Parque Nacional Tatras Eslovacos

Parque Nacional Tatras Eslovacos
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Una vista del parque.
Localización
ContinenteEuropeo
País(es)Bandera de Eslovaquia Eslovaquia
Características
Superficie738 km²

Parque Nacional Tatras Eslovacos. Es uno de los nueve Parques Nacionales de Eslovaquia. Situado en Eslovaquia central del norte en las montañas de Tatra. Este parque protege la zona de los Tatras Occidentales (Tatry Západní) y los Tatras Orientales (Tatry Vychodne).

Características

El parque nacional tiene una superficie de 738 km² y la zona de amortiguamiento alrededor del parque tiene una superficie de 307 km², 1.045 km² en total. El parque cuenta con 600 km de rutas de senderismo y 16 marcados y mantenidos senderos para bicicletas. El pico más alto de Eslovaquia, Gerlachovský štít (2.655 m) está situado aquí. El parque es importante para la flora y la fauna debido a sus muchas especies endémicas, incluyendo la gamuza Tatra

Historia

El parque fue creado el 1 de enero de 1949, y es el parque nacional más antiguo de Eslovaquia. En 1987, los Tatras Occidentales estaban afiliados al Parque Nacional. En 1993, el Parque se convirtió en una parte de la UNESCO sobre el Hombre y la Biosfera. Las áreas del parque y su zona de amortiguamiento se ajustaron en 2003. Desde 2004, el Parque Nacional pertenece a la red ecológica Natura 2000.

Geografía

La parte oeste del Parque, se encuentra en la Región de Žilina y la parte este en la Región de Prešov. El parque nacional Tatra está ubicado en la zona de los Tatras Occidentales (Zapadne Tatry) y los Tatras Orientales (Vychodne Tatry). El Tatra Occidental se dividen en Osobitá, Roháče, vrch Sivy (literalmente Montaña Gris), Liptovské Tatry (Liptov Tatras), Liptovské Kopy, Červené vrchy (Montañas Rojas). Los Tatras Orientales consisten en Altos Tatras (Vysoké Tatry) y Belianske Tatras (Tatry Belianske).

Diversidad alpina

Uno de los rasgos que hacen tan atractivo este parque nacional es la gran abundancia de picos que superan los 2500 m; 25 en total. El Alto Tatras es uno de estos raros rincones de Europa fuera de los Alpes que conserva características alpinas, y la vívida paleta topográfica que da la bienvenida a sus futuros visitantes se reparte por cinco zonas de contraste.

Están los valles de los 700-800 m de altura; los oscuros hayedos de los Cárpatos o bosques de abetos que se encaraman hasta los 1500 m; las extensiones de color verde pálido de kosodreviny o pino enano, presentes entre los 1500 y los 1700 m; los pastos de gran altitud o luky, que pueden llegar hasta los 2000 m y, a partir de los 2000 m hasta las cimas de las montañas se halla la yerma franja de tatry, salpicada de tarns (lagos de origen glaciar), un terreno rocoso de cuyo nombre se cree que proviene la palabra ‘Tatras’.

Al estar estas zonas tan próximas entre sí, cualquier paisaje puede englobar los grises, blancos y negros del tatry; el azul intenso de los tarns y toda la gama de verdes de los luky, los kosodreviny y los bosques de la parte baja. En una sola excursión es posible recorrer los cinco ecosistemas en pocas horas.

También alberga a un sinfín de animales, incluidos tres de los ‘Cinco Grandes’ de Europa. El oso pardo, el lobo y el lince eurasiático.

Lobo europeo

Además, el prolongado trabajo de conservación ha conseguido mantener el entorno en un estado excepcionalmente prístino: las autoridades de las partes eslovaca y polaca de las montañas se unieron para crear la primera región transfronteriza protegida del mundo a principios de los años cincuenta.

Excursiones y escaladas

Ruta excursionista

Cuenta con una combinación de rutas rojas (complicadas o de larga distancia), azules (intermedias) o verdes y amarillas (interconectadas) que se extienden por las laderas. Las travesías de varios días son muy tentadoras gracias a la buena distribución de los refugios de montaña, a intervalos que más o menos se corresponden con las etapas diarias. Los refugios sirven platos tradicionales y el alojamiento puede resultar más sofisticado de lo que cabría esperar, dada su remota ubicación en medio de la nada.

El auténtico rito de paso es la Tatranská Magistrala, una ruta de 45 km que se completa en tres días y que serpentea, escarpada, por toda la cordillera por debajo de los picos más altos, a una altura de entre 1200 m y 2000 m.

Quien no tenga el tiempo o las ganas de completar la ruta entera, puede optar por uno de sus tramos más panorámicos: el lago Štrbské pleso, una ruta boscosa de ida y vuelta de tres horas que emerge de entre los árboles para dar la vuelta por el lago Popradské pleso. Allí hay un refugio de montaña que ofrece bebidas calientes mientras sobre él se cierne el ascenso al Sedlo pod ostrvou. Se regresa por el simbolický cintorin, monumento que recuerda a toda la gente que ha perdido la vida en estas montañas.

La mayoría de las rutas largas conllevan tramos donde hay que trepar duro, pero si se quiere subir la apuesta y optar por la escalada seria, existen ascensos sublimes. Para los más complicados es obligatorio contar con un guía de Mountain Pro Guiding o registrarse antes en la Slovak Mountaineering Association.

Peculiaridades de su fauna

Se pueden hallar algunos de los últimos grandes carnívoros europeos, que campan libres por la zona, contando con una visita guida. Aquí se organizan circuitos de observación de osos entre junio y octubre, además de variadas actividades que incluyen rutas en trineos tirados por perros, de diciembre a marzo, para capitanear a un equipo de huskies; y también skijöring, para esquiar tirado por un caballo. Otros animales de la zona son la gamuza de Tatra, una cabra de montaña con una cornamenta curva muy característica, y la marmota alpina, un roedor cuyos silbidos resuenan entre las rocas.

Cuevas y desfiladeros

La región también ofrece el disfrute de las estalactitas de la Belianska jaskyňa, una cueva espectacular cerca de Tatranská Kotlina con un circuito de 1,5 km por sus formaciones rocosas y sus lagos subterráneos.

Atracción subterránea

Desde el flanco este del Alto Tatra hay 30 km hasta el corazón de otro parque nacional que queda justo al este, Pieniny. Allí se descubre una de las actividades más curiosas de la región. En un desfiladero en Červený Kláštor es posible embarcarse en una balsa tradicional de madera pilotada por personajes ataviados con trajes folclóricos que navegan el río ayudándose con largas pértigas con la presencia de rápidos a intervalos regulares.

Idiosincrasias culturales

Personalidades como Franz Kafka visitaron antaño esta zona, pero los residentes más interesantes del Alto Tatra hoy en día son el pueblo góral. Fieles a sus raíces pastorales tradicionales, viven en comunidades como las de Ždiar, famosas por sus casas de madera pintadas de vivos colores, y destacan por su patrimonio musical y sus vestidos tradicionales, decorados con ricos bordados.

Fuentes