Reglas de Queensberry

Reglas de Queensberry
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Concepto:Conjunto de normativas para el boxeo presentadas en 1866 por John Sholton Douglas, VIII Marqués de Queenberry. Estas reglas marcan el nacimiento del boxeo moderno.

Reglas de Queensberry. Conjunto de normativas para el boxeo presentadas en 1866 por John Sholton Douglas, VIII Marqués de Queenberry. Estas reglas marcan el nacimiento del boxeo moderno. Estas reglas son las que en esencia rigen los combates actuales de aficionados y profesionales. A pesar de que se han introducido numerosas variaciones por distintas comisiones de boxeo, aquellas que se le atribuyen como creador no han sufrido cambios básicos desde que las peleas son realizadas con guantes. Las reglas Queenberry fueron escritas en realidad por John Grahan Chambers, un miembro del Amateur Athletic Club, en Inglaterra, quien de acuerdo a las costumbres de la época, recurrió a un personaje importante de la nobleza para que las patrocinara e impulsara con su nombre.

La importancia de esta reglamentación estriba en haber transformado por completo las formas de combatir que existían en el pugilato inglés, y haberlas llevado al boxeo moderno. Con estas reglas los elementos de lucha libre fueron eliminados; se llegó a la época de los combates sin guantes, se dio a los asaltos una duración de tres minutos, en lugar del tiempo requerido hasta el fuera de combate o abandono de uno de los contendientes, y el período de descanso entre un asalto y otro se aumentó de treinta segundos a un minuto.

A partir de la aparición de estas normas el boxeo se tecnificó y comenzó a extenderse, primero a Australia y Estados Unidos – que junto a Inglaterra fueron los únicos países donde se peleó sin guantes – y más tarde llegó a popularizarse en casi todo el mundo.

Reglas de Queensberry.

  1. Un combate de boxeo debe desarrollarse en un ring de veinte pies de longitud o en un espacio parecido.
  2. No se permite la lucha o agarrarse al contrario.
  3. Cada asalto tendrá tres minutos de duración, con un intervalo de un minuto hasta el asalto siguiente.
  4. Si uno de los contendientes cayese, por debilidad o por cualquier otra causa, deberá levantarse por sí solo, se le contarán diez segundos para que lo haga y una vez incorporado el caído, el combate continuará hasta los tres minutos reglamentarios. Si uno de los contendientes cae y en los diez segundos no se levanta, queda autorizado el árbitro para conceder la victoria al contrario.
  5. Si uno de los contendientes quedase colgado inconscientemente de las cuerdas, sin tocar el piso del ring con los pies, será considerado como si hubiese caído.
  6. Durante los asaltos no está permitida la subida al ring de ninguna persona, ni aún de los segundos.
  7. Cuando el combate tuviera que ser suspendido por cualquier causa, el árbitro señalará, tan pronto como le sea posible, fecha y lugar para la continuación del mismo, a menos que los apostadores de ambos púgiles acordasen anular las apuestas.
  8. Se emplearán en los combates guantes de boxeo de la medida necesaria a los púgiles, que serán nuevos y de la mejor calidad.
  9. Si un guante estuviese roto o mal sujeto deberá ser reemplazado o colocado a satisfacción del árbitro.
  10. Un púgil con una rodilla en tierra se considerará caído y si en tal posición fuese golpeado, ello le dará derecho a la percepción de la bolsa.
  11. No se permite el uso de botas o zapatos con muelles.
  12. Las reglas revisadas del pugilato de Londres (Londres Prize Ring 1838) regirán lo combates en todos los demás aspectos.

Fuente

  • Alfonso, Jorge. Puños dorados: Apuntes para la historia del boxeo en Cuba. Editorial Oriente. Santiago de Cuba. 1988.