Petra (mascota paralímpica)

Petra
Información sobre la plantilla
Personaje de Ficción
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Mascota Paralímpica de Barcelona 1992
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CreadorJavier Mariscal
Fecha de surgimiento1984
NacionalidadEspañola


Petra , la mascota Paralímpica, fue diseñada por Javier Mariscal para los Juegos de Barcelona 1992 junto al perro Cobi.

Significación

Su diseñador dijo que había hecho este personaje femenino porque tenía que representar un papel más reivindicativo. La validez de esta mascota proviene de las limitaciones gráficas claramente perceptibles que tiene, le faltan los brazos, que aunque son conocidas son superables. Petra transmite simpatía y alegría y con su personalidad simboliza la voluntad, el esfuerzo y el compañerismo que caracterizan los Juegos Paralímpicos. Con sus proporciones sensibilizadoras, es una mascota que cumple perfectamente su función y además se trata de una solución estética muy impactante.

Historia

La figura de Petra, una chica sin brazos, amiga y compañera de Cobi, un perro diseñado por el mismo artista como la mascota de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, estuvo diseñada bajo la misma línea estética del perro, pero con un claro objetivo: servir de referente para las Olimpiadas Paralímpicas de Barcelona 1992.

Inseparables Petra y Cobi en sus animadas aventuras.

Éxito comercial

El diseñador pretendía crear un símbolo que tuviera vigencia durante los juegos de la Olimpiada, pero consiguió crear mascotas que todavía hoy perviven en la mente de muchos. Esa simbiosis de Cobi junto a Petra en una mezcla de complicidad y optimismo trasmite un mensaje profundamente humanista y universalmente válido, el perro humanizado y la niña cuyas limitaciones físicas no constituyen una barrera a sus sueños haciéndolos realizables se levantan en la historia de las mascotas olímpicas como un arquetipo. Este rotundo éxito se debe a que las mascotas diseñadas por Mariscal están pensadas sobre la base de tres dimensiones: simbólica, estética y económica.

Serie filatélica Petra en las Olimpiadas de Barcelona, 1992.

Se cuidó hasta el último detalle a la hora de elegirlas y se tuvieron en cuenta todas las perspectivas posibles de aplicación. Los medios televisivos, los comic, la filatelia y el resto de los audiovisuales jugaron su papel en cuanto a promoción y divulgación se refiere, pero lo que queda claro es que en Barcelona se cuidó hasta el mínimo detalle en la elección de la mascota olímpica y, aún así, resultó polémica. El resultado del concurso en el que participaron seis importantes artistas (J. Mariscal, Amat, Beaumont, Capdevila, Peret y Petit), algunos de los cuales presentaron más de una alternativa, tuvo que deliberar mucho antes de elegir a Cobi y a Petra. El jurado y las personas implicadas en la organización de los Juegos consideraban que los símbolos de Barcelona debían representar una primera demostración de la calidad de diseño de la ciudad y sobre todo la aplicación de las formas de vanguardias. En un principio la crítica generalizada contra el diseño de Mariscal hizo pensar al jurado, incluso desde el propio Ayuntamiento de Barcelona se lanzaron críticas a las mascotas, pero lo que estaba claro es que Cobi y Petra iban a ser un triunfo tanto en el mundo del diseño como en el comercial y el de la simbología después de la adaptación que hizo Xavier Trias para que el símbolo pudiera ser cien por cien comercial.

Fuentes