Liberación de Soledad
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Liberación de Soledad. Hecho histórico llevado a cabo por los combatientes del Ejército Rebelde el 9 de noviembre de 1958 al atacar el cuartel de Soledad al mando del comandante Efigenio Ameijeiras Delgado Jefe de la Columna 6.
Preparativos para el combate
Después del combate de Ermita, se reúne el comandante Efigenio Ameijeiras Delgado con sus compañeros y les dice:'
Parten para el campamento del alto de la Victoria, sede de la compañía “Francisco Castro Ceruto”, bajo el mando del teniente Amancio Florián que le apoyaría con su mejor armamento, cerca de 20 fusiles. Este fue el punto de partida para el ataque.
Alrededor de la media noche se puso en práctica el plan de ataque, 3 pelotones de la tropa de choque y el personal de la Compañía “C” rodean el cuartel para iniciar la acción, cuando Efigenio diera la orden de fuego, mediante la señal de un largo rafagazo con su Carabina M-2.
La compañía “B” Asdrúbal López Vázquez bajo el mandato del teniente Wicho Herrera, tenía la responsabilidad de impedir el refuerzo de Guantánamo, la mayor fortaleza militar del enemigo en el II Frente Oriental y que está a menos de 2 leguas de Soledad.
La compañía “A” Juan Pedro Carbo servía bajo el mandato del capitán Hermes Cordero, la cual atacaría simultáneamente el cuartel de Cuneira, cercano a unos 10 Km.
Este combate, se pensaba que presentaría mayores dificultades que el de Ermita, que tan adverso fue para el Ejército Rebelde, primero por la escasez de parques y segundo por que se hallaba muy cerca de Guantánamo donde estaban acompañados los mayores refuerzos enemigos.
Todo estaba en penumbras, el cielo todo lleno de estrellas, y la noche fresca y perfumada de flores silvestres. Llegan hasta el parque de Jamaiquita y desde ese mismo lugar partieron a tomar sus posiciones.
La tregua
El jefe del cuartel Soledad era el sargento Castiel, hermano del rebelde Ernudis Castiel, caído en el ataque a La Lima, se comentaba que existía posibilidad que identificado con su hermano caído estaría dispuesto a pasar para las filas teniendo en cuenta esta razón.
Efigenio envía 3 rebeldes a conversar con la esposa de Castiel que vivía en la primera casa próxima a la línea para que llevara un mensaje, una vez recibido el mensaje, desde el cuartel se escuchaba voces de que se acercara para hablar entre ambos, Efigenio expresó que saliera al descampado para hacerlo en terreno neutral, así se reunieron.
Efigenio le dio a conocer las intenciones de las fuerzas rebeldes, le pidió que le entregara el cuartel con todas las armas en lo concerniente a ellos podían escoger quedarse con nosotros o irse para Guantánamo, no tenían posibilidades de recibir refuerzos de allá por que tenían una compañía en la emboscada, la cual cortará el paso.
Pregunta Castiel. ¿La persona con quien hablo es Efigenio Efigenio contesta. Si. Castiel expresó: Yo solo no puedo tomar ninguna decisión.
Efigenio le propuso que regresará al cuartel para que le planteara a sus hombres las condiciones: no queremos más derramamientos de sangre, ustedes son padres de familias, obreros.
Castiel entra de nuevo al cuartel y regresa a los pocos minutos; pero la esposa permanecía en el cuartel durante toda la entrevista.
En el segundo encuentro Castiel informó que solo un grupo de sus hombres estaba dispuesto a entregar las armas que quizás se podía llegar a un acuerdo con los demás, pero hay un cabo que es tremendo batistiano, que ha cometido muchos crímenes y plantea que el que hable de rendirse lo matará.
Efigenio que era el jefe rebelde entraría al cuartel para hablar con ellos, aquí se mostró que las palabras y actitud de Castiel carecían de sinceridad, la situación se hacia cada vez mas difícil para el mando rebelde, sin parque, y era necesario lograr rendir al cuartel sin combatir y ocupar unos cuantos millares de tiros.
Ante esta situación Efigenio le dijo a Castiel que fuera para el cuartel, después iremos nosotros, seguidamente le ordenó al capitán Samuel Rodiles Planas que fuera a parlamentar la rendición.
El cuartel era un edifico de madera , de un antiguo cine, convertido en fortaleza, tenía una formidable defensa circular parecida a la de Ermita, pero con la salvedad de que sus muros eran de madera rellena de arena. También tenía zanjas de comunicación por debajo del piso y no había construcción cercada que permitiera incendiarlo con cócteles Molotov.
Perdieron muchos minutos, alrededor de las 2:00 am ya estaba el cuartel cercado y se intercambiaban disparos entre rebeldes y casquitos.
Las primeras luces del amanecer sorprendieron a Efigenio sentado en un banco del parquecito, a media del cuartel, la situación cada vez era mas difícil para las tropas rebeldes.
La victoria final
Cerca de las 8:00 am, una columna de casquitos de la guarnición de Guantánamo se disponía a marchar rumbo a Soledad. Estos fueron atacados por una avanzada de la Columna B, que mediante un golpe audaz repelieron el ataque causándoles algunas bajas, no continuaron la marcha; evidenciando que las tropas enemigas se encontraban desmoralizadas.
Efigenio mandó a un oficial a que fuera a buscar a la mujer de Castiel que había regresado a su casa, ordenó que la mandaran al cuartel con un mensaje firmado donde decía: sepa usted que en estos momentos ha sido rechazado un refuerzo que proveniente de Guantánamo venía en auxilio de ustedes, también se esta atacando la guarnición de Guantánamo, no debes esperar ningún tipo de ayuda, en la zona tenemos más de 500 hombres, inclusive en Guantánamo.
Las horas transcurrían alargándose en el tiempo y en el peligro de la entrada de un refuerzo de Guantánamo, entonces medita y manda a traer unas de las minas más potentes que tenían, era un largo balón de hierro de los que se usaban para soldar con acetileno, relleno de TNT, pesaba unas 100 lbs y se hacía explotar eléctricamente con una batería de camión.
Después de realizada esta operación, ordenó que llamaran nuevamente a la mujer de Castiel hasta el cuartel para que le dijera que ésta era la última oportunidad de decidirse, que habían recibido un poderoso cañón y que íbamos a hacer una prueba para que vieran su poder y sino se rendían iniciaríamos inmediatamente un ataque en gran escala. Además del ultimátum le ordenó a la mujer que le llevara café.
En cuanto la mujer salió del cuartel se ordenó abrir fuego y hacer estallar la bomba. Fue una explosión descomunal que hizo temblar la tierra y que retumbó en toda el área. La onda expansiva sacudió casas, árboles, combatientes, despedazó una parte del muro del cuartel; fragmentos del hierro del balón atravesaron las paredes y el techo de madera como si fueran de papel, inclusive un fragmento estalló contra la torre del central.
A los pocos minutos los guardias se rindieron, los rebeldes rápidamente entraron al cuartel y recogieron las armas, abandonan el lugar con las armas y los prisioneros, exclamando, ¡VIVA CUBA LIBRE! y el Ejército Rebelde decían ¡VIVA FIDEL!
Con esta acción del 9 de Noviembre de 1958, quedó liberado el territorio de Soledad, hoy El Salvador.
Fuente
- Lic. Santiago Pérez. Director del Museo Alex Urquiola y miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba.
- Lic. José Ángel Almenares Díaz. Presidente del Comité Municipal de La Unión Nacional de Historiadores de Cuba, en El Salvador Filial Guantánamo e Historiador del Municipio.
- Ameijeiras Delgado, Efigenio: Columna No.6 en ‘’Más allá de nosotros’’. Editorial Oriente, 1982.
