Rachel de Queiroz
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Rachel de Queiroz (1910 – 2003), escritora brasileña, fue la primera mujer a integrar como miembro de la "Academia Brasileña de Letras". Publicó veinte y tres libros individuales y cuatro compartidos con otros autores. Su extensa e importante obra, fue traducida y publicada al francés, inglés, alemán y el japonés. Como traductora al portugués, participa en cuarenta y cinco obras siendo treinta y ocho novelas. Colaboradora semanal del importante periódico brasileño "O Estado de São Paulo".
Su vida
Nació en Fortaleza (Ceará - Brasil), en 17 de noviembre del 1910, en el antiguo nº 86 de la calle Senador Pompeu, y falleció en Río de Janeiro el 4 de noviembre del 2003. Hija de Daniel de Queiróz y de Clotilde Franklin de Queiróz. Descendiente de la estirpe de los Alencar, por el lado materno. Pariente del autor ilustre José de Alencar (Brasil), autor de la ópera "O Guaraní" y por el lado paterno de los Queiróz, familia de raíces profundas de Quixadá en Beberibe (Ceará).
En 1917, vino con sus padres a Rio de Janeiro, intentando con esta migración olvidar los horrores de la terrible sequía de 1915, que más tarde la escritora aprovechó como tema central de su novela "O Quinze" (El Quince). En 1919, retorna a Fortaleza. En 1921 ingresa en el colegio Inmaculada Concepción, dirigido por monjas de la caridad, donde cursó el magisterio y recibiendo el título en 1925, a los 15 años.
En 1927, le atrae el periodismo y comienza a escribir como colaboradora en el diario "O Ceará", donde más tarde pasa a ser la redactora oficial. A finales de 1930, estrena con la novela "El Quince", con una repercusión inesperada en Río de Janeiro, en aquel entonces, capital del país fue un hecho impresionante para una desconocida escritora de apenas 20 años. Así se proyectó en la vida literaria del país, levantando la bandera de la novela de tema social, profundamente realista en su dramática exposición en la lucha secular contra la miseria y la sequía, e inaugura el fecundo e importante ciclo del "romance nordestino" (novelas que retratan la realidad de los habitantes de la región nordeste de Brasil). La crítica de la época fue unánime en sus aplausos, y todas las opiniones favorables fueron ratificadas cuando le otorgan el premio "Fundação Graça Aranha" en 1931.
Después de este sensacional estreno, reaparece con otra novela -"João Miguel" - publicada en 1932. Y después de un intervalo de 5 años, retoma la actividad literaria: en 1937 publica "Caminho de Pedras" , seguido por "As Três Marias" en 1939. Por este último recibió el premio de la "Sociedade Felipe d'Oliveira". Solamente 36 años más tarde aparece su quinta novela "Dora Doralina", cuya primera edición en 1975 sale con el sello de la editora José Olympio/INL. En 1950 había escrito la novela "O Galo de Ouro", divulgada en aquella época en folletines por la revista "O Cruzeiro", pero la publicación en libro aparece sólo en 1985. Su obra maestra, la novela "Memorial de Maria Moura" fue publicada en 1992 por la editora Siciliano. Por esta novela recibió el trofeo "Juca Pato", concedido a los vencedores del premio "Intelectual del Año".
Residió en Río por muchos años, a principio en el reducto marítimo-bucólico de la "Isla del Gobernador", Ilha do Governador, y después en el barrio del Leblon; vivía una parte del año en Río y la otra parte en sus tierras del Ceará en la hacienda "No me dejes".
Periodismo y literatura
Rachel de Queiroz se ha dedicado sobre todo al periodismo. Escribió una columna semanal para el diario "O Estado de São Paulo". Colaboró durante años en el "Diário de Notícias", y posteriormente en la revista "O Cruzeiro", donde fue cronista exclusiva. También colaboró en los órganos de prensa: "O Jornal", "Última Hora", y "Jornal do Comércio". De su asidua y prolongada actuación periodística nació su primer libro de crónicas "A Donzela e a Moura Torta", publicado en 1948. Después de una prolongada pausa, en 1955 la escritora retorna con un nuevo género - el Teatro - publicando su primer drama, "Lampião" basado en la vida del legendario "cangaceiro" (justiciero) del Nordeste. La obra fue representada en Río, en el Teatro Municipal, y en São Paulo, en el Teatro Leopoldo Fróes, donde Rachel de Queiroz recibe el premio "Saci" como autora de la mejor obra de teatro del año.
En julio de 1958, diez años después de su primer libro de crónicas, publica un nuevo volumen con el título "100 Crônicas Escolhidas", que reúne las mejores páginas del género escritas por la autora hasta aquel momento. Y en 1964 reaparece con otro libro de crónicas, después de una ausencia de 9 años. Estrenó en la literatura infantil en 1971, con "O Menino Mágico", conquistando por éste el premio "Jaboti" de la "Câmara Brasileira do Livro". Aún en el género infantil, publicó en 1986 "Cafute & Pena de Prata", con ilustraciones de Ziraldo. En relación a su experiencia diplomática, debemos recordar su participación en la 21o sesión de la Asamblea General de la ONU en 1966, cuando sirvió como delegada de Brasil, trabajando principalmente en la Comisión de Derechos Humanos. Fue integrante del "Consejo Federal de la Cultura" desde su creación en 1967 hasta 1985. En 1970, el Director General de la Biblioteca Nacional (el escritor Adonias Filho), realiza la exposición "Rachel de Queiroz" como justo homenaje.
Premios
En 1957 recibe el premio de consagración de la "Academia de Letras Brasileira" por su conjunto de obras: el "Prêmio Machado de Assis". En 1956-57 escribe otra obra de teatro, "A Beata Maria do Egito" (publicada en mayo de 1958), por la que obtuvo en 1957 el "Prêmio de Teatro do Instituto Nacional do Livro", y el "Prêmio Roberto Gomes" de mejor obra dramática (concedido por la Secretaria de Educação do Rio de Janeiro). Fue representada por el grupo teatral "Teatro Nacional de Comédia" en el Teatro Serrador en Rio, con Glauce Rocha, Sebastião Vasconcelos y Jaime Costa en los papeles principales.
El 4 de agosto de 1977, Rachel de Queiroz fue la primera mujer nombrada miembro de la Academia Brasileira de Letras, hasta entonces un selecto baluarte masculino. Asumió su cargo el 4 de noviembre de 1977, cuando el académico Adonias Filho profirió el discurso de recepción. En 1993 recibe en Portugal el premio "Camões", el más alto galardón de la lengua portuguesa.
