Playa papakolea

playa de arena verde
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 de Isla de Hawái
Superficie 
Arena verde papakolea.jpg


Playa papakolea: También conocida como Green Sand Beach o Mahana Beach, es una playa de arena verde.

Ubicación geográfica

Situada cerca de South Point, en el distrito Ka'u de la isla de Hawái.

Descripción

El color de la arena verde olivo proviene de la presencia de una piedra semipreciosa de color verdoso, llamada olivino que proviene del cono de cenizas de Pu'u Mahana, un volcán de 49.000 años de antigüedad en el suroeste de la grieta de Mauna Loa, en contra de donde se encuentra la playa.

Surgimiento

La fuerza erosiva de las olas del océano en la base del cono de cenizas del Pu'u o Mahana ha extraído olivinas fuera de la ceniza y las ha depositado en la playa, dando a la arena un tinte verde.

Pu'u Mahana estalló hace 49.000 años. Desde entonces, el cono de ceniza se ha derrumbado parcialmente y ha sido erosionado por el mar. El cono de ceniza es rico en olivino, un mineral de silicato que contiene hierro y magnesio. El olivino es un componente mineral común de las lavas de Hawái y uno de los primeros cristales que se enfría para formar el magma. El olivino es conocido localmente como "Hawaiian Diamond" y se encuentra en particular en el famoso volcán Diamond Head de Oahu.

El olivino es más denso y más resistente que otros cristales de arena, por lo que tiende a acumularse en la playa mientras que la arena volcánica habitual es arrastrada por el mar. Aunque estos cristales son finalmente lavados, así, la constante erosión del cono de cenizas asegura un suministro constante de arena en el futuro previsible. Con el tiempo, el suministro se agotará y la playa se verá como cualquier otra.

Acceso

Para llegar hasta Papakolea no es nada sencillo, pues se encuentra en un terreno con poco desarrollo en la base del Pu’u O Mahana, ahí se deben caminar 5 kilómetros por unos campos de lava solidificada que carecen de señalización. Además, en esa zona de la isla soplan fuertes vientos.

Sin embargo, la recompensa al final del camino es enorme: una playa verde casi irreal rodeada de acantilados y rocas afiladas. Al atardecer, el juego de colores de la luz del sol sobre la arena es simplemente impresionante. Tampoco se recomienda bañarse aquí, debido a las fuertes corriemtes oceánicas. En resumen, este es uno de esos lugares en los que todavía la naturaleza impone sus normas de forma estricta y saltárselas puede resultar ciertamente peligroso.

Fuentes