Paradigma

Paradigma
Información sobre la plantilla
Paradigma.jpg
Modelo o patrón a seguir

Paradigma. Desde finales de la década de 1960 se conoce como un modelo o patrón en cualquier disciplina científica u otro contexto epistemológico. El concepto fue originalmente específico de la gramática; en 1900 el diccionario Merriam-Webster definía su uso solamente en tal contexto, o en retórica para referirse a una parábola o a una fábula.

Conceptualización

En lingüística, Ferdinand de Saussure ha usado paradigma para referirse a una clase de elementos con similitudes. El término tiene también una concepción en el campo de la psicología refiriéndose a acepciones de ideas, pensamientos, creencias incorporadas generalmente durante la primera etapa de vida que se aceptan como verdaderas o falsas sin ponerla a prueba de un nuevo análisis.

Paradigmas

  • En los años 60 surgieron los paradigmas de la deducción, procesamiento y racionalidad.
  • En los años 70 fueron los paradigmas de la información, sistema y realidad.
  • En los años 80 surgieron los paradigmas de la interactividad, diálogo e intimidad.
  • En los años 90 surgen los paradigmas de las redes, comunicación y socialización.

Años 60: Deducción, procesamiento y racionalidad

Originalmente la computación aparece acuñada por el paradigma de la deducción que nuclea una tradición cultural de 500 años de ilustración. Pensadores como Ramón Llull (1270) y Leibnitz (1666) ya concebían máquinas deductivas que a partir de las elementales verdades primarias serán capaces de deducir, por simple cálculo mecánico, aquellas complejas verdades derivadas que en la práctica cotidiana nos interesan.

Estas máquinas por supuesto no llegaron a existir, pero si se puede decir que este paradigma al menos reorganizó el sustrato formal en que originalmente pretendió basarse: las matemáticas y, en particular, la lógica.

El paradigma de la deducción lógica apenas sufrió algún cuestionamiento de eruditos a partir de las limitaciones que plantearon los Teoremas de Incompletitud de Goedel y, en el ámbito de la propia lógica, de Tarski. Este paradigma prácticamente incuestionado, culturalmente en pleno apogeo, normó los inicios de la computación.

Los cambios paradigmáticos que en computación siguieron al del cálculo no pueden sin más atribuirse a un darse cuenta consiente de las limitantes mencionadas. Hacia finales de siglo la lógica se había matematizado y parecía orientar y reorganizar sobre bases seguras a todas las matemáticas y, a través de ellas, a todo el conocimiento relevante. Este paradigma de la deducción lógica apenas sufrió algún cuestionamiento de eruditos a partir de las limitaciones que plantearon los Teoremas de Incompletitud de Goedel y, en el ámbito de la propia lógica, de Tarski.

Este paradigma no sólo sigue vigente, sino que está presente en muchos de los más nuevos desarrollos como el de la inteligencia artificial que apuesta por sistemas expertos o incluso en campos tan extraños como el de las redes neuronales.

Años 70: Información, Sistema y Realidad

En los años 70 surgen los paradigmas del orden y la información. El orden como concepto nucleante da lugar al ordenador pero también a la noción de sistema que invade, con muy diferentes connotaciones, el campo. A diferencia del cálculo, estas nociones son estructurales, estáticas: el trasfondo es más bien el espacio que el tiempo de computación.

Es la era de los grandes computadores mainframe que por primera vez permiten enormes almacenes de datos, almacenes que hay que ordenar de manera que correspondan a la realidad, lo que ya implica visualizar realidad y almacenes como sistemas. Es el momento en que predominan las grandes bases de datos que en primer lugar pretenden captar toda la realidad, así como es, sin plantearse a priori la cuestión del uso específico y deductivo de estas bases.

Ahora, para que esta forma de proceder resultara convincente, era necesario no sólo poder confiar en la potencialidad calculadora del computador, sino además entender que la realidad esencialmente puede ser captada por un Sistema de información, sistema que está constituido por átomos de información, átomos que se pueden captar, representar, transmitir, procesar, emitir. En una palabra todo puede codificarse informáticamente.

Aquí lo fundamental es la hipótesis del orden que produce información: el que el orden de un sistema real, y por lo tanto lo esencial de este sistema, se pueda captar como orden simbólico y que un buen orden de este tipo entregará más información sobre el sistema real: la representación del sistema capta, de acuerdo a este paradigma, la realidad del sistema. En definitiva podemos afirmar que un buen orden interno corresponde a un gran potencial de trabajo externo.

En el paradigma de la deducción se entendió que el input era de casi trivialidades y que el razonamiento hacía emerger las verdades importantes. Ahora no hay output sin un input que sea causa de el. Nada emerge de la nada. Además, a diferencia del hombre racional que acompañó al paradigma de la deducción, aparece ahora como ideal el hombre informado, ordenado y realista, el sabio que ha acumulado conocimiento. Aparte se elimina todo aquello que no compagina con este orden, es decir lo caótico, lo vivencial.

Este paradigma sigue vigente y vivo, buscando nuevas formas de acomodarse. Sin embargo creo que, como el primero, ha debido aceptar sus limitaciones y, dejar la iniciativa a nuevos paradigmas. Por ejemplo, cada vez más pensamos que las bases de datos de una empresa debieran estar constantemente cambiando -no solo sus datos, también su estructura- y sin embargo la empresa, el sistema real, sigue siendo el mismo.

Años 80: Interactividad, Diálogo e Intimidad

La primera relativización del paradigma del orden se concretiza con el advenimiento, en los 80, de los computadores personales que, como lo promociona su designación, reintroducen el sujeto entre el input y el output, relativizando la mecánica universal y la disponibilidad de la realidad objetiva.

La interactividad progresó convirtiéndose en diálogo hombre-máquina; o el diálogo fue culturalmente cada vez más asimilado al paradigma de la comunicación hombre-máquina.

Es la época del hombre-usuario lúdico, inventivo, del hacker, del postmoderno que redescubre la intimidad, que (sobre-) simplifica el discurso refugiándose en esa intimidad.

Años 90: Redes, Comunicación y Socialización

Ya no es el diálogo íntimo, la interactividad hombre-máquina, lo que orienta la praxis computacional, sino el diálogo social, la comunicación hombre-hombre-vía máquina. Se tiene entonces un paradigma emergente que por lo arriba dicho será muy interesante de observar. Pero obviamente no es el único, sino aquel que llama más la atención. Hay muchos otros puntos de vista novedosos que intentan hacer valer sus visiones de la computación.

Fuentes