María Pilar Bayona López de Ansó

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NombreMaría Pilar Bayona López de Ansó
Nacimiento16 de septiembre de 1898
Zaragoza,Bandera de España España
Fallecimiento13 de diciembre de 1979
Zaragoza,Bandera de España España

María Pilar Bayona López de Ansó fue una personalidad artística de la máxima categoría que volcó, de un modo irrepetible, la creatividad de su talento interpretativo hacia su ciudad natal.

Síntesis Biográfica

(Zaragoza, 16 de septiembre de 1898 - id., 13 de diciembre de 1979). Pianista en activo a lo largo de tres cuartos de este siglo XX. Personalidad artística de la máxima categoría que volcó, de un modo irrepetible, la creatividad de su talento interpretativo hacia su ciudad natal. Inició sus estudios musicales con los hermanos José y Ángeles Sirvent. En cuanto al constante perfeccionamiento ulterior, puede decirse que fue de un absoluto autodidactismo.

Su primera actuación ante el público tuvo lugar a los siete años, en compañía del violinista, también zaragozano, Teodoro Ballo Tena. Con su primer concierto en la Sociedad Filarmónica de Zaragoza, a la edad de diez años, se inicia una duradera colaboración. Su primera intervención solista, con orquesta, fue en San Sebastián, en 1915, bajo la dirección de Arbós. Después hay actuaciones con las de Madrid, Barcelona, Bilbao, Alicante, Valencia, Zaragoza, Bética de Sevilla, y Nacional de España. Y como directores: Toldrá, Argenta, Arambarri, Franco, Steven-Candael, Chávarri, Otaño, Mendoza de Lassalle, Berberoff, Suriñac, Peris, Iturbi y Frübeck. Realizó giras por toda España, y en sus tournées por el extranjero, actuó en Alemania, Francia, Bélgica y África del Norte.

Cultivó todas las escuelas y estilos. Al irrumpir en el mundo musical el movimiento impresionista, ella fue una de las que primero supo introducirlo en España, al igual que, por similitud estilística y afinidad temperamental, aparecían los autores españoles del momento cuyos nombres nunca faltarían en los programas de sus conciertos.

Los años 30 conocen el máximo de su proyección nacional, así como su relación con el grupo de intelectuales que frecuentan la Residencia de Estudiantes de Madrid. Pero lo mejor de su arte habría de quedar en Zaragoza. Terminada la guerra civil, inicia una fructífera etapa desde los micrófonos de Radio Zaragoza. Allí, primero con una pequeña orquesta, con un escogido número de músicos después, y sola en otras ocasiones, realiza una exhaustiva labor divulgadora, por donde desfila lo más representativo de la música de cámara y de la música para piano solo. El repertorio era tan inmenso y completo que, a razón de un concierto semanal, una obra tardaba más de doce años en ser repetida.

La creación de «Sansueña», de la que fue su más caracterizada intérprete, le dio la oportunidad de recrear sesiones dedicadas en exclusiva a Falla, Bach, Albéniz, Ravel y Esplá. Asidua colaboradora de los Cursos de Verano de la Universidad de Zaragoza en Jaca, con programas dirigidos a oyentes extranjeros, presentaba en ellos una panorámica de la historia de la música en España. Fue profesora de perfeccionamiento en los conservatorios de Pamplona y Zaragoza, y baza fundamental en las Jornadas Culturales del Ayuntamiento de Zaragoza, que la había nombrado hija predilecta de la ciudad.

Los compositores españoles tenían en ella su más firme valedora. Incomparables eran sus creaciones de la Fantasía Bética de Falla, la Iberia de Albéniz, las miniaturas de Mompou. Oscar Esplá le confió el estreno de sus Sonata del Sur, en Barcelona, y Sonata Española, en Zaragoza; Guridi, el de su Fantasía homenaje a Walt Disney, y Remacha su Concierto con orquesta.

Si en todo cuanto interpretaba brillaba su personalidad, aun dentro del máximo respeto a la fidelidad de la obra, en las de los autores impresionistas, españoles o no, sabía crear un ambiente sonoro, una atmósfera, un color que escapan a cualquier definición.

Lamentablemente, han quedado muy pocas grabaciones fonográficas de su arte, actualmente fuera de catálogo.

Fuentes