Operación Cornflakes

Operación Cornflakes
Información sobre la plantilla
Operación Cornflakes.jpg
Fecha:1944
País(es) involucrado(s)
Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos

Operación Cornflakes. Fue la operación de propaganda y guerra psicológica más importante, mejor dotada, y más documentada, que se llevó a cabo durante la Segunda Guerra Mundial, la idea era poder “forzar” a que el propio servicio postal de Alemania repartiera la propaganda antinazi de los aliados.

Historia

En 1944 la Oficina de Servicios Estratégicos, (OSS), del Ejército de los Estados Unidos, decide llevar a cabo una operación de guerra psicológica orquestada desde la oficina de Roma. El objetivo de la misión era confundir al servicio postal alemán para que entregase en diferentes domicilios de ciudades del Tercer Reich envíos aparentemente de correspondencia normal pero que contenían propaganda subversiva contra el régimen nazi.La propaganda era una de las herramientas preferidas de la OSS durante la guerra, aunque habían llegado a la conclusión que el método usual para su difusión, la distribución de panfletos desde el aie, tenía numerosos incovenientes. Había que producir un número muy significativo de panfletos para incrementar el número de personas que pudieran acceder a ellos, e incluso con suficiente material producido el viento, la lluvia, ó la información nazi de un posible lanzamiento, podían dar al traste con una operación e impedir que los panfletos pudieran llegar a sus objetivos. Desde la OSS empezaron a pensar que debía de existir otra manera de inundar las ciudades alemanas y austriacas de propaganda, de una manera que fuese más eficaz.

De esa manera es como los integrantes de la OSS en Roma, llegan a la conclusión de utilizar el propio servicio postal alemán. Elaborarían material falso idéntico al utilizado en el servicio postal, lo lanzarían sobre trenes alemanes bombardeados, y dejarían que el servicio postal, en su afán de “minimizar” el impacto de las operaciones aliadas contra esos trenes, recogiese ese material y lo repartiesen ellos mismos. El propio Gobierno del Tercer Reich sería el responsable de entregarles a sus ciudadanos cada mañana la propaganda de los Aliados. Además el plan contaba con el plus de sabotear las ya caóticas y mermadas vías de comunicación alemanas.

Organización

La Operación Cornflakes, a la que se dio ese nombre por la costumbre alemana de repartir el correo a la hora del desayuno, presentaba una multitud de ventajas sobre los lanzamientos de propaganda convencionales, pero también requería mucho más trabajo de campo sobre el terreno. Los integrantes de la OSS debían obtener información sobre el sistema de trabajo del servicio postal, así que se interrogó a aquellos prisioneros de guerra de los que se tenía constancia de su pasado como trabajadores de ese servicio sobre cuestiones que iban desde los matasellos empleados a la forma en la que se suponía que se cerraban las bolsas para ser repartidas. Sobre el terreno los espías y simpatizantes de los Aliados conseguían información sobre sellos, matasellos, sobres, sacas de correo,…, y en Roma los agentes de la OSS obtenían nombres y direcciones postales de personas alemanas de diferentes guías telefónicas.Todos esos aspectos de las cuestiones relativas al servicio postal, fueron replicados hasta el más mínimo de los detalles, y además se crearon otro tipo de materiales típicamente subversivos que se incluirían dentro de los sobres que se iban a repartir. Los falsificadores crearon una réplica del sello de correos estándar, en el cual en lugar de la efigie de Adolf Hitler se veía un retoque que mostraba la calavera del dictador y se había sustituido la frase “Imperio Alemán”, (Deutches Reich), por “Imperio Arruinado”, (Futches Reich).Una vez averiguados todos los pormenores y obtenida toda la información necesaria los miembros de la OSS se dispersaron por diferentes ciudades europeas para poner en marcha la Operación. Un grupo, en Roma, preparaba sobres con más de dos millones de nombres y direcciones de personas alemanas, y remitentes tales como firmas bancarias, de negocios ó de seguros, a un ritmo de unos 15.000 sobres por semana. Entretanto otros dos grupos, en Inglaterra y en Suiza, se dedicaban a la impresión de periódicos de propaganda, cartas y sellos falsificados. En este punto hay que resaltar que la neutralidad Suiza llegó a constituirse en un verdadero problema para los agentes de la OSS. Con el Ejército Alemán en sus fronteras, las autoridades suizas no querían afrontar las consecuencias de alojar, aunque fuera de manera involuntaria, a agentes de la inteligencia de los Aliados, por lo que constantemente y cada vez que eran detectados, se les intentaba deportar de una manera rápida y contundente.

Ejecución

Entre el 4 de febrero de 1945 y el 15 de abril de 1945, los aviones Lockheed P-38 “Lightning” pertenecientes al 14º Grupo de Combate de la 15ª Fuerza Aérea, llevaron a cabo 20 salidas con 320 sacas de correo “alemanas”, que iban dentro de las carcasas de varias bombas especialmente diseñadas. Dentro de cada saca de correos había 300 cartas falsificadas, con copias del periódico de propaganda subversiva aliada “Das Neue Deutschland”, (La Nueva Alemania), así como otros materiales de propaganda impresos por la Sección de Operaciones para la Moral de la OSS en Roma, como un panfleto en el que se recogían los “10 Mandamientos para los austriacos”, (Zhen Gebote für Österreicher). Un detonador especial incluido en cada bomba y conectado al panel de control del piloto del P-38, hacía que, al ser activado, se desprendiese la parte superior de la bomba, liberando la saca de correos y dejando la bomba adosada al fuselaje del avión. Esas mismas bombas serían “lanzadas” a unos cientos de metros del objetivo principal, explotando, y evitando dejar rastros del primer “lanzamiento inerte”. Uno de los ejemplares de La Nueva Alemania lanzados durante la Operación Cornflakes. El objetivo era debilitar la voluntad de los soldados de la Wehrmacht y de los civiles para que no continuasen una lucha que iban a perder y convencer a la población en general de la existencia bien organizada de grupos de resistencia anti-nazi bien relacionados con el mundo de la banca y los negocios.

Bajo la cobertura de la “Imprenta Staderini” en Roma, el Destacamento de Operaciones para la Moral Nº 6 de la OSS, integrado por el Teniente Marcel Robich y los Sargentos Alfio D’urso y Nick Los, todos ellos del Ejército de los Estados Unidos, además de dos trabajadores civiles y ocho soldados italianos para labores de seguridad, empezaron los trabajos para poner en marcha la Operación.De esta manera, el 5 de febrero de 1945 los aviones del 14º Escuadrón bombardearon un tren que se dirigía a la ciudad austriaca de Linz, deteniendo el convoy. Minutos después una segunda escuadrilla de aviones lanzaba ocho sacas de correos cada una de ellas con 800 cartas preparadas por el Destacamento Nº 6. Posteriormente y hasta el 16 de abril, se llevaron a cabo otras 19 misiones dentro de la Operación Cornflakes bombardeando trenes en los alrededores de Amstetten, Ybbs, Viena, Pilsen, Regensburg, Gmund, St. Poelten, Múnich, ó Ried. Al final se lanzaron 320 sacas, con una media de 300 cartas cada una de ellas. Se repartieron casi 96.000 piezas de propaganda.

Fracaso

Aunque la Operación Cornflakes se prolongó hasta el 16 de abril de 1945, la misión decisiva, y que da al traste con la operación, se produce un mes antes. El 16 de marzo de 1945. Ese día, y poco después del bombardeo de un tren en las proximidades de St. Poelten, efectivos de la oficina del servicio postal que estaban recuperando el correo, entre el que se encontraba el preparado por la OSS, para poder repartirlo con normalidad de acuerdo a las órdenes recibidas observan algo “raro” en uno de los sobres. El remitente de uno de esos sobres figura como “Wiener Giro und Cassenverein”. La palabra correcta en alemán sería “Kassenverein”. Los miembros del servicio de correos alertan a las autoridades que deciden abrir el sobre y se encuentran con el envío de material subversivo dentro del sobre. El error tipográfico cometido en uno de los 15.000 sobres semanales que se prepararon en el desarrollo de la operación, y el ojo de lince de un empleado del servicio postal alemán acabaron de forma prematura con la Operación Cornflakes.

Fuentes