. Con esta cámara se han identificado desde entonces 17 adultos y una cría. De ellos de 9 a 11 habitan las montañas del oeste de la reserva en la zona de Yemen.

En Arabia Saudí el tamaño potencial de la población está estimado entre 60 a 425 individuos, en un rango potencial de entre 4000 y 19635 km² en el oeste de las montañas de Sarawat y Hejaz. Este área que podría albergar en la zona actualmente a estos leopardos representa, sin embargo, tan solo el 10 % del rango histórico del leopardo en este país. Sin embargo, aunque Al-Johany (2007) ha recogido numerosos registros (más de 65) de informantes entre 1998 y 2003, y Judas et al. (2006) también obtuvo información de avistamientos en la zona, la cámara colocada no pudo confirmar la actual presencia de leopardos. Por lo tanto, la presencia actual en Arabia Saudí de estos felinos es incierta. En Jordania probablemente se han extinguido al igual que en la península de Sinaí, y existe la posibilidad de que queden unos cuantos en el desierto de Negev, al sur de Israel y en los Emiratos Árabes Unidos.

Amenazas

Las causas de su declive incluyen como viene a ser común la pérdida de hábitat, su degradación y fragmentación; también intervienen la caza de sus presas salvajes que disminuye la presencia de alimento; además, como hay menos presas salvajes en ocasiones se ven obligados a cazar animales de ganado, y así los ganaderos los persiguen para darles muertes por atacar al ganado. También han sido cazados directamente como trofeos de caza. Por otro lado, al menos diez leopardos salvajes han sido capturados vivos en Yemén desde principios de los 90 y vendidos a zoos; algunos han sido llevados a centros de cría para la conservación de la especie en los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.

Medidas de conservación

El primer paso significativo para su conservación fue tomado en 1985 cuando la primera región para la cría en cautividad fue establecida en el Centro de Cría de Mamíferos Omaní en Mascate. Desde entonces, los esfuerzos por la cría en cautividad en cantidad de instituciones ha aumentado satisfactoriamente, con numerosas crías nacidas en el Centro de Cría para Vida Salvaje de Arabia en Peligro en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos. Por lo tanto estos programas de cría son esenciales para el mantenimiento de la diversidad genética y para intentar salvar a la especie de la extinción. Sin embargo, hace falta acompañar esta medida con otras medidas in situ, es decir, en su propio hábitat, ya que sin proteger su medio las repoblaciones serían en vano.

Por ello, un aumento de las actividades se desarrolló en 1993 en respuesta a la gran cantidad de muertes a manos de los cazadores en los 90. Esto incluyó la creación de la Arabian Leopard Trust, que tiene por objeto proteger al leopardo, su hábitat y la vida silvestre que habita allí en general. En 1997 se dio otro paso importante cuando se declaró la Reserva Natural Jabal Samhan, parte de las montañas Dhofar en Omán. En este mismo año estudios ayudaron a conocer más sobre esta especie y conseguir mantenerla. En Omán el leopardo también está protegido de la caza y captura, con penas severas de prisión y multa.

De todas las medidas de conservación, la más importante necesidad identificada es protegerlo junto a la Reserva Natural Jabal Samhan, posiblemente su último refugio viable. Para conseguirlo, es necesario enfrentarse al desafío de reducir al mínimo los daños humanos a la zona, reducir los conflictos leopardo - hombre, y lo más importante, hacer la reserva beneficiosa económicamente para la población, un poderoso incentivo a las comunidades circundantes para proteger a su rara y singular fauna nativa.

Pero a pesar de todas las medidas de conservación, este felino aún está a niveles peligrosamente bajos y es sumamente vulnerable a la posible extinción.

Referencias

Fuentes