Museo del Hombre (París)

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Museo del Hombre
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Francia Francia
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Fundación:1937
Tipo de unidad:Institución cultural
País:Bandera de Francia Francia
Dirección:Palacio de Chaillot, Plaza del Trocadero. París.

Museo del Hombre. Conocido museo de antropología. Creado en 1937 por Paul Rivet, para el evento de la Exposición Universal.

Ubicación

Se encuentra en París, en el Palacio de Chaillot en la Plaza del Tocadéro.

Objetivo

Características

El Museo del Hombre ocupa la mayor parte del ala de Passy del Palacio de Chaillot en el XVI distrito parisino. Sus colecciones provienen de objetos reunidos desde el siglo XVI, que integraban el Gabinete de Curiosidades y el Gabinete Real, enriquecidas con objetos provenientes de las colonias francesas en siglo XIX. Se encuentra bajo la autoridad de varios ministerios y hospeda varias unidades de investigación de CNRS.

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La galería sobre prehistoria, cuenta con la mayor colección de fósiles humanos del Paleolítico europeo y sus artefactos, con más de 500 mil objetos. En la exposición permanente La noche de los tiempos, son recreadas las etapas de la evolución humana, con modelos de los diferentes homínidos antecesores del Homo sapiens, hasta llegar a la actual configuración del cuerpo humano, incluyendo modelos de fósiles importantes como Lucy, una Australopitecos afarensis con cerca de 3,2 millones de años de antigüedad.

Hasta 1974 el museo expuso al público los restos de Sara Baartman, conocida despectivamente como la Venus Hotentote, una mujer Khoikhoi esclavizada por los ingleses y exhibida como un animal en zoológicos humanos de Londres, a comienzos del siglo XIX. Los restos de Sara Baartman fueron reclamados por el presidente Nelson Mandela, siendo finalmente enviados a Sudáfrica para su inhumación. El museo también cuenta entre sus pertenencias con el cerebro de Descartes.

Exposición

El Museo del Hombre de París acoge una exposición sobre Atapuerca, el objetivo de la muestra es internacionalizar el valor de los descubrimientos en la sierra burgalesa.

Atapuerca, tras el rastro de los primeros europeos es el nombre de la exposición que se ha inaugurado en el Museo del Hombre de París. La muestra incluye algunas de las piezas más relevantes del yacimiento burgalés y, según sus organizadores, supone el reconocimiento de España como uno de los países líderes en el estudio de la evolución humana.

La exposición, promovida por la Junta de Castilla y León y que tiene como comisarios a los tres co-directores de Atapuerca Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro.

Un viaje a la prehistoria

Atapuerca, el yacimiento más importante de Europa, no está en ningún lugar remoto, sino a escasos 15 kilómetros de la ciudad monumental de Burgos.

Atapuerca es un tesoro arqueológico de dimensiones difícilmente estimables. No se trata de un yacimiento más, pues contiene la historia de la humanidad desde hace aproximadamente 1.500.000 años. A 15 kilómetros de Burgos hacia el este de la provincia, este enclave natural está geológicamente compuesto por calizas, arenas y areniscas del Cretácico Medio Superior, es decir, de entre 80 y 100 millones de años de antigüedad.

Esta serranía burgalesa, conocida como la colina mágica, es un lugar de paso -como atestigua el hecho de formar parte del camino de Santiago- ideal para el asentamiento humano de las distintas épocas de la historia, desde hace más de un millón de años.

El yacimiento, al que se accede desde la localidad de Ibeas de Juarros, muestra el lugar donde los investigadores escarban, año a año, pedazos de nuestra historia. Pero no es lo único visitable. Para que la travesía tenga sentido completo, hay que visitar la exposición del centro de recepción de visitantes del pueblo de Atapuerca, donde se exhiben las réplicas de los principales hallazgos de la excavación.

Y de cara al turismo familiar, muy cerca de la excavación, el parque arqueológico es un recinto temático pensado para la interacción con el viajero, de modo que se convierta en un "auténtico" hombre de Atapuerca.

Lecciones de supervivencia

El visitante recibe en el parque temático de Atapuerca lecciones prehistóricas de supervivencia. Lecciones que rememoran una época hostil en la que el ser humano debía ingeniárselas para alimentar y dar calor a sus familias. Aquí, los huesos y fósiles se encuentran al alcance de la mano.

Partiendo del centro de recepción de Atapuerca, donde también se ubica la exposición, hacia las afueras del pueblo, se llega al parque arqueológico. Un recinto temático pensado para interactuar con el visitante, que carece de sentido sin un guía que le ayude a asimilar lo que ya ha podido intuir en el yacimiento y la exposición.

La primera parada son las huellas de la evolución, una especie de paseo de la fama con huellas de pies, desde el primer homínido encorvado hasta la pisada del hombre en la luna. Una buena forma de explicar la mejora en el modo de vida, desde los primeros pobladores hasta nuestros días, y el progreso tecnológico desde el origen. El siguiente paso es una aproximación al uso primitivo de herramientas: cómo fabricar hachas, cuchillos o filos perfectamente cortantes a partir de cantos rodados, cómo tallar el sílex o cómo aprovechar hasta el interior de los huesos, la médula, cuando la comida escasea.

El viajero será testigo de las técnicas de los primeros hombres para plasmar sus emociones en las paredes. Arte rupestre a partir de agua, arcilla, pequeños tubos por los que soplar y sus propias manos.

En el parque arqueológico se ha recreado un poblado prehistórico, con sus cabañas y sus monumentos funerarios, que pueden contemplarse desde el interior. Aprender a cazar tirando con arco y flechas y con lanza y conocer los pasos para hacer fuego, transportan al visitante a un mundo ancestral.

Aunque no es parada obligada, el parque ofrece la posibilidad de jugar a ser investigador, aprendiendo a usar la brocha para encontrar huesos enterrados. Se trata del taller de excavación, una auténtica escuela de arqueólogos, ideal para que los más pequeños hagan sus pinitos como buscadores de fósiles.

Transformación

El museo permanecerá cerrado al público a fin de renovarse por completo y encarar el siglo con objetivos reforzados. El director del proyecto, Jean Pierre Mohen, tiene como gran objetivo convertir a la institución museística en el Gran Observatorio de la Humanidad, un espacio que dé cuenta de la evolución humana y que muestre la adaptación del hombre, desde sus orígenes, hasta convertirse en actor de la evolución del planeta La renovación del museo será total, tanto del punto de vista arquitectónico como museográfico ya que la nueva impronta se apoyará en las colecciones de prehistoria y antropología, aunque sus responsables anunciaron también el objetivo prioritario de reconstituir una nueva colección etnográfica. La reapertura está prevista para 2012.

Fuentes