Masacre de Wormhoudt
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Masacre de Wormhoudt. Fue el asesinato masivo de 80 prisioneros de guerra británicos y franceses por los soldados del Waffen-SS de la 1.ª División Leibstandarte SS Adolf Hitler durante la Batalla de Francia en mayo de 1940.
Antecedentes
Como parte de la retirada de la Fuerza Expedicionaria Británica hacia Dunkerque, la 48ª División estaba defendiendo el camino que iba desde el sur de Bergues a través de Wormhoudt, Cassel y Hazebrouck a retrasar el avance alemán. Las unidades imperiales en Wormhoudt fueron superados por el avance de las fuerzas alemanas. Cuando agotaron sus municiones, los soldados se rindieron suponiendo que sean tratados de acuerdo la Convención de Ginebra.
Captura de los soldades
El día 28 de mayo de 1940, 85 hombres del 2º Regimiento Real de Warwickshire, el Regimiento de Cheshire y la Artillería Real, fueron hechos presos por el 2º Batallón SS Leibstandarte Adolf Hitler. La Leibstandarte SS Adolfo Hitler estaba bajo el mando de Sepp Dietrich, y el 2º Batallón estaba bajo control del Hauptsturmführer Wilhelm Mohnke. Los soldados británicos habían formado parte de la retaguardia de la 48ª División de la Fuerza Expedicionaria británica que se retiraba hacia Dunkerque para la evacuación. Tenían la orden de “defender la ruta hacia Dunquerque a toda costa, hasta el último hombre y hasta la última bala”. El 28 de mayo de 1940 habían agotado ya la última bala. Estaban agotados, confusos y desmoralizados, como se dice en una de sus hojas de servicios del regimiento. Al final fueron alcanzados y apresados en un ataque alemán con carros de combate.
La Masacre
En Esquelbecq, cerca de la ciudad de Wormhoudt, aproximadamente a doce millas de Dunkerque, los prisioneros fueron trasladados a través de campos hasta una granja cercana. Los alemanes los hicieran entrar en un pequeño granero.La matanza comenzó. Cinco granadas fueron lanzadas al interior del granero matando a la gran mayoría de ellos. Los prisioneros que habían resultado heridos, fueron matados de un tiro. Quince hombres sobrevivieron a la atrocidad, aunque más tarde fueron capturados por diversas unidades alemanas de la Wehrmacht. Esas mismas unidades curaron sus heridas antes de que fueran trasladados a un campo de prisioneros de guerra. Los cuerpos de las víctimas asesinadas fueron enterrados en una fosa común cavada cerca del granero. Meses más tarde, los SS, en una tentativa de encubrir el crimen, desenterraron los cuerpos y los enterraron en los cementerios de Esquelbecq y Wormhoudt.
Después de la guerra
Wilhelm Mohnke fue culpado de haber ordenado la masacre, aunque nunca fue procesado. El caso fue vuelto a abrir en 1988 en una campaña de Jeff Rooker, miembro del Parlamento británico, diputado laborista, pero el acusador alemán llegó a la conclusión de que no había pruebas suficientes para procesarlo.
