Pedro Francisco Bonó Mejía
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Pedro Francisco Bonó Mejía (1828-1906). Intelectual y patriota dominicano. Inició los estudios sociológicos de la realidad y la historia dominicanas. Como político fue defensor de la soberanía nacional y de la participación democrática del pueblo.
Inicios
Nació en la ciudad de Santiago, en el seno de una familia de comerciantes. Desde su niñez hasta su juventud vivió en Puerto Plata. Volvió a Santiago, donde permaneció hasta 1865, cuando fijó su residencia en el poblado de San Francisco de Macorís, donde murió en 1906.
Trayectoria
Desde su juventud desempeñó importantes responsabilidades públicas en la provincia de Santiago: fiscal (1851), diputado al Congreso (1854), procurador fiscal del Tribunal de Justicia Mayor (1855) y senador (1856); renunció a su curul para fungir como abogado defensor público (1856-1857); responsable de la Comisión de Interior y Policía en el Gobierno revolucionario de julio de 1857; diputado al Congreso Constituyente de Moca (1857-1858) que produjo la constitución más liberal del siglo XIX.
Salió exiliado hacia los Estados Unidos en 1858 a consecuencia del retorno de Santana al poder, quien suprimió la República en 1861. En el Gobierno restaurador (1863-1865) Bonó fue ministro de Guerra, Relaciones Exteriores y provisionalmente ocupó la cartera de Hacienda; renunció tras el golpe de Estado contra Salcedo (1864). Fue ministro de Justicia e Instrucción Pública y encargado de Relaciones Exteriores (1867) en el Gobierno de José María Cabral y Luna; renunció en diciembre de ese año tras un ejemplar y patriótico desempeño.
Labor
Ejerció la medicina práctica y como abogado de pobres; asimismo se dedicó a la destilación de alcoholes, cuyos beneficios utilizó con fines filantrópicos. Durante los Seis Años de Báez, fue obligado a aceptar la alcaldía de San Francisco de Macorís, donde sufrió las presiones del dictador para que apoyara la anexión a los Estados Unidos. Viajó a Europa en 1875, donde profundizó sus estudios. Aceptó el cargo de Inspector de Agricultura de la provincia de la Vega (1876) por su amistad con el presidente Espaillat, aunque rehusó sueldo alguno. Más adelante, Gregorio Luperón y otros líderes del nacionalista partido azul le ofrecieron la candidatura a la presidencia de la República, que rechazó en cuatro oportunidades entre 1881 y 1886.
De esta época son sus escritos más importantes: Apuntes sobre las clases trabajadoras dominicanas (1881), Opiniones de un dominicano (1884), La República Dominicana y la República Haitiana (1885) y Congreso extraparlamentario (1895). Su obra se caracteriza por la penetrante mirada sobre la realidad dominicana, la cual analizó con todas las herramientas de la filosofía social de la época; en sus estudios abarcó la vida cotidiana y las estructuras sociales, llegando incluso a postulados inspirados en el socialismo utópico. En ensayos de gran relieve criticó la organización política del país por servir para el despotismo y deploró el escaso patriotismo de las que llamó “clases directoras”; por el contrario, alabó la suficiencia de las clases trabajadoras, aunque censuró su pasividad en la defensa de la democracia debido a su carácter individualista. Rechazó la ideología del progreso, que denunció como pretexto para despojar a los trabajadores, así como la expansión del cultivo de la caña de azúcar y del cacao, los cuales calificó como cultivos “oligarcas”. Propuso vías para afianzar el desarrollo democrático compatible con la equidad social.
Obras publicadas
- El Montero (1856)
- Apuntes para los Cuatro Ministerios de la República (1857)
- Apuntes sobre las Clases Trabajadoras Dominicanas (1881)
- Congreso Extraparlamentario (1895)
- Epistolario
- Ensayos Sociohistóricos
- Actuación Pública
- Papeles de Pedro Francisco Bonó (Obras Completas recopiladas por Emilio Rodriguez Demorizi 1963)
Véase También
Fuentes
