Omnisciencia

Omnisciencia
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Concepto:s. f. culto Conocimiento de todas las cosas: la omnisciencia es atributo exclusivo de Dios.

Omnisciencia. “omnis” significa “todo” y “sciéntia” significa “conocimiento”, la “Omnisciencia” divina significa que Dios lo sabe todo. Y cuando decimos “todo”, es absolutamente todo.

Origen de la Palabra

Del latín omnis (todo) y scientia (ciencia). Pueden distinguirse dos tipos de omnisciencia:

  • La omnisciencia inherente: La capacidad de saber todo lo que se desee saber y se pueda saber.
  • La omnisciencia total: Efectivamente saber todo lo que se puede saber.

Si “omnis” significa “todo” y “sciéntia” significa “conocimiento”, la “Omnisciencia” divina significa que Dios lo sabe todo. Y cuando decimos “todo”, es absolutamente todo. Hasta nuestros más ocultos pensamientos, Dios los conoce mejor que nosotros, y los conoce antes de que siquiera se nos puedan ocurrir. Dios, entonces, conoce todas las cosas: conoce todo lo que ha existido y lo que puede llegar a existir, todo lo que se ha hecho y todo lo que pueda llegar a ser hecho. Dios conoce perfectísimamente todas las cosas. Y las conoce, no de una manera confusa o general, sino con un conocimiento clarísimo y singular, el cual llega hasta las más mínimas diferencias y detalles. Esto significa que Dios conoce íntimamente todo lo material y lo espiritual: conoce una partícula de polvo que pueda atascar un mecanismo delicado y conoce igualmente el sentimiento secreto de una persona.

Basamentos bíblicos

La idea de la omnisciencia provienen fundamentalmente de las escrituras de la Biblia Los textos de la Sagrada Escritura son abundantes y elocuentes: “Mira el Señor de lo alto de los cielos, y contempla a los hijos de los hombres. Del lugar en que vive está observando a todos los que habitan en la tierra; El, que solo formó sus corazones, El, que escudriña todas sus acciones”.(Sal. 32, 13-15) “Tú sabes, Señor, si me he extraviado, pues no te están escondidos mis errores”. (Sal. 68, 6) "El mundo infernal y la muerte están a la vista de Yavé, ¡cuánto más los corazones de los hombres” (Prov. 15, 11). “Porque El reconoció a los que son falsos” (Job 11, 11). “En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos”. (Hb. 4, 12) “No hay criatura a la que su luz no pueda penetrar; todo queda desnudo y al descubierto a los ojos de Aquél al que rendiremos cuentas” (Hb. 4, 13). “El cuenta las estrellas una a una y llama a cada una por su nombre” (Sal. 146, 4). “Incluso los cabellos de sus cabezas están contados” (Lc. 12, 7).

Fuentes

  • Fenazarena
  • Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.
  • Diccionario de la Lengua española © 2005 Espasa-Calpe.
  • Buenanueva