Reserva natural del Sabinar de Calatañazor

Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor
Información sobre la plantilla
Reserva Natural de España
EntidadReserva Natural
 • PaísBandera de España España
 • Castilla y LeónSoria
Sabinar de calatanazor01.jpg

La Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor se encuentra ubicada parte noroccidental en la provincia de Soria, al sur de la sierra de Cabrejas, en el término municipal de Calatañazor y muy cercano a Muriel de la Fuente en la comunidad autónoma de Castilla y León en España.

Descripción

Es un bosque de sabinas albares que acoge a algunos de los ejemplares más longevos y elevados de esta especie de la península Ibérica.. Ocupa una extensión de 74 hectáreas de las cuales 22 son de bosque sabinar. Fue declarado reserva natural el 11 de julio de 2000 por la ley 9/2000 y está integrado en la propuesta de lugar de importancia comunitaria Sabinares Sierra de Cabrejas. Es el monte de utilidad pública número 248 de la provincia de Soria. Su declaración está encaminada a la conservación del espacio natural singular así como de los usos y costumbres que se han venido dando en el mismo a la vez que se persigue la difusión de sus valores naturales y etnológicos entre la población. El Sabinar de Calatañazor se complementa con el Monumento Natural La Fuentona que se ubica pegado a él. Entre ambos espacios se encuentra el Centro de Interpretación de los mismos. El palacio de Santa Coloma acoge las instalaciones de interpretación y administrativas de estos dos espacios naturales. Es uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta. Desarrollado sobre terreno llano, de carácter calcáreo y a 1.000 metros de altitud, algunos de los ejemplares de esta masa arbórea monoespecífica alcanzan un porte notable, hasta 24 metros de altura. En las inmediaciones del sabinar aparece la medieval y sugestiva silueta de Calatañazor: uno de los pueblos más bellos y evocadores de toda la región. Rodeado de un impresionante precipicio y presidido por el imponente perfil de su castillo, Calatañazor presenta unas estrechas y empedradas calles a las que se abren casas porticadas construidas con adobes y gruesas vigas de enebro.

Vegetación

Vegetación

Las condiciones climáticas de la zona, con intensos y duraderos fríos invernales, heladas tardías, sequía estival, fuertes contrastes térmicos, unidas al escaso desarrollo del suelo, resultan adversos para la vida de un gran número de especies vegetales, por lo que muy pocas especies han podido acoplarse a este medio. Para ello se necesita poseer órganos adaptados a reducir la transpiración (hojas aciculares y escamiformes cubiertas por una gruesa cutícula) y desarrollar importantes aparatos radicales que les permitan profundizar en el suelo o cubrir una amplia zona para poder obtener el agua y los nutrientes necesarios. Todas estas características las cumple la sabina albar (Juniperus thurifera), lo que ha llevado a la implantación de la asociación Juniperetum hemisphaericothuriferae Rivas Martínez, como más relevante agrupación florística. La importancia que adquiere este Espacio Natural es por las sabinas en él presentes, con unas especiales características debido al gran porte y talla que alcanzan de manera bastante homogénea sus ejemplares. En el matorral, destacan las comunidades de sabina albar y enebro o sabino (Juniperus communis ssp. hemisphaerica), estepa, lavándula, espliego, cantueso, tomillo, mejorana, ajedrea, biércol.

Fauna

En la escasa superficie de este Espacio Natural, con importantes actuaciones humanas, pocas son las especies faunísticas que pueden tener aquí su hábitat, residiendo únicamente las de pequeño tamaño y territorio reducido (pequeños mamíferos, paseriformes, pícidos, insectos, ...) que toleran la presencia del ganado y del ser humano. Utilizándolo las de mayor tamaño y exigencias de naturalidad como zona esporádica de campeo. Estas viejas sabinas, en muchos casos de troncos huecos, albergan un grupo de especies que encuentran aquí cobijo como murciélagos, lirones, palomas, mochuelos, zorzales, abubillas, picos, páridos, agateadores... Siendo estas las principales especies que pueblan el Sabinar.

Geomorfología

Como el resto de la provincia soriana, este sector estuvo ocupado por las aguas del mar de Tethys durante el Paleozoico, originando una sedimentación marina de carácter transgresivo o regresivo, según momentos. Con la Orogenia Hercínica tuvo lugar un ligero plegamiento que durante el Mesozoico va a ser barrido por el avance y retroceso de la línea de costa. El Terciario comienza con el levantamiento de estos depósitos, que en este sector se traduce en un anticlinal, hoy totalmente arrasado, lo que permite observar las calizas que se fraguaron durante el Cretácico y sobre las que se asienta el Sabinar de Calatañazor.

Paisaje

Topografía llana, donde contrastan las tierras dedicadas a cereal con este sabinar arbóreo, continuo y denso, rodeado de los páramos calizos que se extienden por el Norte hasta la Sierra de Cabrejas y por el Sur hasta la Sierra de Hinodejo.

Fuentes