Principales indicadores del funcionamiento familiar

Principales indicadores del funcionamiento familiar
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Concepto:La familia, como categoría histórica social y psicológica, se construye de su historia, la cultura que la antecedió y asume el contexto social donde le corresponde formarse y desarrollarse.

Principales indicadores del funcionamiento familiar: La familia es una institución, entendida ésta como cualquier manifestación de suficiente entidad dentro de la sociedad, no es un organismo perecedero, manipulable por el simple capricho, por el contrario está asentada en firmes raíces alimentadas por su devenir histórico y la civilización. Para entender su naturaleza jurídica habría que situarla en el contexto social adecuado

Importancia

En el Código de la Familia en Cuba dice que : La familia constituye el centro de las relaciones en la vida en común y satisface hondos intereses afectivos y sociales de las personas, Al aumentar el ritmo de la vida, la familia se hace cada vez más necesaria para la satisfacción de las necesidades espirituales del hombre.

La familia, como categoría histórica social y psicológica, se construye de su historia, la cultura que la antecedió y asume el contexto social donde le corresponde formarse y desarrollarse. Su estructura está influenciada por los cambios que se producen en el sistema sociopolítico y económico, al mismo tiempo que conforma su psicología individual y como grupo, en esa institución que crea.

Como en todo sistema, en la familia hay una combinación de componentes, que son sus miembros; pero existen además componentes de naturaleza espiritual, como son los sentimientos, valores, actitudes, etc., de sus integrantes, y otros elementos de naturaleza material que son utilizados en la satisfacción de sus necesidades, como son la vivienda, los equipos electrodomésticos, etc.

Es de gran importancia conocer las características de los miembros del grupo familiar (edad, escolaridad, sexo, ocupación, etc.), para poder determinar en qué medida las propiedades de la familia dependen de su composición. Pero se debe destacar que en la familia, como en todo grupo organizado, hay ante todo relaciones. Por lo que si se desea intervenir en el grupo familiar para tratar de modificar elementos del modo de vida que resultan perjudiciales para la salud, es necesario conocer no solo las características de sus componentes, sino que resulta indispensable, saber cómo interactúan los miembros dentro del grupo familiar, sus relaciones, pues son estas las que mantienen el sistema.

La familia como todo sistema tiene una estructura, ésta se refiere a la organización interna, al modo en que interactúan sus integrantes. La estructura desempeña un importante papel en el sistema, si no existen vínculos estables, interacción entre sus integrantes, como ya se ha planteado, la familia deja de existir como sistema. Una dimensión importante en la estructura son los subsistemas que la conforman, en este caso son los integrantes de la familia, pues para intervenir orientando a la familia en la solución de conflictos que afectan la salud de este grupo, se debe conocer cómo interactúan, es decir, cómo se relacionan los subsistemas; por ejemplo, la relación entre los cónyuges, o la relación entre el subsistema conformado por los cónyuges y el de los hijos, etc.

La estructura familiar se modifica con el transcurso de los años como un proceso natural, especialmente la jerarquía, la cual se va modificando en la medida que los hijos crecen, a este proceso se le denomina ciclo vital familiar, en el se dan períodos de estabilidad y otros de agudas crisis, propias del desarrollo.

La familia debe en cada uno de estos momentos de cambio, buscar el equilibrio y adaptarse a las nuevas condiciones, esto le permitirá fortalecerse como grupo y evitar que aparezcan tensiones perjudiciales para sus integrantes, por ejemplo, con la muerte de uno de sus miembros las funciones deben reajustarse, de forma que se mantenga. En cuanto al aspecto funcional del sistema, la familia cumple con determinadas funciones como grupo: la biosocial, la económica y la cultural – espiritual, pero estas son el resultado del funcionamiento de sus miembros.

Como todo sistema de orden social, la familia está interrelacionada con otros sistemas. La familia es un sistema abierto que intercambia energía e información con su medio. La familia constituye la célula básica de la sociedad, “constituye un microsistema funcional sujeto a leyes y normas que responden a las necesidades internas del grupo y a su vez refleja la realidad externa”

La sociedad, la familia y el individuo se están influyendo y condicionando recíprocamente, la relación entre ellos tiene un carácter dialéctico, pero el papel determinante lo tiene la estructura socioeconómica de la sociedad. La familia ha evolucionado a lo largo de todo el desarrollo histórico – social, se fue modificando en la medida que lo hacía la base económica de la sociedad, cada Formación Económico – Social ha determinado las leyes normas y valores sociales que repercuten directamente en el funcionamiento familiar.

El medio social influye notablemente en el funcionamiento y desarrollo de la familia como grupo, pero al analizarlo dialécticamente se reconoce que estas influencias se refractan a través de las propiedades internas del sistema familiar, es decir, a través de su estructura y funcionamiento.

Funciones básica de la familia

La familia como grupo social debe cumplir 3 funciones básicas que son: la función económica, la biológica y la educativa, cultural y espiritual y es precisamente éste uno de los indicadores que se utilizan para valorar el funcionamiento familiar, o sea, que la familia sea capaz de satisfacer las necesidades básicas materiales y espirituales de sus miembros, actuando como sistema de apoyo.

A la hora de hablar de funcionamiento familiar se encuentra que no existe un criterio único de los indicadores que lo miden. Algunos autores plantean que la familia se hace disfuncional cuando no se tiene la capacidad de asumir cambios, es decir, cuando la rigidez de sus reglas le impide ajustarse a su propio ciclo y al desarrollo de sus miembros. Otros autores señalan como características disfuncionales la incompetencia intrafamiliar y el incumplimiento de sus funciones básicas.

Indicadores para medir funcionamiento familiar

  1. Cumplimiento eficaz de sus funciones: (económica, biológica y cultural-espiritual).
  2. Que el sistema familiar permita el desarrollo de la identidad personal y la autonomía de sus miembros: Para hacer un análisis de este indicador hay que tener en cuenta los vínculos familiares que intervienen en la relación autonomía -pertenencia. En muchos casos familiares, para mostrar lealtad, hay que renunciar a la individualidad y este conflicto se puede ver tanto en las relaciones padre -hijo, como en las de pareja o sea generacionales e intergeneracionales. Cuando la familia exige una fusión o dependencia excesiva entre sus miembros limita la superación y realización personal e individual de éstos, pero por el contrario, cuando la relación familiar es muy abierta y defiende mucho la individualidad, tienden a anularse los sentimientos de pertenencia familiar. Para que la familia sea funcional hay que mantener los "límites claros" (fronteras psicológicas entre las personas que permiten preservar su espacio vital) de manera tal que no se limite la independencia, ni haya una excesiva individualidad para poder promover así el desarrollo de todos los miembros y no se generen sentimientos de insatisfacción o infelicidad.
  3. Que en el sistema familiar exista flexibilidad de las reglas y roles para la solución de los conflictos: Aquí hay que analizar los vínculos familiares que intervienen en la relación asignación-asunción de roles, o sea, aquellas pautas de interacción que tienen que ver con lo que se debe y no se debe hacer y con las funciones, deberes y derechos de cada miembro del grupo familiar. Se considera una familia funcional cuando las tareas o roles asignados a cada miembro están claros y son aceptados por éstos. Es importante también para que la familia sea funcional que no haya sobrecarga de rol que puede ser debido a sobreexigencias, como podría ser en casos de madres adolescentes o de hogares monoparentales y también se deben a sobrecargas genéricas o por estereotipos genéricos que implican rigidez en cuanto a las funciones masculinas y femeninas en el hogar. Otra condición necesaria para que funcione adecuadamente la familia es que exista flexibilidad o complementaridad de rol o sea, que los miembros se complementen recíprocamente en el cumplimiento de las funciones asignadas y éstas no se vean de manera rígida.También en este indicador debe analizarse la jerarquía o distancia generacional que puede darse de una manera horizontal (cuando se tiene el mismo poder) o de una manera vertical (cuando hay diferentes niveles de jerarquía).10 Por ejemplo, en la relación matrimonial debe existir un sistema de jerarquía horizontal y en la relación padre-hijos debe ser vertical (cuando se encuentra bajo la tutela de los padres). La familia se hace disfuncional cuando no se respeta la distancia generacional, cuando se invierte la jerarquía, (por ejemplo: la madre que pide autorización al hijo para volverse a casar) y cuando la jerarquía se confunde con el autoritarismo.
  4. Que en el sistema familiar se dé una comunicación clara, coherente y afectiva que permita compartir los problemas: Cuando se habla de comunicación distorsionada o disfuncional, se refiere a los dobles mensajes o mensajes incongruentes o sea, cuando el mensaje que se trasmite verbalmente no se corresponde o es incongruente con el que se trasmite extraverbalmente o cuando el mensaje es incongruente en sí mismo y no queda claro. Por lo general, cuando en la comunicación hay dobles mensajes es porque hay conflictos no resueltos, por lo que las dificultades en la comunicación pueden verse más bien como consecuencia de las disfunciones entre otros vínculos familiares, como las reglas, roles, jerarquías, etc., aunque no se debe olvidar que todas ellas funcionan de manera circular.
  5. Que el sistema familiar sea capaz de adaptarse a los cambios: La familia funciona adecuadamente cuando no hay rigidez y puede adaptarse fácilmente a los cambios. La familia es un continuo de equilibrio-cambio. Para lograr la adaptación al cambio, la familia tiene que tener la posibilidad de modificar sus límites, sus sistemas jerárquicos, sus roles y reglas, en fin, de modificar todos sus vínculos familiares, pues no son independientes unos de otros.

Se considera que este indicador de funcionamiento o sea, la capacidad de adaptación es uno de los más importantes, no sólo porque abarca todo el conjunto de vínculos familiares, sino también por el hecho de que la familia está sometida a constantes cambios porque tienen que enfrentar constantemente 2 tipos de tareas que son las tareas de desarrollo (son las tareas relacionadas con las etapas que necesariamente tiene que atravesar la familia para desarrollarse a lo cual se le denomina "ciclo vital") y las tareas de enfrentamiento (que son las que se derivan del enfrentamiento a las llamadas crisis familiares no transitorias o paranormativas).

Ambos tipos de tareas requieren en gran medida de la capacidad de adaptación, ajuste y equilibrio de la familia para lograr que ésta sea capaz de desarrollarse y enfrentar los momentos críticos de una manera adecuada y mantener el equilibrio psicológico de sus miembros.

Si la familia establece estrategias disfuncionales ante las situaciones de cambio, como la rigidez y la resistencia, esto provoca una enquistación de los conflictos y por tanto, comienzan a aparecer síntomas que atentan contra la Salud Familiar y el desarrollo armónico de sus miembros.

Por lo tanto, la principal característica que debe tener una familia funcional es que promueva un desarrollo favorable a la salud para todos sus miembros, para lo cual es imprescindible que tenga: jerarquías claras, límites claros, roles claros y definidos, comunicación abierta y explícita y capacidad de adaptación al cambio.

En el mundo actual se reconoce que la familia está en dificultades, y alumnos escépticos hasta dudan de su sobrevivencia. Sobre la familia actúan grandes amenazas por las graves crisis económicas y sociales que atraviesa la mayor parte de los países, y muy especialmente los de América. Anualmente aumenta significativamente el número de divorcios, se eleva la inestabilidad en la estructura familiar, se incrementan los hogares a cargo de mujeres solas, lo que unido a una incorporación cada vez mayor de la mujer a la vida pública, incrementa la sobrecarga de roles de la madre provocando los correspondientes desequilibrios en el orden psicológico. Se lacera significativamente la comunicación intrafamiliar, para la cual queda poco o ningún espacio. La evidente contradicción entre una creciente urbanización y la aguda marginación de los más pobres provoca grietas importantes en el sistema de valores, las que se incrementan con el crecimiento de la violencia en toda la sociedad, y en la cotidianidad familiar. No es difícil encontrar la frecuente comunicación agresiva en la pareja con extensión al vínculo con los hijos, lo que se convierte en un factor decisivo que atenta contra el crecimiento de una personalidad sana.

Se considera que si bien esta crisis de la macrosociedad que trasciende a la familia, no puede desconocerse, la fortaleza, armonía y potencialidades de una familia pueden contrarrestar y hasta modificar estas condiciones externas. La familia es ese lugar determinante, donde los hijos y todos sus miembros se preparan para crecer, se preparan para la vida. Esta función esencial de la familia en la formación y desarrollo de personalidades sanas, es necesario potenciarla y muy especialmente en las condiciones de hijos con necesidades educativas especiales.

Principios básicos

  1. La familia, como categoría histórica social y psicológica, se construye de su historia, la cultura que la antecedió y asume el contexto social donde le corresponde formarse y desarrollarse. Su estructura está influenciada por los cambios que se producen en el sistema sociopolítico y económico, al mismo tiempo que conforma su psicología individual y como grupo, en esa institución que crea.
  2. La familia, como sistema dinámico evolutivo abierto, es susceptible de continuas transformaciones si se estimula e incentiva la posibilidad necesaria de cambio. Las relaciones y contradicciones generacionales en el contexto familiar, no tienen obligatoriamente un carácter negativo, por el contrario pueden convertirse en una fuerza motriz para el desarrollo de la institución familiar.
  3. La relación entre lo general, particular y singular en el mecanismo de la dinámica familiar se expresa en la coexistencia de regularidades de funcionamiento que son inherentes a todos sus miembros, a la vez que cada uno aporta sus características personales, brindándole un sello particular a su interacción en el medio familiar, lo que repercute en el carácter diferenciado de una familia con respecto a otra a pesar de coincidir problemas comunes.
  4. El enfoque ecológico del funcionamiento familiar, que se traduce en la individualidad no solo determinada por los componentes psicológicos personales y de interacción intrafamiliar, sino por aquellos que se ubican en un plano interfamiliar, referidos al contexto regional, local y comunitario más inmediato, propicia una influencia en el estilo de vida y provoca determinadas respuestas en presencia de esas condiciones.
  5. El enfoque ontogenético del desarrollo de la familia, implica reconocer cómo se ha ido produciendo el proceso de estructuración, organización y crecimiento familiar. Para comprender la familia actual es necesario conocer la familia que le dio origen y como transcurrieron las etapas evolutivas desde su formación inicial. Se requiere identificar la necesaria confrontación que se origina entre género y edades, cómo se ha desarrollado el escenario de comprensión, comparación, respeto, amor, comunicación y frustración, lo que constituye elemento importante en la formación del sistema de valores individual y del grupo familiar. En esencia, es explicar cómo ha sido la calidad en la acción e interacción de las funciones biológica, económica, educativa y afectiva, lo cual define en última instancia la identidad y autenticidad familiar.

Fuentes

  1. Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de la A. C. De Cuba. "Análisis de las investigaciones sobre la familia cubana, 1970 - 1990", Editorial Ciencias Sociales, C. de la Habana, 1990.
  2. Casales, J.C., "Psicología Social. Contribución a su estudio", Editorial Ciencias Sociales, C. de la Habana, 1989.
  3. Afanasiev V., "El enfoque sistémico aplicado al conocimiento social ."Revista de Ciencias Sociales, A. C. de la U.R.S.S. No. 1 (35), 1979.
  4. Louro Bernal, I., "Algunas consideraciones acerca de la familia en el proceso salud - enfermedad. Experiencia en la atención médica primaria ." La Habana, Facultad de Salud Pública, 1993.
  5. Clavijo Portieles, A. "Manual de Psiquiatría para el médico de la familia", Editorial Ciencias Médicas, C. de la Habana, 1989.
  6. Horwitz, N., Florenzano, R. Y Ringeling, S., "Familia y Salud familiar; Un enfoque para la atención primaria". Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana, Volumen 6 (1), 1990.