Plaza de los Treinta y Tres Orientales (San José)

Plaza de los Treinta y Tres Orientales
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Plaza)
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Descripción
Tipo:Plaza
Localización:Entre las calles 18 de Julio y Asamblea
Datos de su construcción
Inicio:1783

Plaza de los Treinta y Tres Orientales. Una de las plazas de la ciudad de San José de Mayo. Recuerda a los 33 hombres que pelearon para liberar al Uruguay. En su centro cuenta con un monumento de la Pirámide de La Paz de Abril.

Motivos de la construcción

La idea de su construcción comienza en el siglo XVIII, cuando se ideó el plano de la ciudad y se la pensó como un lugar en torno al cual, se levantaran varios de los edificios importantes de San José de Mayo.

Historia

Obelisco en la Plaza de los Treinta y Tres.

Fue delineada durante el proceso fundacional de la Villa a finales del siglo XVIII. Allí se instalaron principalmente familias asturianas que venían con la intención de poblar el Nuevo Mundo, alentados por los rumores que circulaban en España a propósito de la riqueza de las tierras del Río de la Plata y el porvenir que podría conseguir quien las trabajara.

El rasgo distintivo del lugar, dentro de los márgenes de la plaza, aparecería un siglo después. En 1873 fue inaugurada la Pirámide a la Paz de Abril de 1872, un monumento erigido en homenaje a la paz conseguida a la salida de “Revolución de las lanzas”. A través de ella, blancos y colorados se comprometieron por primera vez a coparticipar en el gobierno y los blancos accedieron a las “Jefaturas Políticas” de 4 departamentos –entre ellas San José-. La responsabilidad de sacar adelante esta obra fue asumida por toda la población que recolectó los fondos para levantar el monumento, y lo encargó al artista italiano Juan Ferrari.

El obelisco que rememora el día en que se terminó la guerra de Timoteo Aparicio con el gobierno de Lorenzo Battle, está compuesto de 13 bloques de granito –uno en representación de cada departamento en ese momento- que descansan sobre 4 balas de cañón que simbolizan a la fuerza militar reducida. Completan la escena 4 ángeles – el comercio, las artes, la industria y las letras- y 4 leones que sostienen un escudo en el que aparecen las fechas patrias de la República. Sobre el mármol del monumento puede leerse una leyenda que resume el espíritu que animó a la construcción de la pirámide: “Todos los orientales renuncian a la lucha armada y someten sus respectivas aspiraciones a la decisión del país consultado con arreglo a la Constitución y a las Leyes”.

Entorno

Teatro Macció

En una de las esquinas de la plaza se encuentra el Teatro Macció, una verdadera joya arquitectónica de la ciudad y uno de los centros culturales más importantes del país. Fue levantado por Filomena Savetto, quien ejecutó una decisión que había tomado su esposo, el hacendado Don Bartolomé Macció, fallecido en 1900. Según recogen las crónicas de la época, la inauguración tuvo lugar el 5 de julio de 1912 en una noche bastante inhóspita. El público enfrentó el temporal bajo los paraguas para no perderse detalles de la ceremonia y la llegada de los carruajes que transportaban a los invitados hasta el teatro. El primer espectáculo en la historia del Macció, estuvo a cargo de la Orquesta Nacional dirigida por el Mtro. Luis Sambucetti. Luego, recibiría la visita de artistas como Francisco Canaro, Enrique Santos Discépolo, Tita Merello, Atahualpa Yupanqui, Alfredo Zitarrosa, Norma Aleandro, Antonio Gasalla y hasta Carlos Gardel, quien ofreció allí su último recital en suelo nacional antes de morir en un accidente de avión en Medellín.

Basílica Catedral de San José de Mayo

También frente a la plaza se ubica la Basílica Catedral de San José de Mayo, un templo de estilo neoclásico construido entre 1857 y 1874, y declarado monumento histórico el 2 de octubre de 1990. Entre sus maravillas arquitectónicas, se destacan desde la plaza sus campanas –una de ellas pesa más de tres toneladas-, que pueden escucharse de hasta varios kilómetros a la redonda, y el reloj suizo, inaugurado en 1900 y construido por la misma fábrica que trabajó en el Big Ben. Juntos, marcan el ritmo de la ciudad y marcarán el ritmo de “Las Vigilias del Bicentenario” cuando anuncien la medianoche y todas las fiestas en simultáneo entonen “A Don José”, acompañando el canto del dúo Larbanois-Carrero.

Fuentes