Muralla urbana de Moya
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Muralla urbana de Moya: En la muralla, el proyecto prevé la restauración y reconstrucción del tramo en la línea de cierre del claustro posterior del convento, la reconstrucción de un contrafuerte y la instalación de puertas de entrada al conjunto. En lo que se refiere al convento, el proyecto prevé la consolidación de los muros que forman el conjunto; la consolidación de bóvedas, bodega y aljibes; el acondicionamiento del patio del claustro y la creación de un itinerario entre la iglesia y los dos claustros.
Ubicación
La muralla urbana de Moya se encuentra en el antiguo pueblo abandonado del mismo nombre, en la provincia de Cuenca..
Historia
Las murallas de Moya empezaron a construirse a principios del siglo XIII, tras la repoblación que Alfonso VIII realizó en la zona, y se ampliaron hasta el siglo XVI.
La villa de Moya fue donada en 1448 por Juan II al poderoso marqués de Villena, Don Juan Pacheco. En 1463 Enrique IV realizó una nueva donación de la población a Don Andrés de Cabrera. Los moyanos se opusieron en ambos casos, y no fue hasta 1475 cuando la reina Isabel la Católica confirmó la última de ellas. Fue sólo entonces cuando la familia Cabrera pudo tomar posesión de la villa y el señorío de Moya se convirtió en marquesado en 1480.
Aunque la decadencia de Moya comienza en el siglo XVIII, su historia parece terminar cuando participa en las guerras carlistas y sufre una destrucción casi total en 1835. A mediados del siglo XX el pueblo queda totalmente abandonado al desplazarse la escasa población que lo habitaba a barrios y pueblos cercanos.
Descripción
Las murallas de Moya constan de cinco recintos:
- La Albacara o I Recinto fue construido a partir de 1183.
- El II recinto es una ampliación hacia el este de la peña, realizada a partir de 1213.
- El recinto de la Puerta de la Villa o III recinto es una ampliación hacia el este realizada en el siglo XIV.
- El recinto de la Puerta de Carros o IV recinto, debajo del castillo, es una ampliación hacia el sur.
- El recinto de la Coracha es una ampliación en el extremo norte, con una muralla doble y paralela, que protegía la fuente para la provisión de agua, y defendida por dos torres del siglo XIII, la de San Roque y la de la Fuente.
Moya conserva ocho puertas en su doble recinto amurallado: la de la Albacara (siglo XII), la de San Juan (siglo XIII), la de San Diego (siglo XIII), la de la Calzadilla (siglo XIII), la de Carros (siglo XIV), la Falsa o de San Francisco (siglo XIV), la de los Ojos (siglo XII, reformada en el XV) y la Puerta de la Villa (1589). Esta última está formada por dos accesos acodados, siendo de estilo renacentista, pues su entrada inferior se asemeja a un arco de triunfo romano.
Estado de conservación
Las murallas de Moya se encuentran en ruinas, aunque con restauraciones parciales tanto en algunos lienzos como en casi todas las puertas.
