Microflora del aire

Microflora del aire
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Microflora del aire. No es permanente los microbios existen en él únicamente como contaminantes accidentales. El aire no posee una microflora propia, ya que no constituye un hábitat microbiano; es un medio desfavorable para los microorganismos. La falta de sustancias nutritivas, humedad, temperatura óptima y la acción de los rayos solares; unidos a la desecación y otros factores, no son apropiados para la conservación de los microbios, debido a lo cual la mayor parte de éstos mueren.

El aire es portador de materias especiales como polvo, humo, hollín y de gotitas que pueden ir cargadas de microbio. Cada partícula de estas materias tiene la propiedad de adsorber en su superficie gran cantidad de microbios, y mientras mayor sea el grado de contaminación del aire con las mismas, más microbios se encontrarán en él.

El aire tiene una gran importancia en la diseminación de los microorganismos en la naturaleza, en la contaminación de diversos sustratos, alimentos y en la transmisión de enfermedades a las plantas, los animales y el hombre.

Composición y distribución de los microorganismos del aire

La microflora del aire puede proceder del suelo, de las plantas que sobre él crecen, de los animales y personas, procedentes de las corrientes del aire del mar, etc.

Procedentes del suelo y las plantas

La población microbiana del suelo es superior a la de los demás ambientes naturales, por lo que puede considerarse la principal fuente para el aire, en dependencia de la actividad del ambiente y de la cantidad de polvo agitado, entre otros factores. Según el tipo de suelo variará la microflora del aire, en cada gramo de polvo hay hasta un millón de bacterias

Los terrenos fértiles y cultivados contienen más microorganismos que los infértiles y sin cultivar, por lo que el aire de encima de los primeros será más enriquecido microbiológicamente que el de los segundos. De la misma forma, al aire pueden llegar los microorganismos procedentes de la microflora epifítica de las hojas y tallos.

Entre los microorganismos se tienen:

  • Bacterias saprófitas pigmentarias: Bacillus subtilis, B. Megaterium, B cereus.
  • Actinomicetos
  • Esporas e hifas vegetativas de hongos
  • Ascosporas de levaduras
  • Fragmentos de micelio
  • Conidios de hongos y estreptomicetos.
  • Quistes de protozoos
  • Algas unicelulares
  • Actinomicetos
  • Bacilos gram (-), coliformes


Procedentes de animales y personas

Al aire pueden llegar, junto con las gotitas de moco, esputo, saliva, etc.; de los animales y de las personas, lanzados al toser, al estornudar y al hablar; los microorganismos que componen la microflora normal de la boca, las fauces, las vías respiratorias superiores de éstos o también agentes etiológicos de muchas enfermedades que encuentran un medio propicio para su diseminación. Los microorganismos suspendidos en el aire están en forma de aerosol bacteriano (gotas, núcleos goticulares y en polvo).

Entre las enfermedades que se transmiten por esta vía se tienen:

Procedentes del aire del mar

Se han aislado microorganismos del aire del mar, pero éste suele contenerlos en menor número que el de origen continental o terrestre.

Entre los microorganismos se tienen: esporas bacterianas, conidios y fragmentos de hongos, que localizados en estratos superiores pueden ser llevados a grandes distancias y llegan al país, procedentes de las zonas continentales.

Las composiciones cualitativa y cuantitativa de los microorganismos del aire varían entre grandes límites y depende de su procedencia, naturaleza y de diversos factores que influyen sobre la misma. El estudio del contenido microbiano del aire debe hacerse al considerar el aire exterior y el aire interior. Además, la composición y la cantidad de la microflora del aire varían según la época del año en las diferentes latitudes.

Microorganismos anemófilos

La cantidad de microorganismos anemófilos puede variar desde decenas hasta millares / m³ dependiendo de las condiciones del lugar y si es un aire exterior o interior de las instalaciones. Normalmente en la atmósfera se encuentran de 6 a 8 mg de materia sólida / m³ de aire, lo que permite la presencia de cantidades hasta de 1 millón de bacterias por gramo de polvo.

La población microbiana permanente en locales y naves dependen del régimen higiénico – sanitario.

En las viviendas, un contenido mayor a 500 bacterias/m³ de aire sirve para indicar la contaminación del aire.

La supervivencia de algunos gérmenes en el polvo durante un tiempo relativamente largo crea un riesgo importante, especialmente en los hospitales.

El aire de los locales cerrados está más contaminado, especialmente cuando la ventilación es insuficiente y no se han tomado medidas sanitarias.

En 1 m³ de aire en los locales para animales mamíferos hay desde 1 120 hasta unas 18 2350 bacterias.

En 1 m³ de aire en los locales avícolas hay desde 10 800 hasta 660 000 bacterias.

Algunos investigadores han planteado que el aire puro contiene menos de 25 mil UFC por m³ de aire.

Muchas enfermedades de las personas y animales son transmitidas por el aire. La inhalación del polvo contaminado suele ser una de las vías de transmisión de las enfermedades micóticas externas, como por ejemplo, la blastomicosis, la histoplasmosis, la coccidiooidomicosis, aspergillosis, etc. Esto suele ocurrir por ejemplo en las estercoleras y en los lugares con altas producciones de compost.

Factores que influyen en los microorganismos del aire

  • Materia orgánica: La materia orgánica que se encuentra sobre el suelo influye en la riqueza microbiana del mismo, por lo que así será la riqueza del aire, en dependencia de la fertilidad del suelo.
  • Humedad y precipitaciones atmosféricas: La atmósfera húmeda contiene menos microbios que la seca, debido a que las gotas de humedad los hacen bajar al suelo. Igualmente, después de las precipitaciones atmosféricas, lluvias y nevadas, el aire en gran medida se purifica de microbios. A su estancia contribuye un tiempo seco prolongado.
  • Corrientes de aire: Un ambiente activo contiene más bacterias que otro seco más sosegado, por otra parte, las bacterias permanecen en el aire durante lapsos variables, según la velocidad de las corrientes. La importancia epizoótica de la transmisión por el aire contaminado aumenta durante la ubicación conjunta de un gran número de animales en un área pequeña y con poco espacio, sobre todo cuando hay ventilación deficiente, la estabulación de los animales con las cabezas situadas unas frente a las otras y con comederos centrales facilita esta vía de transmisión.
  • Tamaño de las partículas: La permanencia de los microorganismos en el aire depende del tamaño de las partículas donde se fijan, depositándose con más rapidez las adheridas a las partículas mayores.
  • Luz solar, temperatura y desecación: El destino de los microorganismos del aire depende entre otros factores atmosféricos, de la luz solar, pues la acción directa de los rayos solares tiene efectos perjudiciales en los microorganismos; igualmente la temperatura y la desecación directamente relacionadas con la luz solar (con los rayos infrarrojos), actúan como agentes antimicrobianos importantes.

Saneamiento del aire

El saneamiento del aire (medidas conducentes a reducir su población microbiana) es de gran importancia, ya que ciertos agentes infecciosos se transmiten por esta vía.

Según los casos, puede ser suficiente el grado de contaminación del aire o necesitarse aire esterilizado, lo que se consigue al aplicar métodos físicos o agentes químicos. Algunos de los métodos eficaces utilizados con estos fines se tienen:

Control del polvo: Para lograrlo lo fundamental es la limpieza mecánica y las medidas higiénicas, así como evitar la acumulación de basuras y desechos, la higienización con agua y posterior fregado de los pisos y otras superficies, rincones, etc. En ciertas situaciones el polvo puede ser controlado mediante el empleo de sustancias fijadoras, como por ejemplo ciertos aceites, arena y serrines de madera desinfectados, desinfectantes y otros agentes desfavorables para los microorganismos.

Ventilación: Consiste en renovar el aire de las habitaciones o locales y sustituirlo por aire fresco del exterior. La dilución completa del aire contaminado por ventilación es un medio muy efectivo para dominar las infecciones de origen aéreo en el interior de los recintos cerrados.

Filtración: La filtración del aire tiene numerosas aplicaciones domésticas, industrias, en las instalaciones pecuarias y en los laboratorios. Los filtros de aire están compuestos, por lo general, de algodón, lana de vidrio u otros materiales fibrosos; pero tienen el inconveniente de que se obstruyen cuando el aire contiene mucho polvo, además, reducen el número de microorganismos en el aire, pero no los elimina necesariamente.

Radiaciones ultravioletas: Tienen un valor potencial para reducir la flora microbiana del aire. Generalmente se emplean lámparas germicidas que emiten una elevada proporción de radiaciones en la región de 2500 a 2500 Å, la más activa como bactericida.

Como el ojo humano y en menor grado la piel, son muy sensibles a estos rayos, es preciso tener precauciones para evitar perjuicios a las personas que penetren en los aposentos donde las lámparas ultravioletas están instaladas.

Desinfección por gases microbicidas: Para reducir la flora bacteriana del aire pueden utilizarse ciertos productos químicos, vaporizados o pulverizados en un espacio cerrado. El producto germicida se dispersa en forma de aerosol y desarrolla su acción antimicrobiana al ponerse en contacto con las partículas en suspensión portadoras de microorganismos.

Entre los productos químicos que tienen utilidad en este aspecto se encuentran:

Fuente

  • Brock ; Madigan,Martinko,Parker. "Biología de los Microorganismos".Octava Edición. Editorial Prentice Hall . 1998