Reloj Biológico

Reloj Biológico
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Los seres vivos cuentan con un reloj biológico que marca los ritmos de su vida. En el hombre su desajuste causa cefaleas, insomnio, irritabilidad...


El reloj biológico es un mecanismo muy útil y curioso de los seres vivos, un mecanismo por el cual podemos orientarnos temporalmente de forma más o menos exacta gracias a nuestro propio cuerpo. Por ejemplo, si sentimos hambre, sabemos que va a ser hora del almuerzo, y si sentimos sueño, sabemos que está anocheciendo y que es hora de dormir. Ésa es la definición básica de los relojes biológicos. La vida es un fenómeno rítmico. Ese reloj está en el cerebro y rige muchos de nuestros mecanismos básicos; regula ciertos ciclos biológicos, como el sueño y el hambre.


Introducción

El reloj interno es un mecanismo que se ocupa de regular, en ciclos de 24 horas, el mecanismo de sueño/vigilia, pero también afecta al funcionamiento de muchos órganos: cerebro, corazón, hígado, músculos, pulmones... y otras funciones como la temperatura corporal, el consumo de oxígeno y la secreción de las glándulas endocrinas.

Muchas de las funciones vitales del organismo son dirigidas por el ritmo de lo que se conoce como reloj biológico, un sistema orgánico capaz de generar un orden temporal en las actividades del organismo, que si falla o se altera puede ocasionar trastornos de sueño, depresión, pérdida de la memoria y cansancio, entre otros.

En su vida, el ser humano pasa por periodos de debilidad, insensibilidad y aturdimiento que se deben a los biorritmos que rigen el organismo de cada individuo; conocerlos puede resultar de gran ayuda para entenderse a sí mismo.

La teoría de los biorritmos establece que, desde el momento del nacimiento y durante toda la vida del individuo, le acompañarán tres ciclos biológicos de distintas duraciones: El ciclo físico, el ciclo emocional y el intelectual. La mayoría de estos ciclos tardan aproximadamente un día en completar un movimiento de máximos y mínimos: es lo que se denomina ritmos circadianos.

Todos estos relojes biológicos se forman a partir de ciertos ciclos regulares externos. El más notable es la alternancia de la luz del día con la oscuridad de la noche, pero también existen otros como los cambios de temperatura. Quizás el aspecto más importante que debemos recordar sobre los relojes biológicos es que los organismos vivientes hacen todo esto de forma inconsciente

Dentro de cada uno de nosotros hay un cambio cíclico que nos hace sentir hambre o sueño cada cierto tiempo. Estos cambios son muy regulares, con lo cual es posible medir el tiempo por estos ciclos. Estos ciclos son un ejemplo de relojes biológicos.

Alteración

Investigadores de la Universidad de Illinois en Estados Unidos aseguran que comer en exceso altera el reloj interno, y esta alteración produce desórdenes en muchos ámbitos: psiquiátrico, neurológico, cardiovascular y otros. Pero también, al cambiar el ritmo sueño/vigilia, hace que se coma en exceso en periodos en los que se debería estar descansando, lo que a su vez puede producir un aumento de obesidad en un proceso que se alimenta mutuamente.

Naturalmente, estos relojes se pueden alterar, por ejemplo, si se come mucho, se pasará la hora de comer, y si se duerme demasiado, probablemente intuiremos que es hora de acostarse más tarde de lo normal. Pero, en condiciones normales, se puede llegar a hacer un cálculo muy exacto.

La iluminación artificial engaña al reloj biológico de nuestro organismo y le hace liberar hormonas de vigilia clave en el momento equivocado, lo que causa fatiga y depresión. Los turnos laborales rotatorios, nocturnos o salir de noche nos impiden descansar cuando corresponde.; además, no mantener un horario fijo de comidas o saltarse alguna de ellas y los viajes largos con cambios horarios también altera nuestro reloj biológico.

Regulación

Para recuperar el estado optimo, se debe por un lado solucionar los problemas alimenticios y tener una vida ordenada en la alimentación para dormir y despertarse, cambiar poco a poco los hábitos, comer bien por el día, y una cena muy ligera por la noche; por otro lado se debe solucionar los trastornos de sueños. Si por la noche te cuesta dormir, prueba a utilizar gafas solares, a partir de las dos de la tarde, para que el ojo crea que está oscureciendo y empiece a activar el programa de sueño. No hacer ejercicio por las noches y no ver por varias horas la televisión antes de acostarse; su luz excesiva provoca que el reloj cambie su hora para producir sueño.

Al levantarse por las mañanas se realice el ejercicio y se exponga a la fuente de luz del día, porque eso es lo que regula el reloj y las funciones del organismo en el cerebro y dirige las funciones más importantes del cuerpo. En el Hígado, regula la alimentación y en el corazón, controla frecuencia cardiaca.

Fuentes

Enlaces externos